Análisis Más Valores del deporte

La Champions de la brecha salarial

En un año bastante atípico, marcado por la incertidumbre y el miedo, algo es seguro y es que el fútbol continúa. A finales del pasado mes de octubre la UEFA dio a conocer los cruces de la primera ronda de clasificación de la Champions League femenina, la máxima competición europea.

 Un sentimiento de emoción recorría nuestro cuerpo al conocer los 40 equipos que jugarían las primeras eliminatorias. Por unos segundos, nos teletransportamos a la temporada pasada y recordamos como el Olympique de Lyon levantaba su quinta copa consecutiva en el Estadio de Anoeta en el País Vasco hace apenas unos meses. Desde luego, si en esta edición hay un claro rival a batir esas son las francesas, que ya acumulan siete victorias en su palmarés.

Champions en marcha

Las primeras 20 eliminatorias a partido único, que en pasadas temporadas eran rondas clasificatorias en formato de minitorneos, ya se han jugado -3 y 4 de noviembre-. De hecho, ya conocemos los enfrentamientos por el título que tendrán lugar en la segunda ronda de clasificación, cuyos encuentros a partido único sucederán los próximos días 18 y 19. Los diez vencedores pasarán a dieciseisavos de final, donde ya están clasificados los 22 clubes con mejor coeficiente de la UEFA. Es ahí donde entran en acción dos de los mejores equipos españoles que representarán a nuestro país en la competición: FC Barcelona y Atlético de Madrid. Del club azulgrana destaca la figura de Sandra Paños, nominada por la UEFA en la categoría de mejor portera de la competición europea la temporada anterior.

 A principios (8 y 9) y a mediados (14 y 15) de diciembre se disputarán a doble partido los encuentros de dieciseisavos cuyos cruces se sortearán a finales de mes, concretamente, el día 24. Es entonces cuando se conocerán las contrincantes de  las jugadoras españolas. Octavos, cuartos, semifinales y, por fin: la ronda final, si la pandemia provocada por la COVID-19 lo permite. El partido, que pondrá punto y final a la competición y que coronará a las próximas «reinas» de Europa, tiene previsto celebrarse el 16 de mayo de 2021 en la ciudad sueca de Gotemburgo.

Medidas sanitarias ante la crisis sanitaria de la COVID-19.

El protocolo de la UEFA dicta que para jugar un partido debe haber al menos 13 jugadoras (incluida portera) en la Lista A, que hayan dado negativo en COVID-19. Si hubiera menos de esa cifra o no hubiera portera, el partido será aplazado. En caso de que no se pueda reprogramar el partido en el plazo establecido, el equipo que no pueda disputarlo será responsable de su cancelación y se le dará por perdido con resultado 3-0.

 

 Mismo título, distinta remuneración. Ellos son millonarios, ellas “mileuristas’’. 

Así lo indican las cifras de la temporada pasada, donde las mujeres recibieron por participar 23.000 € y los hombres un mínimo de 15,25 millones. La diferencia salarial recae también en la compensación económica extra de la que disponen los equipos de cuartos (ellas 25.000 €, ellos 10,5 millones), semifinales (ellas 50.000 €, ellos 12 millones) y finalistas (ellas 200.000 €, ellos 19 millones). Mientras que las francesas del Olympique de Lyon fueron premiadas con 250.000 €, el Liverpool FC facturó la friolera de 111 millones tras ganar la competición en la modalidad masculina.

El fútbol femenino continúa escalando posiciones y demostrando que las mujeres somos capaces de dejar el listón alto en el campo. A pesar de ello, la brecha salarial es un claro indicador de que aún queda mucho por hacer para alcanzar la igualdad en el deporte, como también lo es la retransmisión mediática.

Y es que para la pregunta «¿Dónde ver los partidos de la Champion League femeninano tenemos respuesta. Por el momento, solo hay constancia de que la agencia sueca Spring Media ha firmado acuerdos con siete clubes europeos -entre los que se encuentran Olympique de Lyon, Wolfsburgo, Chelsea y Ajax-. Permitirán retransmitir las eliminatorias, incluyendo las semifinales. Lo harán a través de su nueva OTT, Wnited, dedicada exclusivamente al fútbol femenino. 

La diferencia que la competición femenina establece con respecto a la categoría masculina es evidente cuando hablamos en términos pecuniarios. También lo es cuando nos referimos al alcance que los principales canales deportivos le otorgan. La realidad es que, aún sin saber dónde -y si- se emitirán las jornadas femeninas, la audiencia no duda en pagar por ver a sus compañeros. 

La controversia no tardó en surgir. 

 

Algunos achacan las diferencias económicas y mediáticas entre las dos modalidades a la calidad futbolística de las jugadoras. “Ellas no disponen de las mismas condiciones físicas que un hombre. Nunca ofrecerán la espectacularidad de Cristiano Ronaldo o Messi y por eso no se sigue tanto”. 

Nosotras reflexionamos sobre esta valoración y os preguntamos: ¿Acaso la espectacularidad lo es todo en esta competición? ¿Sólo podemos encontrar estrellas del fútbol europeo en los equipos masculinos? ¿Cómo los hombres van a valorar el fútbol femenino si parten de la premisa de que nunca verán a Eto’o en sus plantillas? Estas afirmaciones son denigrantes para la competición femenina. Olvidan por completo que sí, es cierto que los hombres nos sacan años de ventaja en este campeonato, pero el motivo va mucho más allá de nuestra condición física. 

Discriminación histórica

A lo largo de la historia, la mujer ha sido relegada a muchos ámbitos, pero nunca al deportivo. Es entendible que ni las mujeres hayan desarrollado interés por el mismo cuando nuestro papel no ha sido el deporte, pero sí ha sido el de tener hijos, ser buenas esposas y dedicarnos al entorno doméstico. Mientras que la primera Champions tenía lugar en 1992, no fue hasta el 2009 cuando ellas debutaban en la competición europea.

El recorrido entre unos y otras es por lo tanto, directamente proporcional al camino con el que hemos conseguido nuestros derechos y nos hemos ido haciendo hueco en el mundo del deporte. Por tanto, esta diferencia abismal de cifras y de tiempo en primetime no es más que un claro reflejo del escaso interés que tiene la población en consumir contenidos donde la mujer es la protagonista. 

Es tarea de todos producir ese cambio que ponga en valor el deporte femenino. Vamos a dejar de perdernos los espectáculos que las deportistas nos ofrecen por nuestra ignorancia. Vamos a consumir, comentar y compartir su trabajo. A ponerlas en el lugar que se merecen dentro de la competición continental futbolística por excelencia, que debiera ser ejemplar en estas circunstancias.

@latarjetamorada
Foto destacada vía: UEFA.com

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *