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El esperado retorno a la competición mundial

Del 13 al 18 de octubre se ha podido volver a disfrutar del bádminton de alto nivel, siempre vigilando cumplir con las medidas sanitarias que garanticen la salud de todos los que contribuyen en este espectacular deporte. La cita, el mítico Danisa Denmark Open, ha reunido en la ciudad de Odense (Dinamarca) a una buena parte de los mejores jugadores del bádminton europeo y mundial, con grandes ausencias como las de Viktor Axelsen, Shindu Pursala, Kento Momota, Akane Yamaguchi y todos los deportistas chinos.

Más de seis meses de parón, el cambio de fecha de los Juegos Olímpicos o las restricciones de cada país son algunos de los caballos de batalla que se les han presentado a los jugadores aspirantes a formar parte del sueño olímpico de Tokyo. Los volantistas españoles no son una excepción. Los máximos representantes a nivel internacional del bádminton español, a excepción de Beatriz Corrales, acudieron a este primer test cargados de ganas por volver a competir y con la ambición de recuperar el ritmo en el camino hacia sus objetivos.

Cuadro masculino

Comenzamos el repaso a los resultados de los nuestros con Pablo Abián, que fue vencido por el irlandés Nhat Nguyen (21-18 / 21-16) en primera ronda, en la que también cayó Luis Enrique Peñalver, ante Rasmus Gemke en tres juegos (21-15 / 17-21 / 21-16), jugador danés de gran proyección que alcanzó el segundo puesto en este torneo tras una durísima final ante el también danés Anders Atonsen.

Cuadro femenino

Por el lado de las chicas, Clara Azurmendi, se enfrentó a la alemana Yvonne Li, quien venció en dos juegos (21-13 / 21-16) y que luego sería derrotada por Carolina Marin en semifinales en dos juegos también.

En su objetivo imparable hacia el oro en Tokyo, Carolina hizo un meritorio segundo puesto en el torneo, ganando en su camino a oponentes como Line Christophersen, una de las estrellas emergentes del bádminton danés, a la antes mencionada Yvonne Li, Natalia Perminova y Beiwen Zhang, que, en cuartos de final fue la primera en poner en aprietos a la tres veces campeona del mundo. Tras este partido, Carolina declaró haberse sentido incómoda y a falta de buenas sensaciones, algo que desapareció en semifinales, regresando la mejor versión de la española.

Muy diferente resultó la final ante la japonesa Nozomi Okuhara, cuarta del ranking y vieja conocida de Carolina. Un partido en el que ambas deportistas entraron a la pista serias, muy concentradas y en el que ninguna de las dos dejaba de luchar ni un solo volante. La diferencia de puntos no fue mayor de dos, prácticamente todo el partido con Nozomi a la cabeza. Pudimos ver a una Carolina que arriesgaba mucho, buscando las líneas, el acabar el punto quizá de manera precipitada, algo que le pasó factura acumulando demasiados fallos, cediendo finalmente en ambos juegos y alzándose con la plata de esta agridulce final.

Este torneo, nada menos que un World Tour Super 750 supone no solo la vuelta a las pistas, es también un recordatorio para muchos del trabajo que queda por delante y un replanteamiento de si la dirección que siguen es la más adecuada. Seguro que los nuestros vienen con buenas anotaciones que les servirán para seguir avanzando.

Tras el encuentro, Carolina dejó las siguientes palabras para sus aficionados.

 

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Fuente de la foto principal: Twitter @CarolinaMarin (Badminton Photo)

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