Betulio González merece estar en el salón de la fama

Estuve ojeando la lista de la era moderna del Hall of Fame del boxeo y me encontré con grandes nombres, espectaculares récords, otros no tanto, pero todos con grandes particularidades que los han hecho sin dudas merecedores de estar en ese lugar, incluso hay un lugar honorifico para Silvester Stallone en Canastota, lugar donde se encuentra la sede principal de dicho Salón.

El más buscado

A la vez, recordando que en 2017 estuve presente en la Convención de la Asociación Mundial de Boxeo, donde estuvieron presentes varios de los exaltados al Salón de los inmortales como Roberto Duran, Ricardo “finito” Lopez, Oscar De la Hoya, Juan Manuel Márquez, Bernard Hopkins y junto a ellos otros ex campeones mundiales notables y algunos actuales que están en pleno brillo.

Pero me llamaba la atención que uno de los más buscados por el fanático común era uno pequeñito, algo avanzado de edad, pero siempre de buen humor, el venezolano Betulio Gonzalez, nativo del Estado Zulia, quien era acompañado por su eterno amigo, el periodista Orlando Bohórquez, persona que hace años recuerdo que tiene una lucha para que Betulio sea exaltado al Salón de Canastota.

Lo cumbre del caso es que me atrevo a decir que Betulio atrajo tanta fanaticada para las fotos de recuerdo como lo hacían las estrellas mas jóvenes, los asiáticos tuvieron muchos detalles para Betulio, y para la fanaticada de antaño Betulio era la gran estrella presente, cosa que me llevó a indagar mas, y luego hablando directamente con el amigo Bohorquez y con Betulio con quienes compartí algunas veces a la hora de comer , supe tantos detalles que casi me convencen solo con escuchar esas historias contadas por el protagonista y por la persona que lo acompañaba.

MERITORIA CARRERA

Betulio inicia su carrera profesional en 1968, luego de una importante pasantía por la selección nacional amateur, donde consiguió algunas victorias internacionales y sonaba muchísimo su nombre a medida que pasaban los combates. Llegó invicto hasta el combate 18 donde pierde sorpresivamente contra Felix Marqués quien tenía un récord de apenas 3-1, pero también contaba con una larguísima trayectoria amateur que incluían unos Juegos Olímpicos.

Dos meses después perdería contra Ignacio Espinal, sin embargo esas dos espinitas se la sacó rápidamente en junio y agosto de ese mismo año 1970, año en el cual Betulio realizó hasta 10 combates, para en 1971 conseguir su primer chance mundialista ante el japones Masao Ohba con quien pierde en Japón en una pelea super ajustada. Dos tarjetas lo dieron perdedor por un punto y la tercera por dos puntos, los tres jueces fueron japoneses, sin embargo esta derrota no era más que una motivación a mejorarse a si mismo.
Después de un tiempo tras varias victorias ante meritorios rivales Betulio recibe su segunda oportunidad ante el siempre grande Filipino Erbito Salavarria, con quien después 15 rounds escucho el veredicto que pronunciaba un empate con el cual el Filipino seguía siendo monarca universal, Sin embargo, las autoridades del ente rector CMB, habían detectado que en los descansos bebía agua de una botella “especial” por lo que legó el reclamo del equipo retador y el resultado quedó en suspenso, hasta que lo laboratorios determinaron que dicha botellita tenia sustancias prohibidas (Anfetaminas), siendo entonces Salavarria descalificado y Betulio nombrado Campeón Mundial, (tuvo Betulio que lidiar entonces con ser llamado el campeón de la botellita, título que le desagradaba en su totalidad) título que defendió siete meses después ante el también filipino Sócrates Batoto por nocaut fulminante en 4 rounds y tres meses después perdería dicho cetro ante el crack Venice Borkhosor por nocaut técnico en el decimo round, una pelea que en la cual se noto un Betulio desorientado, fuera de sí, no fue aquel que nos tenía acostumbrados a grandes guerras, un dolor
Le tocó a Betulio hacerse un examen interno para luego de esa dolorosa derrota retomar el camino y seguir luchando por lo que había decidido ser boxeador, ser un campeón mundial solido y reconocido, después de cuatro peleas ante buenos rivales llegó otra oportunidad, esta vez sería nada más y nada menos que ante ante el Hall de la Fama Miguel Canto, gloria del boxeo mexicano y mundial, oportunidad que no dejaría escapar y tras un arduo combate celebrado en el estadio Luis Aparicio de su ciudad natal, la decisión fue mayoritaria y Betulio se coronó campeón mundial mosca por segunda vez en su carrera, fue una guerra de 15 rounds, fue una épica batalla, con grandes momentos para ambos contendores, una lucha de esas que la fanaticada pide que se repitan al menos una vez por año.
En menos de dos meses Betulio subía al ring nuevamente en una pelea de tramite sin titulo en juego ante Reinaldo Ramírez, pero 50 días después defendía su cetro por primera vez ante el mexicano Alberto Morales, un rival peligroso que meses atrás había puesto en aprietos a Miguel Canto, sin embargo Betulio lo despacha en el round 11, haciendo una vez más uso magistral de su uppercut derecho.
El 19 de mayo del 74, Betulio y su equipo deciden hacer una pelea sin defensa ante el peligroso japonés Shoji Oguma como visitantes, saliendo airoso el marabino por puntos. Solo dos meses después de esta guerra en Japón defendería nuevamente su título ante el Italiano Franco Udella a quien noqueo a domicilio en el decimo episodio.
Los japoneses quedaron con el buen sabor de boca tras la pelea de González con Oguma por lo que encontraron la revancha, mientras el equipo del venezolano vio el chance de salir airoso nuevamente concertaron la pelea, tras otra gran pelea, de esas de infarto, después de 15 rounds de toma y dame, pierde Betulio en una decisión dividida, frustración y molestia en el equipo venezolano, pero ansias de volver en la mente de Betulio que no se daba por vencido y sabia que podría ser nuevamente campeón.
El ahora campeón Oguma tuvo que defender ante el mejor rankeado que no era otro sino Miguel Canto, con quien perdería el titulo tras otra batalla campal de 15 rounds, en los que una decisión mayoritaria hizo cambiar de cintura al cetro, que ahora se iba a México.
Mientras todo eso pasaba alrededor de la corona Betulio seguía sumando victorias que eran hiladas entre rivales fuertes y otros que eran desconocidos para evitar la inactividad, hasta lograr la ansiada tercera pelea ante el aun campeón Canto, ante un llenazo total en el Nuevo Circo de Caracas, el cual era para la época uno de los mejores escenarios a nivel mundial, ante una fanaticada volcada a favor del marabino, pero también aplaudiendo la calidad del azteca, se disfrutó de una de las mejores peleas de la historia de los pesos mosca, pero esta vez el título no se quedo en casa, se devolvió a México, decisión dividida a favor del manito que lleno de llanto a Venezuela y mal sabor de boca a Betulio y equipo, increíblemente el maracucho González, testarudo como él solo, únicamente tomó cinco días de descanso y ya estaba entrenando nuevamente y el mes siguiente decidía pelear con el peligroso Juanito Herrera que traía una foja de 18-2 y posteriormente hilvanó diez victorias consecutivas, con rivales como Valentín Martínez, Prudencio Cardona, el argentino Rodolfo Rodríguez, Carlos Escalante entre otros de menos jerarquía y es en agosto del 78 que conseguirían un nuevo chance titular, esta vez no sería por la WBC, sino por la WBA, contra el campeón de dicha entidad, otro mexicano, Guty Espadas, a quien en una batalla campal, de momentos se veía a Espadas superior, pero de pronto era Betulio el que ganaba claramente los rounds, mientras había otros episodios muy cerrados que los jueces debían ser muy cuidadosos al momentos de dar un round a alguno u otro rival. Tras un angustiosos round 14 y un cierre 15 lleno de testosterona, La Maestranza Cesar Girón de Maracay, veía a Betulio cubrirse de gloria y ceñirse ahora el cinturón negro y dorado de la WBA, decisión mayoritaria que fue reclamada por los mexicanos, pero que aplaudía Venezuela.
Menos de tres meses y estaba Betulio nuevamente defendiendo su cetro, esta vez ante el chileno Martín Vargas, quien había perdido dos decisiones ante Miguel Canto, y luego se había titulado Campeón Continental, Betulio lo despacharía por nocaut en el round 12, en la misma sede que lo vio ganarle a Espadas.
Japón nuevamente sería testigo de una nueva disputa entre Betulio y Oguma, y no podía ser diferente la refriega, carnicería pura, 15 rounds de adrenalina, tarjetas de 147-143, 146-149 y 145-145, decretaban empate y Betulio seguía siendo campeón mundial, pero el publico nipón quería mas de Betulio y Oguma, esta pelea dejo ganas de ver la siguiente y así se hizo, seis meses después, nuevamente en Japón , a casa llena, pero esta vez la historia tuvo un final diferente a las dos últimas, esta vez Betulio encontró la brecha y fulminó a Oguma en el round 12, los intercambios a que habían sido sometidos en rounds anteriores solo daba oportunidad al que estuviera mejor preparado físicamente y de mas grande corazón, ese fue el gran Betulio.
Había pasado menos de cuatro meses y Betulio nuevamente defendía, esta vez ante el panameño Luis Ibarra, esta vez Betulio no pudo ante el estilo de Ibarra y donde mismo gano su tercer cetro lo entregó por decisión unánime.

VIRTUDES
Betulio González era un boxeador muy versátil, podía pelear de gran manera las tres distancias, sin embargo le gustaba muchísimo la candela, en el cuerpo a cuerpo tenía una maestría en el uppercut de derecha que dejo a mucha gente nocaut, mirando su foja se puede observar que dar 52 nocauts en el peso mosca es porque de verdad debes pegar, además fue poseedor de un corazón de león, pero lo mejor que tenia Betulio era una gran disciplina a la hora de entrenar, dicen que se alejaba de todo lo que era toxico a la hora de entrenar, incluidas personas que de alguna forma podían mermar su tranquilidad y concentración.
Nos comentaba el periodista Orlando Bohórquez que Betulio González un hombre de familia, muy apegado a su esposa e hijos, tuvo una sola esposa hasta que ella desapareció físicamente, Betulio fue además uno de los boxeadores más disciplinados que se puedan haber conocido, durante su carrera no supo lo que fue fumar, consumir alcohol ni mucho menos el vicio de las drogas.
Hoy por hoy Betulio vive en su natal estado Zúlia, algo aquejado de salud y problemas cardiovasculares, pero rodeado de sus seres queridos, y muchos somos los que aspiramos que los encargados de llevar las elecciones al Salón de Canastota pongan su mirada en Betulio, miren todos los vídeos aun existentes y hagan un poco de justicia con este venezolano que es un ejemplo digno a seguir por la juventud no solo venezolana sino mundial.
Fin del round.
Richard Peña
@Richardrp9