El cuadro de mujeres del US Open se redujo a ocho jugadoras. Entre ellas hay tres campeonas de torneos del Grand Slam, y cinco que al momento, no conocen ese honor. Esta distinción quizás, no sea tan importante, dado lo parejo que está el nivel de juego en la WTA. Aunque en honor a la verdad, sí puede hacer la diferencia en un partido reñido, donde la fuerza mental, sea la que decida quien salga triunfante.
¿Quiénes son estas jugadoras?
Jennifer Brady vs Yulia Putinsteva
El excelente inicio de temporada, y el triunfo en Lexington, ayudaron a que me aventurara a escoger a Brady como semifinalista de esta extraña edición del US Open. Y hasta el momento, la estadounidense ha demostrado por qué no debía ser pasada por alto. Su paso por ahora ha sido arrollador. No ha perdido un solo set en cuatro partidos. Ha colocado un 58% de sus primeros servicios, y ganado un 73% de ellos. De igual forma ha promediado 20 tiros ganadores por partido, y 14 errores no forzados. Son números buenos.
Preocupa un poco, que tiene una marca negativa ante su próxima rival. En dos encuentros no ha podido ganarle un set. Claro está, uno de esos partidos se dio en el Roland Garros donde la kazaka ha sacado su mejor juego, y el otro ocurrió en Washington, D.C en el 2018. Esto debe darle cierta confianza a la diminuta jugadora nacida en Moscú, pero sin duda, la Brady a la que se enfrentará esta vez, es muy distinta. Debería ganar la estadounidense.
Naomi Osaka vs Shelby Rogers
La campeona de la edición del 2018 es la favorita de muchos, a pesar de una latente lesión en su muslo. Hasta el momento, la japonesa ha podido manejar la molestia y ha hecho gala de su impresionante poderío en la línea de fondo. Se le ve concentrada en cada partido, como si tuviera claro, que tiene que seguir llevando el mensaje del Black Lives Matter. Su próxima rival al igual que le sucede a Brady, tiene una clara ventaja en los encuentros que han tenido.
El primero se dio en una cancha de concreto de un torneo 50k de la ITF, cuando Osaka era una adolescente de 15 años. El segundo ocurrió en un torneo de igual categoría dos años después, pero en una cancha de arcilla. El enfrentamiento más reciente ocurrió en el 2017 en Charleston, hogar de la estadounidense. Todos fueron dominados por Rogers en sets consecutivos. Sin embargo, Osaka ha madurado un mundo luego de esos partidos. Si su muslo aguanta, debería empezar a revertir la ventaja de la estadounidense en ese historial de partidos enfrentados.
Serena Williams vs. Tsvetana Pironkova
La seis veces campeona del US Open, sigue su lucha para igualar el récord de torneos grandes ganados que posee Margaret Court. Luego de lucir insegura en Lexington y en Cincinnati, se le ha visto sólida en sus primeros cuatro partidos. Y no porque haya ganado de forma contundente, sino porque ha podido sobrepasar momentos de tensión y demostrar que está en muy buena condición física. Sus victorias sobre Sloane Stephens y Maria Sakkari, deben darle mucha confianza de cara al resto del torneo. Su próxima rival es la más reciente tenista que vuelve al circuito luego de convertirse en madre. Una tendencia que va en aumento y que podría convertirse en algún muy común, dado el hecho de que la carrera de las tenistas cada vez es más larga.
Ambas tenistas se han enfrentado en cuatro ocasiones, saliendo Williams por la puerta ancha en todos los encuentros. Aunque dos de ellos se fueron a tres sets, los que han tenido en cancha dura, han sido dominados por Williams en sets consecutivos. No preveo problemas para Serena en este encuentro entre madres.
Elise Mertens vs Victoria Azarenka
El último encuentro en esta etapa provoca mucha intriga puesto que ninguna de las dos tenistas se ha enfrentado. La belga es una de las jugadoras en mejor forma desde que volvió el tenis competitivo luego de varios meses de baja. La bielorrusa, quien ha sido dos veces finalista de este evento, igualmente ha reencontrado su juego luego de un largo periodo de grandes retos familiares y físicos.
Si nos dejamos llevar por sus actuaciones en lo que va de torneo, habría que escoger a Mertens que no ha perdido un set hasta el momento, y ha lucido verdaderamente sólida en todos los ámbitos del juego. Azarenka tuvo que esforzarse más en su último partido, pero sin duda, se le ve cómoda y más feliz que nunca. Al final, eso es quizás todo lo que necesita para triunfar. Lo sabremos pronto.
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Fuente de la foto principal: Twitter/@USOpen
