Se escribe mucho sobre las diferencias que actualmente mantienen dividido al Fútbol Sala español, tanto a nivel nacional como en muchos casos a nivel autonómico, reflejo de lo que sucede en España en general. Escribamos algo sobre las diferencias… no, cambiemos la palabra y escribamos sobre la unidad, partamos de ahí.
Maldita pandemia
Maldita pandemia, un horror propio de la mejor de las novelas de ficción, todo lo malo que nos está pasando nunca pudo ser imaginado, hasta aquí una lista de tópicos con el que puede empezar cualquier artículo de opinión de los últimos 5 meses. Si hablamos de futsal esta terrible situación nos atacó quizás no en el mejor momento, pero seguro que tampoco en el peor. Se estaban dando pasos como siempre camino de ser olímpicos algún día, los grandes clubes de fútbol entrando y ofreciendo igualdad y competitividad. Esto repercute de manera positiva en la estabilidad de muchos deportistas y sus familias, agradando a los aficionados de toda la vida y atrayendo a muchos nuevos y otros muchos detalles.
Descontentos
¿Descontentos había?, los de siempre, los que sus intereses chocaban con la evolución citada, viendo peligrar sus monopolios, deportivos y no deportivos. Cuando llegó el bicho lo truncó todo incluido el deporte, especialmente el no profesional entre ellos nuestro futsal. Mucho se ha hablado de la oportunidad de cambiar todo lo anterior, todo lo malo, la nueva Normalidad nos haría mejores. Ser mejores tras este Siniestro Total en nuestras vidas significaría principalmente nuevos hábitos. Suena muy muy bien, sería lo positivo de toda esta locura en la que andamos metidos.
Pero no todo ha sido fatalidad. Sonará duro pero la pandemia le ha venido bien a algunos, la salud a parte, ¿os lo imagináis? No os hace falta porque los estáis viviendo en vuestras carnes cada día. Le ha venido bien a aquellos que necesitaban esconderse, que tenían que responder a cuestiones pendientes, que debían trabajar por mejorar el presente y futuro del Fútbol Sala. Ese atasco general les hace ganar tiempo, mientras los damnificados esperan soluciones, ellos traban, señalan y acusan, no dejan avanzar ni decidir.
El fútbol sala de base a la espera
Los de abajo de la pirámide esperan con ilusión saber si se puede o no disfrutar de nuestra pasión de manera segura, pero esperan sobre todo ver UNIDAD, ver que los de arriba de la pirámide velan por ellos y lo hacen todos en una misma dirección, con decisiones que hagan el Futsal más fuerte, ni siquiera más grande, ya vendrán para ello tiempos mejores.
Al hablar de seguridad ahora es exclusividad de la salud, pero la pandemia tocará a su fin y tendremos que volver a poner sobre la mesa la seguridad de nuestros deportistas y clubes en términos de estabilidad, claves para un Futsal con futuro.
¿Qué separa la base de esta pirámide de la cúspide?. La pasión. Cuanto más abajo, más se reducen los intereses, solo amor por lo que se hace, unos por jugar, otros por entrenar, otros por presidir clubes dejándose la vida para facilitar todo lo anterior y los muchos muchos, amor por los colores de sus clubes, los equipos de sus barrios, ciudades o colegios por ejemplo.
Es difícil que entre estos el choque de intereses vaya mucho más allá de lo deportivo, por eso siempre han salido adelante. Hacia arriba todo se complica, los intereses que no están basados en la pelota hacen todo mucho más difícil. Porque estas cosas luego empañan lo básico, no se disfruta igual, se que os pasa, no se ve ese súper partido igual sabiendo que las cosas no están funcionando, no se disfruta igual una competición en la que cada día las noticias son extradeportivas, el malestar general lo empaña todo.
Nosotros, tú y yo, igual queremos un Fútbol Sala más fuerte y unido, por lo tanto más seguro y aunque más pequeño será mejor que desunido y débil por muy mediático que pudiera ser. Y con esa ilusión nos mantendremos, ilusión por presumir de nuevo de que nos apasiona el Futsal.
@Jacinto4delgado
