¿Qué tan importante es el recorrido para el espectaculo? (I)

En medio del debate por la ausencia de espectáculo en el Tour, una discusión obligada es si el diseño de las etapas y de la totalidad de la carrera influye o no en el espectáculo.

Los amantes del ciclismo de antaño insisten en que todo tiempo pasado fue mejor repitiendo que las características de las grandes vueltas en décadas anteriores se prestaba para un mayor espectáculo.

No hay motivos para pensar que estas viejas fórmulas no sean conocidas por los organizadores de las carreras en la actualidad, por lo que es normal cuestionarse las razones porque no los emplean.  Los principales interesados en que se de espectáculo y por lo tanto buen nivel de audiencia deberían ser los mismos organizadores de las carreras.

Lo que ya (casi) no se ve en las grandes vueltas por etapas de la actualidad

Etapas con larga distancia

Hasta los 80´s e incluso los 90´s  era muy normal ver varias etapas de más de 250 kilómetros e incluso alguna superando los 300.  Los que gustan de este tipo de etapas argumentan que producen gran desgaste y ocasionan desfallecimientos y descolgadas de corredores, sino en el mismo día, si en días posteriores, propiciando el espectáculo. Los detractores de este tipo de etapas hacen referencia a que el pelotón suele tomárselas a pasos lentos, además de dificultar las transmisiones de televisión.

Etapas planas contrarreloj de larga distancia

Los Tour ganados por Induráin incluían una crono larga de alrededor de 80 km, y una corta de 30-40 km. Fabio Parra (tercero en el Tour de 1988) mencionaba hace poco que incluso recordaba una crono tan larga que tenía zona de alimentación.  Las razones de no incluir cronos largos es el miedo a que la gran vuelta quede sentenciada en una sola etapa.  En estas etapas, Induráin le endosaba hasta 4 minutos a sus rivales, y 6-7 minutos a los escaladores puros.  Los que recomiendan incluir estas cronos en las grandes vueltas, insisten es que precisamente este tipo de diferencias son las que obligan a los escaladores a hacer ataques desde lejos (sinónimo de espectáculo) y no el habitual ¨sprint pancartero” en los últimos 300 metros de una etapa de gran montaña.

La ultima crono larga en una gran vuelta fue la etapa 14 del giro 2015 con 59 km.  En esta etapa el ganador final del Giro (Contador) le endosó al que finalmente fue subcampeón (Aru) un total de 2:45. Si bien Alberto Contador es principalmente escalador, esta diferencia obligó a Aru a atacar en etapas siguientes. En particular la etapa 20 (ganada por Aru) nos regaló un bonito espectáculo en el que Alberto Contador cedió en meta 2:25.

Contrarreloj por equipos

Hasta hace unos años era normal incluir en los primeros días de competición una contrarreloj por equipos. Hasta los 90´s solían tener largas distancias (50-60 km), y las de los últimos años han reducido considerablemente su distancia hasta valores de 20-25 km.  Esta especialidad entrega gran espectáculo por la posibilidad de ver bicicletas contrarreloj con diseños aerodinámicos además de ver rodar a equipos a altísima velocidad.  Como elemento en contra está el alto riesgo para la seguridad de los ciclistas.  Rodar a alta velocidad en posición de crono, conlleva riesgo de caídas en las cuales un equipo podría perder varios de sus miembros. En el crono por equipos de la Vuelta a España 2019, el Jumbo tuvo una caída en la que se vieron involucrados 4  integrantes.

Un elemento determinante de la presencia de este tipo de cronos en grandes vueltas es que condicionan fuertemente la conformación de los equipos. Un equipo que apueste por esta etapa, preferirá corredores de gran perfil físico, que por su corpulencia seguramente no podrán ayudar al líder en la montaña, abriendo la posibilidad a múltiples estrategias por parte de sus rivales.

(continúa)

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