Boxeo Noticias Opinión

El boxeo necesita a Ryan García

          Una de las escenas más míticas de Scarface es la de Tony Montana perjudicado en el restaurante de lujo. Ahí, indignado por el trato y las miradas de de los demás clientes, que representan lo opuesto a lo que es él, suelta un discurso sincero acorde con su colocón: “necesitáis a gente como yo para señalar y decir: ese es el malo”.

          En el boxeo, muchos aficionados son como esos estirados que miraban a Tony con aires de superioridad. Y el negocio lo sabe y suele tratar de buscar a alguien para que sea ese malo o si no, crearlo. Con eso además tiene un ingrediente esencial para vender esas peleas de personajes antagónicos tan épicas, ya sean reales o guionizadas. El pegador contra el habilidoso. El joven que sube contra el veterano que está de salida. El chico huérfano de un pueblo aislado contra el bully de la capital. El héroe contra el villano.
          Las emociones venden y eso lo saben los promotores. Pagarás para ver ganar al héroe. Y más seguro lo harás para ver perder al villano, que el odio vende más todavía. Así pasaba con Floyd Mayweather. Creó -o potenció- un personaje detestable a ojos del mundo para forrarse y ser un bestseller. No fue el único. Otros como Tyson, Mayorga, Fury o el mismo Ali lo hacían o se lo hacían. Baddest men, trash talkers y mastermind que desarrollaban habilidades canallescas y llevaban al límite su verborrea para jugar con la mente del rival y alimentar sus bolsas.
          En estos días hay pocos malos y a la mayoría de ellos se les ven tan forzados en ese papel que hacen parecer de Oscar cualquier actuación de Ben Affleck. Y ahí es donde destaca Ryan García, ya que lo de ser repelente parece que le sale de forma natural. Eso sí, sin el carisma de los arriba mencionados. El joven se ha pasado todas estas últimas semanas llamando la atención con mensajes que daban vergüenza ajena, pegando youtubers y tirando a todo boxeador o luchador de UFC como un soltero desesperado en Tinder un sabado noche. Todo ello en unas redes sociales en las que parece encontrarse más agusto que en un ring. Lo que, para más inri, no hace que suba su caché y que le valió otra bronca, está vez con su promotor Óscar de la Hoya; también pública a través de la social media.
          Este comportamiento le ha hecho ganar casi tantos detractores como seguidores. Por desgracia para lo estrictamente deportivo, un prospecto con tanta proyección despunta más en el cyberespacio que en la vida real, donde apenas cuenta con un récord destacable todavía. Pero por suerte para el negocio, ahí tienen a alguien con el que pueden crear a su enésimo villano y sacar rentabilidad. Y los fans tienen a ese malo al que odiar, señalar y por encima de todo, pagar por verle perder.
Imagen: Twitter @KingRyanG
@Chris_Le_Gabach

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *