Si no has visto un partido de football americano, por ser a simple vista más complicado y con muchas más reglas. Te animo a que dejes los prejuicios aparcados y busques un partido de la NFL. Quizás al ver la espectacularidad de las jugadas, la preparación física de los jugadores o la estrategia que hay para avanzar cada yarda, te enganches a uno de los deportes más adictivos que existen.
Para leer la primera parte aquí. Continuamos con algunas razones más:
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Comportamiento de los jugadores
Otro aspecto que llama la atención en cuanto ves 1 o 2 partidos de football. Es la capacidad que tienen los jugadores de levantarse sin problema aparente tras ser embestido por un tren de mercancías. Esto se ve mucho sobre todo en los WR cuando capturan un balón en el aire, o en los jugadores que retornan el balón tras un Kickoff.
Este es uno de los puntos que inevitablemente a un aficionado a ambos deportes más le tiene que chocar. Hay infinidad de ocasiones durante un partido de fútbol que los jugadores exageran, gritan, dan vueltas y se retuercen de dolor y unos segundos después se levantan sin ninguna complicación.
Por otro lado, me llama la atención el respeto que hay en los jugadores de la NFL. Por ejemplo, cuando alguno de sus compañeros se lesiona, varios jugadores le rodean hincando la rodilla como si de un soldado caído en la batalla se tratara.
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Tiempo efectivo de juego.
Es cierto que durante un partido de football hay muchas interrupciones del juego, de hecho cada jugada puede durar apenas unos segundos. Pero estas pausas del reloj son clave, y se emplean para decidir la estrategia que se va a ejecutar en la siguiente jugada, para atender a un jugador lesionado o para revisar la acción anterior.
Las reglas que establecen cuando se tiene que parar el reloj están muy bien definidas y todo el mundo las conoce. El partido acaba cuando el reloj marca el final del tiempo y acaba la jugada que se está llevando a cabo. Cada equipo además, cuenta con 3 tiempos muertos. Por lo que, la gestión del tiempo durante el partido es una parte importante de la estrategia para alcanzar la victoria.
Por otro lado, en un partido de fútbol, el cronómetro no se para en ningún momento. Al final del partido, el árbitro añade los minutos que considera oportuno para compensar el tiempo “perdido” por los cambios, lesiones de jugadores o las pausas de hidratación. Este tiempo de descuento en ocasiones no es justo para alguno de los 2 equipos y suele ser tema de debate y polémica en las tertulias.
Y el tiempo de juego, aun siendo continuo, no es efectivo todo el rato. Hay equipos que basan su ataque en aumentar las estadísticas de pases y generan una o dos ocasiones de gol en todo el partido. Incluso en el tiempo de descuento se realizan cambios para que el tiempo avance. En el football, el concepto de manosear el balón no existe, ya que si no se han avanzado las yardas necesarias y se han terminado las 4 oportunidades. El turno de ataque pasa al otro rival, dando la sensación de que en cada jugada puede pasar cualquier cosa.
Para concluir, pienso que estas son algunas de las razones que han hecho que haya un mayor número de aficionados a este deporte durante los últimos años. Además, el sistema de presupuesto limitado por franquicia y la selección de nuevos talentos a través del Draft. Hacen de este uno de los deportes más impredecibles y espectaculares que se pueden disfrutar.
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