ATP Tenis

Adria Tour: la exhibición que desafió a la pandemia

La gira organizada en Europa por Novak Djokovic sorprendió al mundo al celebrarse con público y sin medidas de distanciamiento social. Con la intención de devolver la algarabía a los fanáticos del tenis, terminó con un infortunado desenlace que genera impresiones negativas de cara a las próximas semanas.

Meses de desconcierto 

Hay un popular refrán que señala: “No hay mal que por bien no venga”. Es difícil encontrar un enfoque optimista de la situación actual que el mundo vive, pero es importante aceptar el nuevo contexto y adaptarse a él. El mundo del tenis no es ajeno a los cambios. Han transcurrido 104 días desde la suspensión del Masters 1000 de Indian Wells, la cual desencadenó en la suspensión de todos los torneos oficiales hasta Wimbledon. Fueron largos meses de incertidumbre para los jugadores y espectadores en los que no había ningún comunicado oficial. Sin embargo, el panorama se esclareció poco a poco y la expectativa comenzó a crecer.

Novak Djokovic organiza el esperado regreso

La ATP, en conjunto con la United States Tennis Association (USTA), programó el regreso oficial del circuito para el 14 de agosto en Washington, por lo que los principales jugadores han iniciado su proceso de preparación con miras al nuevo calendario. En paralelo a la decisión de la ATP, llegaba una propuesta gestada por Novak Djokovic, el protagonista (antagonista para muchos) en estos últimos días. El número uno del mundo anunció el Adria Tour, una gira de exhibición en países balcánicos como Serbia, Croacia y Bosnia. Su inicio fue pactado para el 13 de junio y contaba con la presencia de jugadores top como Alexander Zverev, Dominic Thiem, Grigor Dimitrov, entre otros. La iniciativa fue recibida con éxito en los fanáticos y el retorno del tenis se celebró a lo grande.

La primera fecha fue en Belgrado. Los partidos no decepcionaron: no solo las principales figuras como Djokovic, Zverev y Thiem destacaron, también algunos de menor reconocimiento como los locales Filip Krajinović y Nikola Milojević, quienes mostraron su nivel ante los mejores. La final se disputó entre Thiem y Krajinović, resultando ganador el austriaco. Sin embargo, los comentarios de la prensa y aficionados en general no eran en cuestión a los resultados, sino a que el evento se realizó con una gran cantidad de público espectador.

Sin distanciamiento social

En estos tiempos, donde se prioriza el menor contacto posible, los asistentes a los partidos hicieron caso omiso al distanciamiento social y disfrutaron de los encuentros sin problema alguno. Según declaraciones a la prensa de Djordje Djokovic, hermano de Novak Djokovic, se habían tomado las medidas de sanidad respectivas para llevar a cabo las exhibiciones con público, tales como brindar mascarillas a las personas, repartir productos de desinfección y cumplir con desinfectar el recinto al finalizar los partidos. A pesar de las críticas, la organización se veía segura para seguir adelante. Días después, la polémica se encendió de nuevo por sucesos extra deportivos.

El detonante

Las principales noticias del lunes 15 de junio mostraban imágenes y videos de una fiesta en Belgrado, donde aparecían bailando Djokovic, Zverev, Dimitrov, Thiem, entre otros asistentes, quienes disfrutaban de la noche antes de partir a Croacia. Estos hechos generaron revuelo en los medios de comunicación y espectadores, al ignorar por completo cualquier medida de sanidad ante el coronavirus. Djokovic, obligado a declarar ante la controversia, afirmó a Eurosport que respetaron las reglas desde el primer día, y se mostró satisfecho la organización de la primera jornada. Era el momento de viajar a Zadar, Croacia, donde se desarrollaría la segunda fecha. Nada hacía presagiar lo que ocurriría después.

Con la novedad de la inclusión de Marin Cilic, Borna Coric y Andrey Rublev, el torneo iniciaba su segunda jornada. Por un lado, Djokovic empezó a mostrar su mejor versión y logró un pleno de victorias ante su compatriota Pedja Krstin, Coric y el croata Nino Serdarusic, quien reemplazó de última hora a Dimitrov. Por otro lado, Rublev rindió a un gran nivel y derrotó con solvencia a Zverev, Cilic y el serbio Danilo Petrovic. Todo estaba listo para la gran final de domingo: Djokovic y Rublev prometían un partido excepcional para el goce de los fanáticos. Sin embargo, aproximadamente al mediodía se soltó la bomba: Grigor Dimitrov anunció en sus redes sociales que dio positivo por COVID-19 y exhortó a las personas que tuvieron contacto con él a realizarse el test respectivo.

Alarma mundial

La noticia fue un duro impacto tanto para jugadores como para los aficionados. La final se suspendió. No hubo ganador. Perdió el tenis. La preocupación se adueñó del momento, en una exhibición que pretendía dejar de lado las malas noticias por la pandemia actual. El efecto no fue el esperado. Las consecuencias continúan hasta las últimas horas: se ha anunciado que Borna Coric, Marko Paniki, preparador físico de Novak Djokovic y Kristijan Groh, entrenador de Grigor Dimitrov, también han dado positivo al test por COVID-19. Por fortuna, también hay casos negativos como Marin Cilic y Andrey Rublev.

 

Medidas insuficientes

¿Qué es lo que falló? Según los organizadores, se habían tomado en cuenta todas las medidas de seguridad necesarias para realizar el torneo. El exceso de confianza de la organización, ante un contexto donde ningún país debería bajar la guardia por la pandemia, fue una característica notoria en los días previos y los de competencia. Según el medio croata Jutarnji List, en el estadio no hubo control ni desinfección a los asistentes, no se aplicó el distanciamiento social y el uso de mascarillas no era necesario. Sin embargo, es probable que un foco de contagio para algunos jugadores fue aquella fiesta en Belgrado, donde reinó la alegría y el alboroto sin guardar ninguna distancia. Espectadores, tenistas y medios de prensa señalan a un único responsable: Djokovic, quien está en el ojo de la tormenta en estos momentos. 

No se puede negar la buena intención de Djokovic para organizar un evento que ayude a los tenistas a prepararse para la vuelta, y al mismo tiempo, brindar una alegría a los fanáticos del tenis luego de varios meses sin partidos. Incluso, todos los ingresos de patrocinios y derechos de televisión estaban destinados a organizaciones benéficas. Sin embargo, es evidente el error cometido: en medio de una pandemia, la salud es la principal prioridad. En este caso, no se tomaron las medidas sanitarias correctas para un evento multitudinario. No se critica el evento a nivel deportivo, sino a nivel logístico, donde hubo un constante relajo y la salud pasó a segundo plano.

Panorama complicado

Los hechos ya sucedieron. Lamentablemente, el Adria Tour deja un mayor sinsabor en vez de generar confianza en la vuelta del circuito. Se podría considerar un retroceso para el regreso del tenis a nivel mundial. Djokovic, quien forma parte de la organización del evento, es el más criticado en estos momentos. Resulta particular la forma del serbio de conducir el torneo, cuando hace poco declaró para Eurosport acerca del nuevo calendario del tenis: <<no somos los jugadores los que decidimos, nosotros debemos adaptarnos>>. Esa última palabra es clave: adaptación. El mundo ha cambiado, se debe asumir la nueva realidad y adecuarse a ella. De manera involuntaria, las decisiones de la organización desencadenaron una severa consecuencia como los casos positivos por COVID-19 que ya se anunciaron. Bajo una mirada pesimista, muchas más personas involucradas en el torneo podrían ser afectadas por cómo se llevó a cabo el mismo. Por supuesto que se espera todo lo contrario, aunque es inevitable que el riesgo esté presente.

La nueva normalidad

El último domingo fue un día gris para el tenis. Solo el tiempo dictará si los acontecimientos del Adria Tour generarán más secuelas negativas. Sin embargo, lo ocurrido deja una enseñanza: con la salud no se juega. El evento realizado ha servido como prueba para la ATP, que debe observar los fallos y saber qué medidas de seguridad tomarán al respecto con el fin de no arriesgar la salud de los jugadores. Esta vez, la pandemia le ganó al tenis. Pero, no debe ser un momento para lamentos. Jugadores y entrenadores deberán reflexionar sobre las equivocaciones del Adria Tour para no caer en los mismos errores y promover la vuelta segura del circuito. El compromiso de todos aquellos que forman parte del circuito es esencial para un retorno con las garantías necesarias. Las dificultades están destinadas a despertarnos, no a desalentarnos. <<No puedes detener las olas, pero puedes aprender a surfear.>> Esta frase de Jon-Kabat Zinn nos indica cómo acoplarnos a la actualidad y nos ayuda a entender la situación: no podemos cambiar el contexto que se vive actualmente, debemos adaptarnos a la nueva normalidad. El mundo del tenis ha recibido una dura lección, quizá necesaria para salir adelante. Un dicho cotidiano dice que a veces hay que retroceder dos pasos para dar uno más grande. Esperemos que la situación del tenis sea similar. Dependerá del empeñó de todos hacia un mismo objetivo: el regreso del tenis en el nuevo mundo.

Sígueme en Twitter en @Guille2Falcon y sigan toda la información y actualidad deportiva en @SextoAnillo, en https://www.facebook.com/sextoanillo y en nuestro Instagram: Sextoanillo

Fuente de la foto: EFE/archivo 

One Response

  1. He tenido que releerlo, me gusto bastante el articulo, si bien considero que quizas se pudo hacer mas ligero,es decir senti que se explayo demasiado.
    El motivo de la reeleida es de que tenia una sugerencia especifica y no la recorde despues de varias horas.Pienso que con otra leida me podria acordar en que parrafo era que cambiaria simplemente una palabra.
    Mil disculpas, pues fui interrumpida por una llamada telefonica prolongada.
    Hoy es un dia especial para la familia, asi que me limitare a decir que merece el autor Felicitaciones.
    PD Estoy ahora con falta de configuracion en tildes. Muchas gracias.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *