El deporte en general, sea cual sea la disciplina que se practique, va ligado a diferentes conceptos sin los que no se podría aspirar a lo más alto: esfuerzo, sufrimiento, dedicación, organización, trabajo, compromiso….
En este caso, y repasando la receta del éxito anteriormente citada el Club Cisne Balonmano muestra, a lo largo de su historia, todos esos ingredientes aderezado con uno en concreto que le ha ayudado a seguir creciendo año a año: humildad. Sin duda la clave de su éxito.
Con el Cisne empezó todo
Para poder entender todo esto nos tenemos que remontar algo en el tiempo. En el año 1964 un grupo de personas amantes de Pontevedra se preocuparon en acercar diferentes disciplinas deportivas a la juventud de esta ciudad. Nace de este modo el Club Cisne, destacando en deportes tan diferentes como atletismo, baloncesto, piragüismo, voleibol y balonmano.
Se fueron asentando en la ciudad diferentes clubes que se centraban en dar una cobertura más específica a un deporte en concreto. Estos se fueron especializando poco a poco, momento en el que el Club Cisne toma las riendas de un deporte con una gran tradición en Pontevedra: el balonmano.
El deporte de base como estandarte del club
De este modo, a partir de 1970, el Club Cisne Balonmano comienza un largo camino centrado en uno de sus valores principales: el trabajo con el deporte base. Como quien tiene una semilla que ha de ir regando y mimando día a día. Comienzan a trabajar con los más pequeños, viéndose muy pronto unos resultados más que satisfactorios: Campeonatos Gallegos en categorías infantiles, cadetes, juveniles y junior. Incluso han obtenido un más que reconocido tercer puesto en los Campeonatos de España en categoría juvenil, siendo el logro más destacado de un equipo base de la Comunidad gallega. A pesar de todo, lo mejor estaba por llegar.
Como es lógico, todo jugador que forma parte de la cantera de un club, mira de frente a su equipo y de reojo al equipo senior que le sirve de referencia. En este sentido, el Club Cisne Balonmano destacaba por la implicación de todos sus jugadores desde el primer minuto. Ya no solo dentro de la pista, sino que veían al club como algo suyo. Un sentimiento de pertenencia difícil de explicar. Ese sentimiento lo expresan gran parte de los jugadores que han tenido el privilegio de, en algún momento de su carrera deportiva, formar parte de esa gran familia.
Històricos del balonmano
Apellidos históricos del balonmano pontevedrés daban forma a estas plantillas en las que se mezclaba pasión por este deporte y amistad. Porque merece la pena recordar que ante todo el Club Balonmano Cisne es un club de amigos, en el significado más destacado de esta palabra.
Como decía anteriormente, la guinda del pastel todavía estaba por llegar. El destino le debía el ocupar un sitio entre los grandes clubes del balonmano español, y así ha ocurrido.
Después de una temporada en la que el equipo ha estado rozando la perfección y bajo la batuta de Javier Fernández ¨Jabato¨, el Club Cisne ha conseguido el ascenso a la máxima categoría del balonmano nacional, la ansiada liga Asobal.
Y todo ello fiel a su estilo: trabajar la base, mimar la base y contar con la base. Santi Picallo, presidente del club, ha demostrado que ésta es una apuesta que, con paciencia y muchísima ilusión, funciona. Quizás sirva de referente para futuros proyectos deportivos en nuestro país.
Solo queda levantarse, quitarse el sombrero, darles la enhorabuena y desearles muchísima suerte en su nueva andadura entre los grandes.
Que el binomio Cisne-Asobal se prolongue en el tiempo.
Síganme en @PabloVilar78 y sigan toda la información y actualidad deportiva en @SextoAnillo, en www.facebook.com/sextoanillo o en nuestro Instagram: sextoanillo
