En estos últimos años, el fútbol sala está creciendo a pasos agigantados. En su lucha por ser reconocido como profesional, cada vez aumenta más el número de personas que comienzan a interesarse por este deporte capaz de despertar tantas emociones. Como muestra de ese crecimiento, encontramos la Liga Nacional de Fútbol Sala, considerada la mejor liga del mundo y que ha reunido este año a 16 equipos.
Uno de ellos es El Pozo Murcia FS. Y es que la LNFS no sería lo que es hoy día sin El Pozo Murcia. Hacemos referencia a uno de los históricos de este deporte, que ha disputado más de 1000 partidos en la competición. ¿Y qué ha logrado en ese tiempo el equipo ´charcutero`? Cinco Ligas, cuatro Copas de España, dos Copas del Rey, seis Supercopas de España, una Recopa de Europa, una Copa Ibérica y siete Copas Presidente.
Una gran cantera
Cuando hablamos de El Pozo Murcia, tenemos que hablar de su cantera, considerada como una de las mejores del panorama nacional de la que han salido jugadores como Fernando, Matteus o Álex. El club apuesta fuertemente por los jóvenes talentos, en especial de la Región de Murcia, que sueñan con llegar a debutar con el primer equipo.
De Maradona a Paulo Roberto
El Pozo es una entidad que nació dispuesta a apostar en serio por el fútbol sala. De hecho, en 1991 trató de fichar a Maradona con el objetivo de convertirlo en la estrella del equipo en la temporada 91-92, la tercera en lo más alto. Tras su sanción de 15 meses por dar positivo en un test antidrogas al acabar un partido con el Nápoles, el astro argentino no vivía sus mejores días. El presidente por aquel entonces, Eloy Jiménez, explicaba que quería darle la oportunidad al Pelusa de rehabilitarse deportivamente y de cambiar su imagen. A cambio el ´boom´ que supondría su fichaje haría que se llenasen los pabellones y de esta manera se rentabilizaría la inversión. No vino Maradona, pero pocos años después llegó Paulo Roberto, considerado mejor jugador de la historia del fútbol sala y que supuso un salto de calidad para el equipo y para este deporte. El hispano-brasileño vistió la camiseta de El Pozo durante 15 años y se convirtió en director deportivo de la entidad tras su retirada. Posteriormente, vendrían otros grandes jugadores como Kike, Wilde o Miguelín entre otros.
La Marea Roja
Asimismo, cabe destacar la importancia de la afición, que se encarga de apoyar a su equipo hasta el final y que nunca se rinde, la Marea Roja. Capaces de levantar a los suyos en los peores momentos y de darles ese plus que se necesita cuando escasean las fuerzas. El Palacio de los Deportes se convierte en una auténtica caldera, sobre todo en las grandes citas. Cerca de 7.500 personas que durante 2 horas, no se cansan de animar a los suyos guiados por el sonido de una trompeta que no deja de sonar. ¡El Pozo! ¡El Pozo! Los aficionados se convierten en el sexto jugador del equipo. Ese ambiente y esa presión hacen que el Palacio de los Deportes sea una de las pistas más complicadas de toda la liga.
A día de hoy, no se puede concebir una Liga Nacional de Fútbol Sala en la que no esté El Pozo Murcia. Y es que la influencia que ha tenido este club en estos 31 años de historia sobre la liga y sobre el fútbol sala es inmensa.
Twitter: @pedretti96
