El partido que lo cambió todo. Ilusión, trabajo y humildad condensados en 40 minutos. Aquí la segunda parte…
Parte II: El fútbol sala
La Copa de España de 2015
En torno a 2015, llegó mi conversión definitiva y mi abandono al deporte del once contra once. Llegó la Copa de España de Fútbol Sala en Ciudad Real, donde el Jaén Paraíso Interior Fútbol Sala llegaba como equipo novato en la competición, recién ascendido. Entrenado por Dani Rodríguez, amigo desde el colegio en Jaén. Y, ¡catacrac!, primer partido y 2-4 a ElPozo Murcia, uno de los Big Three de la LNFS, y ganando con toda justicia y, ¿por qué no decirlo?, con suficiencia. Recital táctico de Dani.
La semifinal contra Burela no fue tan brillante como el partido de cuartos pero sí que fue más emocionante. Final de infarto y victoria in extremis. El Jaén FS pasaba a la final y no iba a ser una comparsa ni un convidado de piedra en ella.
Ese partido de la final de la Copa de España completó mi conversión y empezó mi amor por este deporte al que de pequeño había intentado jugar (siempre he sido un niño gordito). Intentado, porque era un tronco-pivot, pero algún partido medio en condiciones tuve…
Ese partido de la final, viendo al Jaén Paraíso Interior FS salir a morder a un todopoderoso FC Barcelona desde el segundo inicial. Aconsejo ver el primer minuto a José López intimidando a Sergio Lozano (que desapareció en ese momento), marcando un gol en el segundo 45” y demostrando que en esa final, el Jaén FS no iba de farol. Disfruté mucho la retransmisión, porque disfruté escuchando cómo Ramón Pizarro y Cancho (TVE) no daban crédito a lo que estaban viendo. Recuerdo un comentario de Cancho en el minuto 12 de partido indicando: es la primera vez que el FC Barcelona tira a puerta. 12 minutos de un prácticamente recién ascendido, en su primera participación en una Copa de España, que aguanta doce minutos a un equipo como el FC Barcelona.
Y no solo aguantar, sino ponerse 4-1 en la segunda parte, llegar a estar ganando 6-2 a falta de un minuto y ganar la Copa. Recuerdo estar delante del televisor nada más que pensando: “pero, ¿esto qué es? ¿cómo es posible? Que alguien me despierte”. En ese partido me enamoré del fútbol sala y del Jaén Paraíso Interior FS. Encarnaba todos los valores que considero importantes, no ya solo en el deporte, sino en la vida en general: trabajo, compromiso, responsabilidad, humildad.
Mi definición del fútbol sala
No puedo negar que esto llegó tras desilusionarme con el fútbol once, pero viendo el Fútbol Sala he aprendido a ser menos forofo, menos fanático. He aprendido a disfrutar de este deporte sin pintarme la cara de ningún color, de poder ver un partido y ser lo suficientemente imparcial para no sesgar mi opinión, para no inclinarme hacia un lado demasiado. El poder disfrutar de jugadores como Ferrao o como Ricardinho, disfrutar de aficiones como las de Valdepeñas, Cartagena o Jaén (ciudades pequeñas con equipos grandes).
¿Qué tiene el Fútbol Sala? Es dinámico, eso que decía el gran Andrés Montes, “si parpadeas, te lo pierdes”. Es un deporte en el que siempre está pasando algo, es rápido, no tiene apenas interrupciones, ves regates en un baldosín, goles imposibles, ves deportividad a raudales, emoción…
Y, además, este deporte me ha dado una segunda oportunidad para poder cumplir algo que creía que no podría tener: ser un ‘periodista’ deportivo.
Os dejo una foto del estado de la nueva casa del Jaén Paraíso Interior FS a 26 de mayo de 2020. La competición está parada, pero hay cosas importantes que siguen en marcha:
Algún día volverá la competición, no como antes, pero volverá y podremos disfrutar de este deporte que, sin duda alguna, debería ser olímpico, por representar en la actualidad más valores olímpicos que su ‘hermano mayor’. Al menos, tal como lo ve un humilde ingeniero que escribe sobre Fútbol Sala.
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