Repasamos grandes momentos del deporte de la raqueta en los últimos tiempos y en esta ocasión, nos detendremos en un jugador sueco nacido en Tibro y que jugó su último partido como profesional con 27 años. Una retirada prematura provocada por una mononucleosis que le tuvo noqueado durante más de 4 años antes de colgar la raqueta definitivamente en 2015, acabó con la carrera de un jugador que pasará a los anales por ser el primero capaz de superar a Rafa Nadal Roland Garros, en 2009, tras un partido donde el escandinavo rozó la perfección.
Ascenso lento los 3 primeros años
El tenis profesional es conocido por ser un deporte muy poco agradecido con los jugadores y donde es muy difícil ascender posiciones pero extremadamente fácil perderlas y la historia de Söderling refleja perfectamente esta dinámica. Un tenista que comenzó como profesional en 2001 pero que se fue haciendo con el tiempo un hueco entre los mejores de esa generación del Big 3.
Tras unos primeros 3 años de carrera donde su ascenso fue poco a poco y donde disputaba más torneos del circuito Challenger que ATP, el sueco fue consiguiendo experiencias y año a año, mejorando para dar el paso y llegando a la final de Estocolmo en 2003, donde cayó ante el norteamericano Mardy Fish.
Su primer título llegó en 2004 tras imponerse en Lyon superando al belga Malisse en la final y tras un año donde parecía que podía establecerse entre los 40 primeros en el ranking y continuar con su escalada en la clasificación, una lesión de rodilla en 2005 le hizo de nuevo perder gran parte de los puestos que había logrado y tuvo que volver a recuperar posiciones en la tabla, aunque en esa temporada logró hacerse con el título de Milán tras derrotar a Stepanek en la final.
2006 se antojaba clave para comprobar el verdadero potencial de un jugador que comenzaba a asomar en las últimas rondas de los torneos pero que no acababa de dar el salto. Cerró el año sin cosechar ningún triunfo individual pero en la posición 25, un gran avance que le hacía acudir a los grand slam como cabeza de serie y evitar así, rivales con ranking muy superior en las primeras rondas. El año 2007 no significó un gran paso en su carrera ya que no llegó a ninguna final ni consiguió títulos aunque tuvo lugar el famoso enfrentamiento en Wimbledon donde cayó con Rafa Nadal en 5 sets y donde comenzó la dura rivalidad entre ambos que tendría secuelas años después.
Un cambio de entrenador cambia por completo su carrera
2008 fue uno de los mejores años de su corta carrera, en cuanto a finales y títulos, ya que durante ese año, el sueco logró conquistar el torneo de Lyon y alcanzar la última ronda en Rotterdam, Memphis y Estocolmo, sin embargo los altibajos en su juego provocaron que el de Tibro decidiera dejar a su entrenador en ese momento, Peter Carlsson y contratar a Magnus Norman, con el que viviría su época más gloriosa.
Desde que comenzó a trabajar con Norman, los resultados eran cada vez mejores y al título obtenido en Lyon bajo su tutela, le siguieron 3 años fantásticos donde alcanzó el top 4 y rozó la gloria por 2 veces en Roland Garros. La primera de ellas, llegaría en 2009, un torneo donde después de dejar en el camino a David Ferrer, logró la victoria que le encumbró en el mundo del tenis, al infringirle la primera derrota a Rafa Nadal en su Philippe Chatrier, la misma donde ya había triunfado los 4 años anteriores. Con este triunfo sobre Nadal, Söderling apareció en el panorama tenístico de manera definitiva y su techo estaba por conocer. En ese Roland Garros, su techo estuvo en la final, donde un Roger Federer superior consiguió su primer y único entorchado en París, pero su ascenso no había hecho más que comenzar.
A partir de ahí, su nivel tenístico sólo crecía y su presencia en las rondas altas era cada vez más frecuente, aunque siempre aparecía Federer en su camino para cortarle las alas, tanto en Wimbledon como el US Open, aunque pese a eso, logró su mejor resultado allí. Ese año logró cosechar un nuevo título, conseguido por fin en su casa, en Bastad. Pero la temporada no acabó ahí, pues su increíble ascenso en el ranking, le permitió cerrar la temporada en el top 8 y acceder al Masters de Londres, donde ni corto ni perezoso, se coló en las semifinales, tras dejar en el camino a jugadores del nivel de Rafa Nadal o Novak Djokovic en la Round Robin, pero cayendo ante Del Potro en la penúltima ronda.
Alcanza en 2010 el número 4, su mejor ranking y el primero de los mortales
2010 fue el año de su consolidación definitiva en la cumbre tenística, aunque a la sombra del Big Three. Su irregularidad fue poco a poco dejando paso a un tenis mucho más constante y donde el sueco pudo desplegar todo su talento con golpes milimétricos y de gran precisión. Pese a un comienzo de año un tanto tímido, su gran tenis se fue haciendo hueco con actuaciones como la de Rotterdam donde sumó un nuevo título tras derrotar a Youzhny en la final o la gira de marzo por Indian Wells y Miami, donde se quedó a un paso de la final en ambos, cayendo ante Roddick y Berdych, respectivamente.
En la gira de tierra, sus actuaciones volvieron a encumbrarle como uno de los tenistas a tener en cuenta sobre polvo de arcilla y pese a no conquistar ningún título, logró 3 actuaciones de mérito: final en Barcelona, cayendo ante Verdasco, final en Bastad, donde cayó ante otro español, en este caso, Almagro que le privó de repetir título, pero sin duda, su mejor representación llegó de nuevo sobre la tierra parisina, donde partiendo como uno de los favoritos tras su anterior actuación sobresaliente, no se dejó llevar y consiguió repetir presencia en la final, tras dejar en el camino a su bestia negra Roger Federer en rondas anteriores y lograr su primera y única victoria ante el maestro suizo, pero donde cayó ante el balear Rafa Nadal que conseguía su quinto título sobre la arcilla de Roland Garros.
En Wimbledon logró su mejor actuación, llegando a cuartos de final, donde Rafa Nadal le apartó de la lucha por el título y en el US Open, mismo resultado aunque esta vez su verdugo fue Roger Federer. El año lo cerró a lo grande tras conseguir su primer y único título de Masters 1000 al imponerse a Monfils en París Bercy aunque en el Masters de Londres, no pudo repetir presencia en semifinales y quedó apeado en la Round Robin.
2011, su mejor año pero también su último
2011 fue el mejor año en cuanto a éxitos individuales se refiere pero también significó su adiós prematuro al tenis, tras serle diagnosticada una mononucleosis que le produjo una fatiga permanente que no pudo superar y que dio por finalizada su carrera cuando mejor nivel estaba ofreciendo. Pero antes de ese mes de julio donde disputó su último partido como profesional, Söderling tuvo tiempo de conseguir 4 nuevos trofeos logrando una temporada excelente en cuanto a títulos. El primero de ellos llegó en el mes de enero donde se hizo con el triunfo en Brisbane tras superar a Andy Roddick en el partido por el título. Además, en ese mes, logró su mejor actuación en el Open de Australia tras colarse en la cuarta ronda donde un sorprendente Dolgopolov, le dejaba fuera.
El mes de febrero fue sobresaliente y el sueco, consiguió dos nuevos títulos, al lograr revalidar su triunfo en Rotterdam tras derrotar a Tsonga en la final y una semana después, hizo lo propio en la cita de Marsella, donde consiguió llevarse el título tras superar a Cilic en el último partido. En cambio, en la gira americana su camino tanto en Indian Wells como en Miami, acabó en segunda ronda. Sin embargo, su gira por tierra fue algo mejor, logrando colarse en cuartos de final en Roma y Madrid. Roland Garros le esperaba tras dos años donde rozó con los dedos el triunfo y dos finales perdidas y él fiel a su cita fue avanzando rondas, pero su viaje acabó en cuartos de final, donde de nuevo Rafa Nadal le apartó de la lucha, camino de su sexto entorchado en París.
En Wimbledon, su travesía acabó en tercera ronda, siendo su verdugo un joven Bernard Tomic y en Bastad, sin saberlo, firmó su último torneo y su última victoria como jugador profesional, tras un torneo que dominó de cabo a rabo y donde no cedió ni un solo set camino de su segundo y último título en la tierra sueca que le vio por última vez saltar a una pista de tenis el 17 de julio de 2011, fecha en la que se impuso con claridad en la final a David Ferrer y fecha que puso fin a su corta pero exitosa carrera deportiva.
La mononucleosis acaba con su carrera
A mediados de agosto fue diagnosticado de mononucleosis, una enfermedad que ya había puesto en peligro la carrera de otros tenistas como Roger Federer o Andy Roddick que por suerte, pudieron superarla pero no fue el caso del sueco, que tras 4 duros años de pelea contra la enfermedad y contra sí mismo, decidió dar por finalizada su carrera tenística y abandonar su sueño de regresar a las pistas. Fueron 4 años donde entrenar se convirtió en una auténtica odisea y donde la fatiga crónica pudo con él, impidiéndole seguir desplegando ese juego valiente y agresivo que le llevó a la gloria y que le hará ser por siempre recordado como el primer jugador que convirtió en mortal a Rafa Nadal sobre la arcilla de París.
Por @c_herranz
Foto principal: Getty Images
