Hoy todos a lo largo y a lo ancho del mundo estamos pasando, con diferentes grados de dureza, las mismas experiencias, gracias a que desde hace unos meses, un “desafortunado” incidente en Wuhan, República Popular China, ha liberado al mundo un virus que nos muestra en nuestra faceta menos expuesta como seres humanos del Siglo XXI, que es la vulnerabilidad.
El caso del rugby
Para los que se dedican a un deporte, y en este caso me voy a referir al Rugby en particular, estar lejos del campo de juego, es como un castigo extra al que ya se debe sobrellevar.
No sin sobresaltos, con errores de manejo en las herramientas, e improvisación, esa maravilla que son los clubes de Rugby amateur, empezaron a tratar de generar desde las actividades virtuales, no sólo ocupación del tiempo ocioso que todos los integrantes de esas instituciones tienen, si no que amalgamado a esas actividades hay algo mas que se trata de generar, que es el acompañamiento y la contención desde el club, algo que no es menor.
Cada integrante de esos clubes esta pasando esta circunstancia de manera personal y distinta, algunos en familia, otros en soledad, pero sentir que desde su segunda casa , la gente que les rodea, esta pensando en cómo la estas pasando y que puede hacer para que la pases mejor, es profundizar en una circunstancia rara, y diferente a todo lo que se ha vivido hasta ahora, las virtudes que se tratan de enseñar cuando se forma a un rugbier.
El punto de vista de las Uniones
Por otro lado desde las Uniones, y las diferentes usinas de información no oficiales, algunas de estas últimas con fines marketineros o viendo una oportunidad, fluye una catarata de información que en general es útil, necesaria y buena para implementar, pero que esta generando en los entrenadores, sobre todo, que es el público principal al que están dirigidas estas charlas, una sobreinformación que no es buena, mas que nada porque se recibe mucha información de Rugby profesional, y después ese entrenador esta con chicos de 15 años, o infantiles.
El exceso de información, es tan malo como la falta de ella, aunque la falta de , se soluciona más fácil.
Es momento de contención, de pensar y de aprender, y es momento de ser equilibrado para que esta crisis se pueda transformar en una oportunidad de mejora, no sólo en nuestros conocimientos, si no en lo más importante, en nuestros comportamientos.
@sespector
