Tras la disputa de la ultima etapa de la Paris-Niza, tanto el ciclismo, como todo el mundo del deporte afronta un parón indeterminado, al menos en Europa, debido a la crisis generada por la pandemia del coronavirus, motivo por el cual desde Sexto Anillo vamos a analizar un poco la temporada de un corredor que esta siendo una de las sensaciones de estos primeros meses, Nairo Quintana.
Tras unos últimos años en los que el colombiano estaba encorsetado, intimidado o falto de confianza en el Movistar Team y pese a todo conseguía victorias importantes, como una etapa en la pasada Vuelta y otra en el pasado Tour, hay que reconocer que el cambio de aires le ha sentado muy bien puesto que en Arkea ha recuperado el pulso competitivo y el hambre por la victoria.
Su fichaje por Arkea fue una sorpresa para todos puesto que pasaba de ser uno de los líderes de uno de los mejores equipos del World Tour a ser líder casi único en un equipo de segunda categoría que ni siquiera tenía asegurada su presencia en las mejores competiciones pero el poder llevar a hombres de su confianza con el como su hermano Dayer o Anacona inclinaron la balanza a favor de los franceses.
Pese a todo el equipo ha conseguido invitaciones para carreras importantes tales como las clásicas Amstel, Flecha y Lieja, Dauphine y sobre todo el Tour de Francia, carreras en las que este nuevo Nairo puede seguir dando visión a su equipo con sus actuaciones, que por ahora están siendo sobresalientes.
Ya en el inicio en los campeonatos de Colombia se le veía más fino tras una buena pretemporada y brillo tanto en la crono como en línea acabando 2º y 4º respectivamente.
En su vuelta a Europa, el corredor debutó en el Tour de la Provence, carrera que tenía una etapa llana y tres de media montaña, una de las cuales tenia final en alto en Chalet Renard, la mitad del puerto del mítico coloso Mont Ventoux. En esta carrera con rivales de entidad como Pinot, Carthy, Kelderman o Kuss, demostró que estaba en un buen estado atacando desde lejos como hacia tiempo que no se le veía y llevándose la etapa reina y la general, primeras victorias del equipo y para él también.
La siguiente competencia para Quintana era el Tour de los Alpes marítimos o Du Haut Var con tres etapas, una de media montaña y dos con final en los míticos puertos de la París Niza como Col d´Eze y el Mont Faron. En esta prueba se impuso en la segunda etapa en el Col d´Eze ante grandes rivales como Pinot de nuevo, Bardet o Porte y también atacando con fuerza y lejos de la meta demostrando ambición. El último día de la prueba sirvió para administrar la ventaja ante una escapada y anotándose de nuevo la general de otra carrera.
Su última carrera ha sido la Paris Niza donde acudia como uno de los favoritos a la victoria final pero una caída en la segunda etapa le dejo cortado y le hizo perder cerca de minuto y medio con lo que se quedo sin opciones en la general. Pese a todo no se elimino de la carrera y en la ultima etapa, con final en alto en La Colmiane, con un gran ataque a falta de 4 kilómetros se impuso. De nuevo mostrando la ambición y la rabia que hacia tiempo que no mostraba, quizás para querer demostrar que le habían dado por muerto antes de tiempo.
Todo lo ganado esta temporada, le hace llegar a 5 victorias que le hacen ser uno de los más destacados de este inicio de temporada junto a corredores como Evenpoel o Pogacar, dos de los jóvenes llamados a marcar el futuro en este deporte.
El gran cambio de Quintana de esta temporada, más que de equipo, es de figura. Se le ve mucho más fino que otras temporadas, lo que le ha hecho recuperar algo de alegría en la escalada. Es difícil ya que le veamos de nuevo luchar por la victoria en el Tour de Francia y más tras los grandes rivales que puede tener pero estará luchando de nuevo como en sus buenas épocas de Movistar. Naironman ha vuelto
imagen destacada: www.paris-nice.fr
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