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El deportista y la formación personal

 

Un reto fundamental de la Psicología en la formación del deportista tiene que ver con la capacidad para tomar decisiones deportivas y personales apropiadas para su desarrollo integral. Para tal fin, el entrenamiento que se realiza colabora en la toma de “buenas decisiones deportivas”. Se les enseña a ejecutar determinadas acciones en momentos específicos de acuerdo a planes y estrategias determinadas. Ahora bien, cabe preguntar, ¿se entrena al deportista para que tome buenas decisiones personales que impacten positivamente en su desarrollo personal y deportivo?

Persona y deportista

Es necesario partir de la premisa que no es posible escindir deportista de persona, es decir, primero está la persona y después el deportista. Por lo tanto, el empeño que se pone en el entrenamiento de habilidades deportivas debe multiplicarse al momento de trabajar en el desarrollo personal del mismo. Proceso formativo que tiene un inicio, pero que, al igual que en lo deportivo, no culmina nunca de desarrollarse.

Entrenadores y entrenados

Para tal fin, la Psicología resulta de gran ayuda. Ya que permite vislumbrar elementos singulares y grupales de entrenados y entrenadores que pueden trabajarse para lograr un mejor desarrollo personal y deportivo. En términos generales se pueden pensar en cuatro ejes a tener en cuenta en las divisiones formativas para formar más allá de lo específicamente deportivo.

  • Lo deportivo es un ámbito más de la formación personal: aunque parezca obvio, conviene recordarlo en los tiempos que corren. Debido a la fascinación que provocan los éxitos en el alto rendimiento deportivo suele confundirse que la realización deportiva es lo que basta para la realización de una vida. Esto provoca una cantidad de sesgos en formadores y padres que pueden ser muy dañinos para el deportista. Es importante que familiares y entrenadores tengan una visión integral de la persona que están formando. Que cultiven otros ámbitos, como el psicológico, afectivo, vincular, social e intelectual durante el proceso. De este modo, se le otorga al deportista en formación un mensaje esencial; ni la vida ni la realización personal provienen solo de lo deportivo, por lo tanto, la presión deportiva se relativiza, se hace menos pesada y más manejable. En la conciencia de los padres y entrenadores también es necesario trabajarlo y compartirlo, ya que pueden ser transmisores de mensajes contradictorios y cargados de presión perjudicial hacia el futuro.
  • Trabajar el autoconocimiento: la tradicional máxima griega, “conócete a ti mismo”, resulta esencial en el proceso formativo. Se trata de invertir tiempo y disponer de medios para que el deportista se conozca más allá de sus cualidades deportivas. Esto implica tener en cuenta la dimensión psicológica, afectiva y vincular del sujeto. Se trata de que el mismo pueda aprender a conocer lo que siente, a comunicarlo efectivamente y manejarlo de acuerdo a sus objetivos. Conocerse y comprenderse lo llevará tomar decisiones acordes no solo a sus características deportivas sino también en orden a su crecimiento y proyecto personal. Favoreciendo esta idea pueden venir a la mente muchos ejemplos donde una joven promesa decide irse a un mercado económicamente importante, pero humana y deportivamente demasiado exótico para sí mismo y que su carrera se ve coartada o detenida en su desarrollo. Pasa a la inversa cuando la decisión de cambiar se toma teniendo en cuenta múltiples factores y el deportista parece haber “encontrado su lugar en el mundo”, esto es, un espacio adecuado para su desarrollo humano y deportivo óptimo. Frecuentemente la diferencia entre el acierto y el error en este tipo de decisiones viene dada por una carencia en el autoconocimiento personal. Cuanto mayor sea el conocimiento que el deportista tiene de sí mismo aumentan las probabilidades de que sus decisiones extra deportivas sean acertadas y promuevan su desarrollo deportivo y personal.
  • Reconocer y establecer vínculos interpersonales significativos: la vida del deportista suele estar marcada por cambios de locaciones y de grupos de pertenencia. La capacidad para reconocer vínculos interpersonales significativos y sostenerlos es clave para dar un marco de estabilidad existencial. De este modo, los vínculos significativos actuarían de sostén humano para que el desarrollo deportivo no sea afectado por los vaivenes deportivos. A su vez, la estabilidad en los vínculos significativos previos suele brindarles a las personas mayor capacidad para establecer nuevas relaciones. Es decir, la capacidad de reconocer y sostener vínculos significativos colabora esencialmente para el establecimiento de nuevos. Por lo tanto, un deportista con buenos vínculos previos estará más confiado para establecer nuevos y sufrir menos en la adaptación a lugares y grupos. Formar a la persona más allá del deportista implica trabajar en su singularidad y en su capacidad para reconocer, establecer y sostener vinculaciones significativas.
  • Aprender a leer contextos de desarrollo: un deportista que sabe leer el juego, toma buenas decisiones en el campo. En paralelo, una persona que saber leer el contexto donde se desarrolla, ha de tomar mejores decisiones personales. Es indispensable en la formación de un deportista apuntar a un mayor conocimiento del contexto donde se encuentra. Se trata de que tenga habilidades para adquirir y analizar información importante sobre lugares e instituciones, su historia, sus valores y la actualidad. Pues el conocer dónde puede llegar a desarrollar su actividad le dará posibilidades de elegir lo que es mejor para su desarrollo. Se trata de no solo de obtener información sino de analizarla de acuerdo a lo que es mejor para el desarrollo personal y deportivo, y decidir en consecuencia. Educar en la lectura tanto de contextos, como de lugares, de grupos posibles a integrar, del conocimiento y valoración del staff técnico y sobre los roles posibles a ocupar en el equipo es un desafío para formadores. Así, la formación del deportista no se ciñe a lo estrictamente deportivo, sino que debe integrarse en un proceso de desarrollo singular, dentro de un contexto determinado.

Psicología y formación personal

Apuntar a la persona que está detrás del deportista no sólo es un deber en la formación, sino también un elemento clave para el desarrollo de una carrera deportiva. Pues quien toma buenas decisiones existenciales ha de tener mayores posibilidades de desplegar con mayor libertad sus cualidades deportivas. He aquí el punto clave donde radica la importancia del aporte de la Psicología en la formación de los deportistas.

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