Cuatro Grand Slams y diez Masters Mil componen los principales torneos del ATP World Tour que acaparan la atención de los aficionados al tenis alrededor del mundo, las máximas figuras se encuentran presentes y los llamados NextGen buscan sobresalir dentro del universo de estrellas consolidadas.
Comenzando en enero con el Abierto de Australia, Indian Wells y Miami en superficie dura hasta abril donde las circunstancias cambian: Montecarlo, Madrid y Roma anteceden a Roland Garros para cerrar la temporada sobre arcilla, y es en julio, que llegamos al césped de Wimbledon, el torneo de quizá mayor prestigio, no sólo por ser un Grand Slam, sino por encerrar toda la tradición del llamado «deporte blanco», donde encuentra sus raíces y el de mayor antigüedad llevándose a cabo desde 1877.
En los últimos dieciséis años el trofeo de este prestigioso torneo ha sido levantado por sólo cuatro hombres «The Big Four«: Roger Federer encabeza la lista con el mayor número de triunfos en la historia del certamen acumulando un total de ocho, le sigue Novak Djokovic con cuatro, Rafael Nadal y Sir Andy Murray cierran esta lista con dos victorias respectivamente. Además de esto, ellos son quienes han encabezado el ranking mundial por más de una década, y cuando no lo han hecho es debido a alguna lesión.
Estos datos dicen mucho sobre la dificultad que representa este tipo de superficie, demuestra que sólo muy pocos la dominan. La nueva generación de jugadores que se han ido consolidando en el Top Ten como Dominic Thiem, Alexander Zverev y Stefanos Tsitsipas, han dado buenos resultados en lo que va del año, especialmente Thiem quien destacó con su triunfo en Indian Wells frente a Federer y la final en Rolad Garros con Nadal. Sin embargo, los logros no son constantes y estos tres jóvenes representantes de la llamada nueva generación, las esperadas sorpresas, han sido eliminados en las primeras rondas del torneo en césped, ¡Sí que han sido la sorpresa del torneo! pues han dejado un camino menos «áspero» a los tres cabezas del ranking.
Lo cierto es que nada está escrito, pero el césped de Wimbledon, la prueba de fuego, ha modificado la mayoría de los pronósticos y estaremos atentos al rumbo que tomen las cosas a la final del 14 de julio.
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Foto vía @Wimbledon
