El miércoles os hablábamos de todos nuestros campeones mundiales, ya sea ruta o contrarreloj pero por encima de todos ellos os destacábamos el nombre de Oscar Freire, el corredor más especial que hemos tenido en los mundiales, y os decíamos que merecía un capítulo aparte, aquí lo tenéis.
Oscar Freire pasó a profesionales en el equipo Vitalicio Seguros en 1998, pero no sería hasta el año siguiente cuando todo el mundo ciclista, incluido en España, le empezó a conocer de verdad.
Llegaba Oscar al mundial de 1999 en Verona tras un año lastrado por las lesiones en el que solo había corrido 11 carreras junto a una selección formada entre otros por grandes ciclistas como Txente García, Álvaro Glez de Galdeano, “Triki” Beltrán, Iñigo Chaurreau o Melchor Mauri entre otros ciclistas y todos dispuestos a trabajar para Chechu Rubiera, que era el que podía tener más opciones de sacar un buen puesto en meta.
La carrera llegó a la última vuelta con un grupo importante de 11 ciclistas, muchos de ellos los grandes favoritos como Ullrich, vencedor de La Vuelta, Franck Vandenbroucke, ganador de la Lieja, Francesco Casagrande, vencedor en San Sebastián, Oscar Camenzind o Michel Boogerd y entre todos ellos también un Freire por el que nadie apostaba.
Tras ataques y contraataques en la última vuelta, Freire atacó en los metros finales para distanciarse y poder celebrar así una victoria con la que nadie, ni siquiera el mismo, contaba. Segundo fue Markus Zberg y tercero Jean Cyril Robin.
En 2001 el mundial se celebraba en Lisboa, misma ambición ya ahora si con Freire como líder único de una selección en la que se encontraban Casero, Beloki, Aitor Osa, Eladio Jiménez, Rubiera, Sevilla o Vicioso entre otros. En este caso la selección española trabajó para llevar la carrera abierta hasta la última vuelta donde pese a todo tuvo un pequeño susto ya que un ataque de Simoni cogió desprevenido a Freire en cola del grupo, pero el ataque fue reducido por los mismos italianos, Casagrande y Lanfranchi.
Tras este ataque la selección espabiló y llevó a Freire a la punta de pelotón. En el sprint Freire se situó inicialmente a rueda de Zabel y tras un gran sprint adelantando por el interior a Dekker consiguió su segundo mundial por delante de Bettini que fue 2º y Hauptman 3º.
El tercer mundial llegó en 2004, y sería el último para el ciclista cántabro y que colofón final, de nuevo en la ciudad de Verona donde abrió la veda de triunfos mundialistas 5 años antes. En aquella ocasión Freire acudía al frente de una selección en la que brillaban Horrillo, Nozal, Eladio Jiménez, Marcos Serrano o Paco Mancebo, aparte de Flecha, un joven Valverde y el campeón el año anterior, Igor Astarloa.
En esta ocasión Freire en el sprint final fue lanzado por Valverde, que aún así acabó 6º, para imponerse a Zabel que acabó 2º y a Luca Paolini que se llevó en esta ocasión el bronce.
Con 28 años Freire había entrado en el olimpo ciclista igualando a grandes mitos como Eddy Merckx, Alfredo Binda o Rick Van Steenbergen y con la posibilidad de poder superarles ya que aún era joven y disputaría varios más. Aún así ni lo sabíamos ni nos hubiésemos imaginado que ese sería el último maillot arco iris que logró el ciclismo español, una sequía que este año aspiramos a romper con Alejandro Valverde.
Como último dato, Oscar Freire consiguió también una medalla de bronce en el mundial de Plouay en el año 2000 también, un corredor irrepetible para nuestro ciclismo y al que aún añoramos en estas pruebas de un día
Imagen destacada: www.steephill.tv
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