Se repetía la final de los pasados Juegos Olímpicos, por una parte Carolina Marín que venía de jugar contra la anfitriona Bingjiao He, mientras que Sindhu Pusarla había derrotado a la actual campeona mundial Akana Yamaguchi.
Tras casi una hora de partido, Carolina ha logrado un hito que hasta ahora nadie lo había conseguido, ser la primera jugadora en ganar tres veces el Mundial, algo inverosímil de pensar hace unos años para un país como España.
Carolina Marín lo había hecho en 2014 en Copenhague (Dinamarca), en 2015 en Yakarta (Indonesia) y lo ha vuelto a lograr este año, en 2018, en Nanjing (China).
A las 10:15, hora española, empezó el encuentro con ambas jugadoras dando los mejor de sí mismas, comenzó el encuentro con 3 a 1 para Carol aunque enseguida la india tomó la iniciativa y se puso por delante, sin embargo, no se llegó a ir definitivamente, llevando siemrpe una ventaja de 2 ó 3 puntos, llegándose al break con 11 a 8.
Tras la reanudación nada cambió, Sindhu seguía dominando el set buscando el cuerpo de su contrincante, Carol seguía buscando recortar distancias, pero el volante se le iba fuera cada vez que intentaba ajustarlo, convirtiéndose estos en errores no forzados que desembocaban en puntos para Pusarla, pero hubo un punto de inflexión en el 11 a 15, momento en el que Carolina encarriló 5 puntos consecutivos que le dio confianza, varió su juego desde el rectificado y terminó ganando por 21 a 19. El primer golpe moral era de la española.
Y si hay algo difícil, no es otra cosa que enfrentarse a Carolina en las citas importantes y con la moral por las nubes, y así lo demostró en la segunda manga, salió a morder, a dominar, a atacar y enseguida consiguió un 5 a 0 que la impulsó a dominar, volvió el torbellino de Huelva y como un remolino se fue hacia la victoria, y aunque le costó cerrar el encuentro, lo consiguió logrando un 21 a 10 que la converte en campeona del mundo por tercera vez en su carrera.
Ya en el pódio, cuando sonaba el himno, se pudo ver a una Carolina emocionada, llena de lágrimas, en la cuales se reflejaban su felicidad, su alegría, el fruto de un trabajo bien hecho y que le ha servido para agrander su historia y su leyenda en el mundo del bádminton, un deporte que hasta hace poco, era exclusivamente para los países asiáticos.
Tras el encuentro, la campeona quiso dejar un mensaje para su afición, (escuchar)
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Fuente de la foto: @COE_es
