¿Experiencia o frescura?, esa era pregunta antes de esta segunda semifinal con el Györi clasificado ya para la gran final quedaba por saber quien sería su rival. Finalmente la experiencia del Vardar se impuso a la frescura novedosa del Rostov.
Lo cierto es que el partido no dio para mucho desde el primer momento. Un partido insulso y descafeinado, como tomarse un «Trankimazín» después de la primera semifinal entre Györi y Bucuresti. Por desgracia lo más destacado del partido fue la aparentemente grave lesión de Ana Paula Rodrigues en el tobillo derecho.
Las rusas dirigidas por Frederic Bougeant no se sintieron cómodas, sin fluidez ofensiva, atascadas y cada una intentando hacer la guerra por su cuenta. A nivel defensivo, la cosa no mejoraba, y tras los primeros cinco minutos de partido, las macedonias del Vardar ya mandaban 1-3. Estas, comandadas por una soberbia Andrea Lekic entraron en el partido con un ritmo muy superior, mucho más centradas en ataque, encontrando múltiples opciones y en defensa mucho más seguras, sobretodo, con una espectacular Leynaud bajo los palos.
Avanzaban los minutos, Rostov intenta entrar en el partido, pero no era posible, pero tampoco Vardar lograba anotar, en parte gracias al acierto de Pessoa en la portería rusa y en parte por las numerosas pérdidas que ambos equipos estaban teniendo, así que en este contexto, llegamos al minuto 10 con un marcador de 2 a 4 favorable a Vardar. La situación del partido provocó que en el minuto once el técnico de Rostov pidiese tiempo muerto.
Tras el tiempo muerto Rostov varió su defensa a una 5:1 con la «Guerrera» Alexandrina Barbosa en el avanzado sobre Lekic, pero no surgió efecto, pues apareció en el extremo Radicevic que obligó a las rusas a regresar al a defensa 6:0 y llegando al minuto 20 con el marcador de 4-7. El equipo ruso no daba con la tecla y empezaba a rotar jugadoras pero ninguna era capaz de intimidar a las macedonias, mientras, la primera parte se esfumaba caían los minutos y todo seguía igual, pocos goles, muy pocos y el partido comenzaba a volverse muy tosco sobre el 40×20 así que lo mejor era que llegase el descanso y lo hizo con un 7-10 a favor de Vardar.
La segunda parte fue más de lo mismo, solo sirvió para que el partido se volviese más y más gresco y en este juego, el Vardar tiene siempre las de ganar.
La salida a los vestuarios abría una nueva pregunta ¿Podría Rostov sobreponerse a los nervios de la primera parte? Pronto se vio que iba a ser difícil que eso ocurriese, en los primeros 5 minutos de la segunda parte se repitieron las pérdidas y fallos de la primera, sobre todo del lado ruso y provocó que el Vardar comenzase a manejar diferencias de 5 y 6 goles, pero a pesar de ello subieron la intensidad defensiva y ayudadas de Slivinskaya en la portería fueron intentando recortar la diferencia hasta que en el minuto 45 llegaron los dos protagonistas del partido.
Pongámonos en antesala, Rostov había logrado recortar la diferencia y ponerse de nuevo a tres tantos, 12-15, sacaban las macedonias de centro y Cvijic no se percató que «Shandi» Barbosa estaba atenta y está robó el balón dirigiéndose en contraataque hacia la portería del Vardar, en ese momento, el segundo técnico del conjunto macedonio, el español Roberto García Parrondo pidió tiempo muerto apretando el pulsador del Lázló Papp Arena las colegiados y la delegada de la EHF decidieron sancionar a Roberto y reanudar el juego con golpe franco a favor de Rostov y precisamente en esa reanudacción, Ana Paula se «rompe» el tobillo, la lesión se veía grave desde el primer momento, ella sola apoya mal y se duele, al final tiene que salir la camilla para sacarla del terreno de juego.
Rostov tiene que tirar de casta, no le queda otra, acababa de perder a una de sus jugadoras insignia, y lo hizo, liderada por Ekaterina Ilina la cual dio un recital de su calidad (que alguno que otro ponía en duda tras sus lesiones) y se echó el equipo a la espalda y las rusas con su nueva timonel a la cabeza, recortaron en el marcador pero al final no fue suficiente y el Vardar respondió bien y de forma contundente, en los últimos instantes la ventaja no hizo más que crecer y crecer hasta que al final de los 60 minutos reglamentarios, el marcador se quedó en 19-25.
Las macedonias se llevaron el partido y el pase a la final que se juega el domingo a las 18:00 donde esperan tomarse la revancha de 2017 ante el Györi.
Fuente imagen destacada: ehfcl.com
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