Definir el partido vivido hoy en el Pabellón de la Fuensanta de Córdoba, se nos antoja complicado, intensidad, entrega, pasión y al final balonmano en estado puro, una oda a los amantes de este bello deporte, que hoy en La Copa de la Reina ha vivido toda su expresión.
El partido tuvo dos caras bien definidas, en la primera parte el Canyamelar Valencia, demostraba su superior categoría con un mejor asentamiento posicional sobre el campo, con un defensa que maniataba las circulaciones de las fuensantinas y que hacían que estas tuvieran muchas pérdidas de balón, no encontrando cómodas posiciones de lanzamiento, lo que permitía un juego rápido de las valencianas que se iban al descanso seis goles arriba, amparadas también en la actuación de su portera Amparo Aguas que era el último obstáculo insalvable para Balomano Adesal.
Es de justicia referir que las cordobesas fallaron lanzamientos claros de contraataque y en penetraciones a 6 metros que podrían haber disminuido las diferencias, además de contar con una Amanda Valero en portería que está a un nivel muy alto en sus actuaciones. Pero llegó la segunda parte, no sé que pócima imaginable creada por ese tándem de banquillo cordobés conocido por los hombres de negro,(Paco Bustos-Alberto Ruiz) pudo hacer llegar a las jugadoras; el partido cambió de forma radical, la diferencia de categoría comenzó a dejar de notarse y #losavioncitos empezaron a despegar y se empezaron a creer que habría que hacer algo más, aplicaron una férrea defensa sobre Nitsan Dunai, controlaron los lanzamientos de Carlota Rubio, y como no, Doña Amanda Valero para poder parar casi todo.
La primera línea cordobesa empezó a mover ficha y tanto como Sisse, Espe López, Alba Sánchez, dieron una movilidad al equipo que antes no había tenido, haciendo llegar los balones hasta la segunda línea en mejores condiciones para poder finalizar. En ese momento apareció la tapada del partido, Coral Ramos que con sus goles y asistencias terminaba de romper la defensa Valenciana. A pesar del sobre esfuerzo de las locales, Bm Canyamelar mantenía ventaja de uno o dos goles, siempre bien movida por Alicia Asencio.
Los últimos compases del partido aumentaron aún mas la intensidad emocional y Eva Márquez puso la guinda culminando la remontada a falta de seis segundos. Este gol desató la alegría en las jugadoras y cuerpo técnico que además contaron con un apoyo incondicional del público cordobés, había valido la pena el espectáculo, queda un partido y se podría decir «Todo es posible en Valencia»
Imagen destacada: Cordópolis
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