Crónica Patinaje Artístico

Érase una vez una veterana pareja teutona

Pues sí, el que la sigue la consigue, o en este caso, el arte de ganar el oro olímpico a los 34 años de edad como ha demostrado esta veterana pareja teutona. Quien piense que en patinaje artístico sobre hielo, o en el deporte en general, sólo se pueden alcanzar grandes resultados cuando se es joven y fresco como una lechuga, está muy equivocado.
La competición de la categoría de parejas ha concluido, y ya podemos aclamar a nuestros laureados ganadores.

Hace apenas unas horas, los patinadores alemanes Aljona Savchenko y Bruno Massot, se han encargado de enviar a todo el planeta el mensaje muy clarito; si se quiere, si se quiere de verdad, y se intenta una y otra vez, y se trabaja con todo el alma, y si los dioses del patinaje se ponen de tu parte en el momento adecuado, se consigue. La edad es lo de menos.
La pareja alemana se han coronado como los vencedores en la categoría de parejas de patinaje artístico sobre hielo, y se llevan a casa el oro. Y no ha sido miel sobre hojuelas, precisamente.
Los chinos Wenjing Sui y Cong Han han quedado en segundo lugar a tan solo 0.5 puntos y los canadienses Meagan Duhamel y Eric Radford consiguen el bronce tras una temporada y media llena de altibajos.

Un programa corto de escándalo

En la madrugada del martes al miércoles, durante el programa corto de parejas,  pudimos presenciar uno de esos eventos tan raros, que hacen palidecer a los eventos astronómicos más inusuales; pudimos disfrutar de una competición prácticamente limpia por parte de todas las parejas y plagada de la mejora de las marcas personales. En 15 años como aficionada, puedo contar con los dedos de una mano (y me sobran dedos) algo así, y mucho menos en unas olimpiadas.

La pareja italiana Valentina Marchei y Ondrej Hotarek, durante el programa corto de parejas. Via AFP/La Presse

De las 22 parejas que participaban, solo 16 podían pasar el corte y realizar el programa largo al día siguiente. Se premiaba la perfección. Y perfección es lo que obtuvieron los jueces.
Un total de 12 parejas rompieron su propio récord de puntuación personal. Hacerlo siempre demuestra que vas por el buen camino en tu desarrollo como patinador, pero hacerlo durante el transcurso de unas olimpiadas, sumando los nervios que se tienen, es muy especial.

La pareja china Sui/Han se colocaba provisionalmente en primera posición en la carrera hacia el oro, tras realizar un programa corto perfecto, con una puntuación de 82.39 y todos los grados de ejecución de los elementos en positivo.
Les seguía muy de cerca la pareja Rusia Evgenia Tarasova y Vladimir Morozov con 81.68 puntos, que superaban en estos JJOO su mejor marca personal en un programa corto.

El tercer puesto iba a parar a la pareja canadiense Duhamen/Radford, que venían de ganar dos días antes la medalla de oro en la competición por equipos. A pesar de tener un dudoso triple Lutz en paralelo, obtenían la nota de 76.82.
La gran sorpresa de la noche fue el desplome hasta el cuarto puesto de los favoritos en muchas de las apuestas. Los alemanes Savchenko/Massot perdían muchos puntos por el camino, por culpa de un grave error. Savchenko realizaba sin problemas un triple Salchow, como tenían programado, pero Massot dejaba el salto en doble. Según el sistema, solo se tendrá en cuenta el salto de menor nivel de dificultad. Obtenían una puntuación de 76.59, muy cerca del podium, pero estos errores en patinaje se pagan muy caros.

La pareja china Wenjung Sui y Cong Han, al finalizar su programa corto. Via Getty Images

Las puntuaciones del resto de parejas, hasta llegar a los novenos clasificados, eran tan cercanas (todas rondando los 74 puntos) que prácticamente todos tenían posibilidades de luchar por el podium.

Cabe destacar las participaciones de algunas de estas parejas que hicieron magníficos programas; Xiaoyu Yu y Hao Zhang, de China, poderosísimos y elegantes. Valentina Marchei y Ondrej Hotarek, de Italia, que se volvieron a meter al público en el bolsillo al ritmo de Tu vuo fa l’Americano, y los franceses Vanessa James y Morgan Cipres, que aunque no obtuvieron un record personal, se quitaron la espinita que tenían clavada desde el Cameonato de Europa.

Nervios en el programa largo

¡Que había mucho en juego! ¡Vaya si se notaba!
Y la cosa se puso interesante desde bien temprano. La primera noticia de la tarde que llegó fue el plan de elementos programados para el programa largo de los alemanes. Cuádruple Twist, triple Axel lanzado y cuádruple Salchow lanzado.
Para cualquiera que se pare a analizar la dificultad de estos elementos, quedan claras dos cosas: que se han vuelto locos y que van a intentar remontar y a por el oro. Si lo intentaban y les salía bien, sería un programa legendario de ver, y si no, pues lo habían intentado.
Desde luego, el mundo es de los que arriesgan.

Empezaba la competición esta madrugada bastante irregular. Muchos fallos, muchas caídas y solo un puñado de programas bien ejecutados. Ha sido una competición de sufrir.

La pareja china Xiaoyu Yu y Hao Zhang durante su programa largo. Via Getty Images

Grandes parejas, que en condiciones normales habrían logrado un top 10, como son los chinos Yu/Zhang o el matrimonio americano formado por Alexa Scimeca Knierim y Chris Knierim (que venían de lograr dos magníficas actuaciones y la medalla de bronce por equipos). Ambas parejas hicieron actuaciones nada propias de ellos, en las que el espectador sufría por las caídas, las inestabilidades en los elevados, y los fallos inesperados.
Por su parte, los canadienses, que tenían a tres parejas en el programa largo y las tres acabaron en buenas posiciones. Kirsten Moore-Towers y Michael Marinaro quedaron en la 9ª posición, sus compatriotas Julianne Séguin y Charlie Bilodeau, un puesto más arriba, en la 8ª, y los grandes triunfadores fueron nuevamente Duhamel/Radford que se llevaron a casa la medalla de bronce haciendo uno de sus mejores programas hasta ahora.
Los italianos Marchei/Hotarek pusieron el broche final a la competición de sus vidas. Record personal tras record personal han ido escalando puestos y mejorando contundentemente. Como bien decía “la Marchei” en el Kiss&Cry al ver sus puntuaciones: ¡Y además en las Olimpiadas!

Llegados al último grupo, la expectación era máxima. Si los alemanes (que además abrían grupo) se atrevían a hacer los elementos que tenían planeados, la competición se iba a poner muy interesante.
Salen Savchenko/Massot, la dupla teutona empieza a patinar, y enseguida podemos ver que van a lo seguro. No realizan finalmente ninguno de los complicadísimos elementos previstos. Pero realizan un programa impecable, sentido, equilibrado entre lo técnico y lo artístico. Prácticamente todos los grados de ejecución (GOE) que les dieron los jueces, eran los máximos. Ninguna de las puntuaciones en artística bajó de los 9.5 puntos (sobre 10).

La pareja canadiense Meagan Duhamel y Eric Radford durante su programa largo. Via Toronto Star

No rozaron la perfección. Fueron la perfección. O al menos toda la perfección que se puede llegar a ser en este deporte.
Las demás parejas tuvieron pequeños problemas; los canadienses Duhamel/Radford, tuvieron una pequeña complicación en la recepción del triple Lutz. Los chinos Sui/Han tuvieron un programa bastante accidentado, con problemas en la combinación en paralelo y el triple Salchow. A pesar de traer una gran ventaja en puntos del programa corto, en la clasificación general acabaron quedando detrás de los alemanes y delante de los canadienses. A tan solo 0.5 puntos de la medalla de oro.
La última pareja en salir al hielo fue la rusa Tarasova/Morozov. Y los nervios les traicionaron. Caída en un doble Salchow que debió ser triple y caída en el triple Salchow lanzado, les apartaron de toda posibilidad de conseguir medalla. Acabaron en cuarta posición.

Podium de parejas: Sui/Han (China), Savchenko/Massot (Alemania) y Duhamel/Radford (Canada). Vía Der Spiegel

Aljona Savchenko, de origen ucraniano, nacionalizada alemana, 5 veces olímpica, 2 veces bronce olímpico, 5 veces oro mundial, 6 veces oro europeo, que en 2014 empieza a competir con su actual pareja, el francés nacionalizado alemán Bruno Massot, ha cumplido su largamente ansiado sueño a la edad de 34 años. Y nos manda un poderoso mensaje: que nunca dejemos de intentarlo.

 

Clasificación general:

 

Fuente: web de la ISU

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