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Berlín 1916. La Primera Frustración – Grandes Hazañas Olímpicas (IX)

El Comité Olímpico Internacional había elegido a Berlín, como sede para organizar los Juegos Olímpicos de 1916. Pero la Primera Guerra Mundial (1914 – 1918), originada por la rivalidad de varios poderes imperialistas, interrumpió el ciclo olímpico y los Juegos de 1916 no se celebraron. Esta guerra fue, en su momento, el conflicto bélico más sangriento de la historia. Las potencias principales, dirigidas por el Imperio Austrohúngaro, fueron vencidas por los aliados multinacionales con el saldo de millones de muertos, heridos y desaparecidos.

(Imagen: Anillos Olímpicos. Vía: Blog.candyconceptsinc.com)

Algunas semanas antes de que comenzara la guerra, en la reunión del Comité Olímpico Internacional, celebrada en París el año 1914, se decidió la admisión de una bandera como símbolo del olimpismo, que dibujó personalmente el Barón de Coubertin. Se trataba de una bandera blanca con cinco anillos entrelazados, con los colores azul, amarillo, negro, verde y rojo. Cada uno de los colores representa a un continente, siendo el azul el correspondiente a Europa, el amarillo a Asia, el negro a África, el verde a Oceanía y el rojo a América.

(Imagen: Bandera Olímpica. Vía: http://footage.framepool.com)

También en 1914 se instituyeron ya las primeras colaboraciones regulares y periódicas entre el Comité Olímpico Internacional y las Federaciones Internacionales de los distintos deportes que formaban parte del programa de los Juegos.

El choque bélico llegaría también al olimpismo, y el Barón de Coubertin, que tenía la intención de retirarse del Comité Olímpico Internacional (C.O.I.), decidió seguir dirigiendo aquel organismo, y se opuso a la celebración de los Juegos Olímpicos en Escandinavia y en América del Sur, ya que estos le correspondían a Berlín. También se opuso a la pretensión de Gran Bretaña de excluir del C.O.I. a los Comités Olímpicos de Austria y de Alemania.

En 1915, el Comité Olímpico Internacional, se residenció en Lausanne, eligiendo aquella ciudad tranquila y amable como capital y sede del olimpismo.

Finalmente, en noviembre de 1918, se firmó el acuerdo, que ponía fin a la Primera Guerra Mundial, sin embargo, en los imperios derrotados se incitaba un sentimiento de rencor que, con el tiempo, desencadenaría la Segunda Guerra Mundial.

En este tiempo, Europa enfrentaba una lucha criminal que parecía poner fin a los sueños de Pierre de Coubertin, incluso era posible que los Juegos no volvieran a celebrarse nunca más. La crisis económica y la inflación dificultaban la supervivencia de las personas en las que los ideales clásicos de bondad, verdad y belleza los habían defraudado. No obstante, el “fuego” olímpico seguía vivo, y en cenizas o en rescoldo, abría la posibilidad de restaurar la armonía en Europa.

Un Nuevo Periodo

Los Juegos de Amberes 1920 volvieron a reunir a deportistas de todo el mundo, a pesar de que el comité organizador terminó en bancarrota, logró darle continuidad al ciclo olímpico.

En París 1924 se rompió el récord de países participantes, y con la participación de cien atletas de sexo femenino, se marcó un hito en la historia de los derechos de la mujer, y en Ámsterdam 1928, la cifra de mujeres participantes alcanzó casi a las tres centenas.

En los Ángeles 1932, la reducción en el número de participantes se entiende por el problema de la Gran Depresión económica que iniciada en Estados unidos de Norteamérica, se ampliaba por todo el mundo.

Los Juegos de Berlín 1936 fueron el mayor espectáculo olímpico del que se tenga memoria, por el alto desempeño de los atletas participantes (con el caso emblemático de Jesse Owens), y la ceremonia centrada en el culto al cuerpo.

(Imagen: Juegos Olímpicos de Berlín en 1936. Vía: www.nytimes.com)

A pesar de todo esto, el gobierno de Adolfo Hitler, encargado de la organización de los Juegos de 1936, marcaría nuevamente un infortunio en la historia de los Juegos modernos. El expansionismo alemán desencadenó la Segunda Guerra Mundial (1939 – 1945), una monstruosa continuación de la Primera, que terminó con el 2 % de la población mundial, y que debido a esto, las dos siguientes ediciones de los Juegos (1940 y 1944) tuvieron que ser suspendidas.

(Imagen Destacada: Primera Guerra Mundial. http://www.eluniversal.com.co)

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