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Lactato y ejercicio

Entender qué es el lactato y su relación con el ejercicio y el rendimiento en el mismo supone profundizar en bases fisiológicas de las cuales escapamos, por lo que este pequeño artículo pretende dar una visión cercana y útil al respecto.

El lactato no es “el malo de la película” en el deporte. No es el causante de las agujetas como muchos creen ni de las “pájaras”. Se produce de forma continua en el organismo, aumentando concentraciones acorde a la intensidad del ejercicio, disminuyendo las mismas en el descanso, pero siempre siempre está ahí.

Es una fuente de energía, con la salvedad de que al ser un ácido (ácido láctico) acidifica nuestro medio, lo “desequilibra”, y en exceso, produce fatiga muscular. ¿El éxito? Entrenarlo, como todo, pues se puede entrenar, aun no siendo conscientes de ello.

Vayamos paso a paso…

 

¿QUÉ ES EL LACTATO?
El lactato es un compuesto químico que procede del metabolismo glucolítico anaeróbico, es decir, de la degradación de la glucosa en ausencia de oxígeno que se lleva a cabo en células musculares y glóbulos rojos.

 

¿LACTATO O ÁCIDO LÁCTICO?
Realmente la degradación de glucosa es en piruvato, y éste en ácido láctico, que pierde su protón vía lactato deshidrogenasa, conformando el lactato como tal. A efectos prácticos utilizamos ambos términos de forma análoga.

 

¿LACTATO COMO RESPUESTA AL EJERCICIO?
De forma habitual la glucosa se degrada en una sustancia llamada piruvato, en presencia de oxígeno, es decir, en un metabolismo aeróbico. Cuando no hay suficiente oxígeno celular para esa degradación y persiste la demanda energética, se produce lactato.

La producción de lactato es una reacción fisiológica a la falta de oxígeno, no siendo negativa en el deportista, siempre y cuando se produzca en una fase avanzada del ejercicio y el deportista, acorde al entrenamiento, sea capaz de utilizar ese lactato.

 

CONCEPTO DE UMBRAL ANAERÓBICO
El punto en el cual se lleva a cabo la obtención energética sin presencia de oxígeno, se conoce como umbral anaeróbico. Este umbral anaeróbico se relaciona de forma directa con el volumen de oxígeno y el ejercicio en resistencia, de forma que cuanto mayor sea, menor será el acúmulo de lactato en el organismo.

Grandes volúmenes de oxígeno permiten “alargar” la vía aerobia y la capacidad oxidativa celular, aumentando el umbral anaeróbico y retrasando la acidificación del medio que produce el lactato, con su consiguiente alteración del equilibrio ácido-base y su interferencia en la contracción muscular y fatiga secundaria.

 

RENDIMIENTO Y FATIGA MUSCULAR
Existe una relación lineal entre intensidad de ejercicio y niveles de lactato en sangre hasta que se alcanza el umbral anaeróbico, donde esa relación se convierte en exponencial, disparándose el lactato. En este momento aparece la fatiga, y es la gestión de la misma la que condicionará el rendimiento.

 

Y hasta aquí, espero haber aclarado algunos conceptos y no haber sembrado más dudas en un tema en parte controvertido y de mayor profundidad.

 

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