‘La Roja‘ ilusionó a propios y extraños después de una exhibición magistral en La Rosaleda donde los nuestros mostraron que tienen mucho fútbol y que son claros aspirantes a conquistar el próximo Mundial de Rusia. Lopetegui sigue invicto.
Rodeados de todo tipo de polémicas y con el fútbol en un segundo plano, España logró una clara victoria frente a Costa Rica en el primer ensayo antes del Mundial de Rusia. Los nuestros controlaron todas las fases del partido y convencieron a una Rosaleda entregada a la causa que ovacionó como se merece a su héroe local. Porque Isco fue uno de los grandes atractivos. Pero también, Silva, e Iniesta, y Aspas, y también Thiago… En fin, que, con este equipazo, y lo que falta, hay licencia para soñar. Además, el triunfo prolonga la buena racha de Lopetegui al frente de ‘La Roja‘. Aún no conoce la derrota.
Con la polémica de la camiseta ocupando todos los focos mediáticos, el encuentro arrancó según el guión previsto. España comenzó mandona. Se hizo con el balón y las ocasiones empezaron a llegar. La primera fue para Morata, después de un centro desde la parte derecha que no pudo rematar. Pero, a los seis minutos, en una acción muy similar, Jordi Alba abrió el marcador gracias a un potente disparo al que Carvajal no tuvo tiempo de reaccionar. El tanto, séptimo del futbolista del Barça con España, tuvo una dedicatoria muy especial.
El tanto no frenó las ansias de los nuestros por llegar a la meta rival. En apenas tres minutos, Morata se fabricó dos ocasiones que obligaron a Carvajal a intervenir de forma providencial. ‘La Roja’ continuaba su dominio sobre el césped ante una Costa Rica que, con el sistema de cinco zagueros, buscaba en alguna contra suelta la opción de igualar la contienda.
Y superado el ecuador de la primera mitad, Silva, Iniesta y Jordi Alba se asociaron por banda izquierda para que el canario pusiese un balón raso al área pequeña que Carvajal no atrapó y Morata aprovechó para hacer el segundo. Tras el tanto, los nuestros durmieron el partido a través de la posesión del balón. La pelota iba de un lado a otro sin que los futbolistas costarricenses pudiesen hacerse con ella. Uno de los artífices de este buen fútbol fue Isco, que cada vez que tocó el balón se llevó una gran ovación.
Al filo de la media hora de partido, Costa Rica vio por primera vez a Kepa. Fue en una jugada por banda izquierda que Venegas enganchó de volea y Ureña no llegó, por poco, a rematar en el segundo palo. La réplica de España no se hizo esperar. Tras un saque de esquina, Piqué se encontró con un balón franco en el área que no pudo convertir. También lo intentó Isco de falta directa, pero se encontró con un buen Carvajal que envió el balón a córner.
Antes del descanso, España disfrutó de otras cuatro ocasiones muy claras de gol. Dos fueron de Morata. La primera se marchó por poco, y en la segunda, Carvajal estuvo fenomenal para achicarle el hueco al delantero del Chelsea. Las otras dos estuvieron en la cabeza de Piqué. El central del Barça conectó dos buenos remates que se marcharon por poco. Con el 2-0 llegábamos al descanso.
La segunda mitad arrancó en la misma línea que la primera. Lopetegui introdujo cuatro cambios, y el balón siguió circulando entre las botas de los futbolistas españoles. Pese a ello, se pudo ver claramente que el ritmo de juego era inferior al del primer acto. Pasados los cinco minutos de la segunda mitad, y tras una buena combinación entre Iniesta y Aspas, con el posterior mal despeje de la zaga visitante, Silva puso el tercero en el marcador. El canario volvía a ser fiel a su cita goleadora con ‘La Roja‘. Era su décimo tanto desde la llegada de Lopetegui.
El festival del canario continuaría cuatro minutos después. Otra vez Silva, otra vez por banda izquierda y, a diferencia de antes, esta vez con la izquierda, Silva hizo el cuarto. El del City robó el balón, pisó área y no dudó en hacer su doblete. Llegados al sesenta y cuatro de partido, La Rosaleda brindó la gran ovación de la noche. Isco dejó su sitio en el terreno de juego a Asensio e hizo que todos los presentes se pusiesen de pie para rendir homenaje al mago malagueño.
La fiesta de España continuaría pasados los setenta minutos. Bartra le cedió a Iniesta un balón en el centro del campo campo, y el futbolista manchego condujo el esférico hasta la frontal, le pegó duro y logró la manita. Inmediatamente después, el del Barça fue sustituido bajo una gran ovación. En los minutos finales, España mantuvo la posesión de balón, pero esta vez sin ver portería, aunque a punto estuvo Aspas tras un pase de Asensio y Borges, que se encontró con Kepa. Los nuestros, por tanto, cerraron el encuentro con una manita que convence a todos los aficionados y permite volver a soñar con la posibilidad de repetir la imagen de Johannesburgo.
Ficha técnica
Imagen destacada: as.com
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