Llega a su fin la aventura china de Rubén Castro, desde que se hiciera oficial el pasado 11 de julio su marcha al Guizhou Hengfeng Zhicheng FC en calidad de cedido hasta el 31 de diciembre, y que se salda con 11 partidos, 7 goles, 2 asistencias y con la duda de qué pasará ahora con su futuro.
En plena pretemporada estallaba la noticia por todos lados: Rubén Castro estaba a punto de marcharse, de un día para otro y, además, a la Superliga China. Corrían ríos de tinta en los periódicos y los aficionados, incrédulos ante la posible salida de su estandarte, consultaban y refrescaban páginas y páginas cada minuto. Así, en menos de dos días, el delantero abandonó las instalaciones, hizo oficial su marcha y se metió en un avión rumbo a China, donde compartiría equipo con el también español Mario Suárez y entrenado por Gregorio Manzano.
Y pronto empezó a contar con la confianza de su entrenador: debutaría en la jornada 18, solo dos después de llegar, dando su primera asistencia y estrenándose con victoria, para ya la siguiente jornada, marcar su primer gol en la competición, volviendo a sumar 3 puntos. Y, caprichos de la vida, en la siguiente jornada se reencontraría, esta vez en el banquillo opuesto, con Gustavo Poyet, entrenador que empezó la temporada anterior en el banquillo del Real Betis, con el que tuvo más de un desencuentro hasta que fue destituido a causa de los malos resultados. Y no pudo ser peor el reencuentro para el técnico uruguayo: derrota por 0-3 con dos goles del ariete canario que terminaba de alejar a su equipo de los puestos altos.
No pararía ahí la racha, puesto que en los siguientes 5 partidos de liga marcó en tres de ellos y dio una asistencia en el otro, quedando solo en blanco en la derrota ante el Tianjin Quanjian, al no participar en dicho encuentro. Pasó un pequeño bache al no aportar en las dos derrotas siguientes, no jugar en la siguiente contra el GZ Evergrande, pero se despidió a lo grande de su afición asiática con una última victoria local, acompañada de un soberbio gol sentando dos veces al guardameta rival. Descansaría en la última jornada, finalizada con derrota como visitante.
Así terminaría la exótica aventura del veterano delantero grancanario, que ya se encuentra en Sevilla, descansando y a la espera de una decisión definitiva sobre su futuro. Más allá de su excelsa trayectoria como verdiblanco (máximo goleador histórico del Betis, dos veces pichichi de Segunda División, máximo goleador del equipo cada una de sus 7 temporadas etc), hay que sumarle esta positiva experiencia en la Superliga China, demostrando que, a pesar de sus 36 años, sigue teniendo el olfato goleador intacto. No obstante, este año por primera vez desde que llegó a Heliópolis, tiene verdadera competencia, amén de su socio Jorge Molina: Sergio León y Tonny Sanabria.
La parroquia verdiblanca tenía muchas dudas de la capacidad del delantero cordobés y del guaraní de sustituir al eterno 24 verdiblanco: el primero, solo cuenta con una temporada en Primera División, la pasada en Osasuna, saldada con 36 partidos y 10 goles; el paraguayo, después de una buena primera temporada en el Sporting de Gijón, tuvo un grandísimo bajón la pasada campaña (en gran parte, por las continuas lesiones) con solo 3 goles en 22 partidos. Pronto se disiparían las dudas: el canterano bético empezaría la temporada como titular y, pese a un mal debut en el Camp Nou, en el segundo partido ya vería puerta acumulando 6 hasta la fecha entre Liga y Copa del Rey; por su parte, el ex de la Roma no debutaría hasta la 2 jornada, entrando unos minutos ante el Celta y no marcaría hasta la 5 jornada, en la victoria del Bernabéu, continuando la racha con 6 goles más en los 5 siguientes partidos, pasando por encima de su rival en la delantera y situándose entre los máximos goleadores de la competición.
Por ello, crecen las dudas en torno a la situación de Castro, puesto que tiene contrato hasta junio de 2018 (extensible una campaña más), pero podría no llegar a cumplirlo a raíz de la dura competencia en la delantera, donde ya no es indiscutible, aunque con el bonito reto por delante de superar a Poli Rincón como máximo goleador del Betis en 1ª (está a solo dos tantos de igualarle) y retirarse en Sevilla. Solo falta ver qué deciden Setién y el propio Rubén, al que la afición recibirá seguro con los brazos abiertos.
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