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Entrenamiento funcional para la vida o el rendimiento deportivo

En este artículo intentaré orientaros y aclarar sobre cómo deberían ser nuestros entrenamientos si tenemos un objetivo concreto o si pretendemos una mejora de nuestro rendimiento en el deporte específicamente a través del famosamente conocido entrenamiento funcional. ¿Preparados?

 

Para ambos casos debemos tener claro que significa la palabra “transferencia” en cuanto a entrenamiento se refiere. Cuando hablamos de buscar que nuestros entrenamientos tengan una transferencia, es para referirnos a que los ejercicios que realicemos en nuestras sesiones tengan una concordancia y nos puedan ayudar a mejorar situaciones concretas en nuestra vida o en nuestro deporte. Estos ejercicios suelen contener movimientos iguales o similares completamente o en parte, a los que nos vamos a encontrar en el día a día, queriendo siempre ser eficientes en busca de resultados.

Primero vamos a empezar hablando de los famosos entrenamientos funcionales. Básicamente su significado es focalizar todos los ejercicios para la mejora de un objetivo concreto, para ello se necesita que estos tengan  una transferencia lo más directamente posible. El método de entrenamiento funcional no es nada novedoso, es algo que los terapeutas y recuperadores de lesiones deben vienen haciendo para mejorar los automatismos de movimientos repetitivos en nuestra vida, con la misión de hacerlos correctamente y alejar los riesgos que puedan tener. Por ejemplo, una persona que transporta todos los días bolsas o cajas pesadas, debería en sus entrenamientos funcionales realizar ejercicios que le ayudarán a mejorar los patrones de movimiento para elevar el dicho peso y transportarlo, en este caso un ejercicio ideal sería “Farmer’s Walk” o el “Paseo del Grajero” y realizarlo con diferentes variantes para además que ese punto de variabilidad nos ayude a conseguir mejoras rápidas y de manera efectiva.

 

En las rutinas habituales de gimnasio nos encontramos siempre los mismos ejercicios para todas las personas aún que tengan una finalidad diferente. ¿Porque hacer un Curl de bíceps con mancuernas pudiendo hacer un ejercicio más completo con el que trabaje más grupos musculares y además tenga trasferencia para mejorar mi oficio? Esta es la idea con la que nace la tendencia del entrenamiento funcional. Ahora se dispone de mucho material pensado para estos tipos de sesiones como el fitball, bosu, TRX, Smashball, Kettleball…con los que se pueden hacer infinidad de variantes para diseñar los ejercicios de forma atractiva para los usuarios, pudiendo y debiendo utilizar también de manera adecuada los pesos libres (mancuernas, barras y discos), ¡pero la técnica, lo primero!

Un error habitual es pensar que el entrenamiento funcional es solo aquél que se realiza con nuestro propio peso como carga. Pero sí que es cierto que una persona que no levanta mucho peso en su vida, no necesita especialmente exponerse a cargas pesadas y que los ejercicios en los que debe mover su peso, quizá son más funcionales.

 

Cuando hablamos de entrenamientos funcionales para la mejora de rendimiento deportivo, debemos ponernos en un contexto de competición y pensando en que la prioridad es optimizar los resultados. Los ejercicios en este caso deben tener alto grado de transferencia y especificidad. Los diseños de sesiones no deben obviar lo importante que será el peso con el que trabajes, el tiempo de cada serie, musculaturas implicadas, los descansos y destacadamente la velocidad de ejecución. El preparador físico sabe la importancia de estos factores y no puede pasar ninguno de ellos por alto.

Pongo énfasis en que hay que crearlos poniendo el foco en el rendimiento en competición. Por ejemplo en balonmano el gesto del pase en el jugador central se repite una gran cantidad de veces en un partido en cambio para el jugador de la posición de extremo este gesto se da en menor medida, pero por otro lado, su salto es más específico y tiene mucha importancia en su juego. Con esto quiero haceros ver que cada deportista tiene unos movimientos que optimizar dependiendo del deporte y del puesto específico y en ello se deben basar nuestros entrenamientos funcionales.

¿Debe realizar de igual manera un deportista de culturísmo un Squat (sentadilla) que un jugador de Voleibol? La respuesta claramente es que no. En los gimnasios habitualmente se pasa por alto la funcionalidad del ejercicio, sin tener verdaderamente en cuenta las repeticiones, pesos y velocidad de ejecución, simplemente se suelen regir por los entrenamientos clásicos de fuerza para culturistas, perdiendo toda o casi toda la transferencia al gesto que queremos optimizar.

En conclusión, debemos tener claro nuestra situación como personas, a lo que estamos expuestos cada día y lo que necesitamos para que nuestro entrenador nos diseñe de la mejor manera nuestras sesiones, y así hacerlas funcionales que definitivamente es como deberían ser el mayor porcentaje de ellas.  Rodéate de profesionales del deporte cualificados para que hagan tus rutinas y tú puedas obtener tus preciados resultados.

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Fotos vía: www.menshealth.es

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