Vivimos una época de auge del fútbol femenino, podemos decir que, en cuanto a ámbito mediático, la mejor, al menos en nuestro país. Cada fin de semana hay partidos de la Liga Iberdrola televisados e incluso se ha visto ya la primera quiniela con un partido femenino en el pleno al 15.
Todos los estamentos del fútbol femenino están de acuerdo en que algo está cambiando. Entrenadores y entrenadoras, jugadoras y periodistas ven que esta vez sí que hay partes implicadas en que el fútbol femenino sea visible. Pero tenemos el mal hábito en esta sociedad de ser costumbristas y todavía faltan muchas cosas para poner al fútbol femenino en su nivel. Lo que esta pasando solo es el pollito saliendo del cascarón.
Mientras la liga consigue patrocinadores y los clubes reciben alguna ayuda que otra, a la selección se la deja en el olvido. A partir del cambio que se llevó a cabo en el banquillo de la absoluta, la roja ha empezado a tener una preparación a su altura, y esto conlleva amistosos, casi tantos como la selección masculina y por supuesto la recién estrenada fase de clasificación para el mundial de Francia de 2019. ¿Pero habéis visto algún partido por la televisión? Difícilmente. Parece que a cadenas públicas como Teledeporte o privadas como Gol, no le interesa tanto como parece la selección femenina, ya que este año ha jugado contra, Suiza, Japón, Noruega, Islandia, Canadá, Bélgica, Francia, Israel, Brasil y otra vez Bélgica y solo estos dos últimos han sido televisados.
Bien es cierto que en citas importantes como la Eurocopa o Mundiales se retransmiten todos los partidos de las nuestras (solo faltaría), pero se nos llena la boca apoyándolas y, realmente, quien puede no hace todo lo que tiene que hacer para que de verdad haya un impulso no solo a nivel de clubes, sino de la roja, del fútbol de todos.
Cada vez más, pequeños y mayores, se sientan frente al televisor para poder disfrutar de los partidos de la selección de féminas, pero solo lo hacen cada dos años. Las niñas que tienen como referente a Boquete, Paredes, Sampedro o Gallardo no pueden seguir los partidos en los que se juegan mucho más que tres puntos. Se juegan poder llegar a otro mundial, otra Eurocopa o “simplemente” promover y hacer que el fútbol femenino llegue al nivel mediático, social, deportivo y económico que se merece cada vez más.
No solo la falta de apoyo televisivo a la selección, si no también las insultantes primas que reciben por objetivos que cada vez consiguen más frecuentemente, hacen que haya un gran desnivel no solo comparando a la selección con los clubes, sino mirando a otras selecciones europeas o mundiales. Y sobre todo si ponemos el acento en la parte masculina de la federación. Selecciones como la de Noruega promueven que haya un trato igualitario entre los dos conjuntos absolutos del país, impulso que no ha tenido grandes socios en otros países.
Tenemos que darnos cuenta que gozamos de medios y calidad de sobra para poder dar un impulso a la selección nacional femenina, que trabajan sin tener ni la mitad de recompensa que se merecen y generan. Dicen que a río revuelto, ganancia de pescadores. A ver si la situación de la federación favorece que entre gente que apueste de verdad por el fútbol femenino español.
Imagen vía: La liga
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