Opinión

8 años sin tu voz

Son ya 8 años los que han pasado desde que Andrés Montes nos dejó. La voz más característica del periodismo se marchaba eternamente y dejaba un vacío muy difícil de, ni siquiera, intentar reemplazar.

Querido Andrés:

Es demasiado grande el vacío que dejaste al irte, aunque seguro que es mucho más grande para aquellos que estaban más cerca de ti. Los que te admiramos reescuchando habitualmente locuciones típicas en tu estancia y atípicas en la actualidad, sentimos que nos falta algo.

Estoy seguro que el bueno de Daimiel también te echa de menos, probablemente sea de los que más, a pesar de tener a un magnífico compañero como lo es Guillermo Giménez. Esas charlas inusuales y totalmente espontáneas no se han perdido, y gracias.

Son muchos los jugadores que han dejado la NBA desde que te fuiste, pero ahí perduran los motes que les acompañaban. Garbajosa se llevó la palma, recordamos cómo lo llamabas: “Multiusos Garbajosa”, porque valía para todo. Y míralo, está de presidente de la Federación Española de Baloncesto. ¡Vaya que si valía para todo!

Hace bien poco se acabó un siglo en la NBA. Tim “Siglo XXI” Duncan se retiró, también lo hizo “La Máscara” Garnett. No obstante, todavía sigue en pie el artículo 34 de la ley de California: “hago lo que quiero, como quiero y cuando me da la gana”, aunque el agente del consejo de administración de los Gepeto brothers tampoco siga jugando… De todas formas, Andrés, los que quedan siguen sonriendo igual, como buenos jugones que son.

También tengo la seguridad de que Julio Salinas te sigue echando de menos, porque te fuiste sin decirle dónde estaban las llaves, aunque tiene bien claro que lo sigues queriendo más que ayer, pero menos que mañana. Eso sí, aún no sabemos qué le dijo a su hija cuando se presentó con Mertesacker de novio en casa por primera vez.

El fútbol se quedó sin las fatatas, y son también muchos los que ya no siguen. Gattuso se nos ablandó y ya no pega, pega, pega y nunca se despega, los pegamentos han pasado también a mejor vida. Los amortiguadores han sido absorbidos por una multinacional, aunque Kanouté sigue siendo igual de grande que siempre. Los hombres de Harrison ahora ven el fútbol por la tele y esa extraña pareja… “crónicas de un pueblo” ahora ven cómo el Inter intenta volver a ser lo que era con ellos. El tiburón calmó sus humos y ejerce de representante, aunque Humphrey Bogart sigue “tocándola otra vez, Sam” por Catar.

No me olvido tampoco de Iturriaga, que creo que sigue ahí peleado con la plancha, como le dijiste. 

Eso sí, Andrés, ten por seguro que sigues presente en innumerables ocasiones. Los pinchos siguen siendo de merluza, las palomas siguen haciendo “cucurrucucú”, Wilma sigue sin abrir la puerta, pero por encima de todo, ten claro que la vida sigue pudiendo ser maravillosa.

Imagen destacada: 20minutos

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