El Recoletas Atlético Valladolid remonta un partido que tenía casi perdido

Para ganar en Valladolid, si no eres uno de los “grandes” de esta Liga Loterías, no solo hay que merecerlo, además debes templar los nervios y aguantar el arreón de los pucelanos cuando Huerta del Rey entra en ebullición. Bidasoa Irún fue mejor que el Recoletas Atlético Valladolid durante 55 minutos, pero los partidos duran 60.

Desde el primer momento el encuentro tuvo un guión muy claro, con una férrea defensa 6-0 del cuadro irundarra que atascaba la ofensiva local. Los vallisoletanos tenían la pólvora mojada y sus cuatro primeros ataques acababan de la misma forma, con lanzamientos muy forzados de Rubén Río y Víctor Rodríguez que, o se estrellaban en la madera o se iban desviados del marco defendido por Xoan Ledo. El primer lanzamiento vallisoletano entre los tres palos no llegaba hasta pasado el minuto 5 y era detenido por el el joven guardameta gallego. El primer tanto local no llegaba hasta el minuto 7 en la primera ocasión en la que la primera línea azul conectaba con su pivote Abel Serdio. Para entonces, pese a la espléndida actuación  de Javi Díaz, el conjunto vasco ya se había colocado con tres goles de renta anotados por Eduard Nonó, Jon Azkue y un penalti transformado por Iñaki Cavero. Azkue imprimía un ritmo parsimonioso al ataque visitante, rozando el pasivo que desesperaba al público y a los jugadores locales, pero que resultaba muy efectivo.El repliegue de Bidasoa era muy rápido neutralizando el contrataque vallisoletano.

A partir de aquí la renta visitante se estabilizó entre los dos y tres goles con un encuentro en el que las defensas estaban muy por encima de los ataques. En el ecuador de la primera mitad un gol por el extremo de Fernando Hernández y un contrataque culminado por Gonzalo Vichcovich ponían a los vallisoletanos a un gol (5-6; min. 16:20) y obligaban a Jacobo Cuétara a parar el encuentro, no obstante la respuesta de su equipo fue una nueva pérdida y la igualada en el marcador que establecía a la contra Víctor Rodríguez. Pudo ser peor, ya que un pelotazo de Rubén Río impactaba en la cara de Ledo y le enviaba al banquillo, era sustituido por Asier Zubiría que, en una de sus primeras acciones le detenía un lanzamiento de 7 m al gran capitán vallisoletano Fernando Hernández.

Cuétara cambiaba la dirección de juego y colocaba en pista a Borja Lancina, que imprimía al juego un ritmo mucho más dinámico, minentras que los locales enmendaban ligeramente el rumbo en ataque con la entrada de Diego Camino. El choque entró en un periodo muy equilibrado alternando los empates y la ventaja visitante por la mínima. Pero Lancina estaba de dulce en la dirección de juego y capitaneó un nuevo arreón visitante alcanzando de nuevo los tres goles de renta, donde destacaba la conexión con sus pivotes Iker Serrano e Iván Pópovich. Con esta ventaja se llegó al intermedio y pudo ser peor para las huestes dirigidas por Nacho González ya que Javí Díaz se mostraba acertado y las salvaba de la quema.

La puesta en acción en la segunda parte fue un despropósito por ambos bandos, con continuas perdidas de balón y desacierto de cara a portería. Pero los irundarras enmendaron rápidamente el rumbo y en un abrir y cerrar de ojos alcanzaban los cinco goles de diferencia en el marcador con Lancina en la dirección, Nonó, Kauldi Odriozola y Serrano como estiletes y una férrea defensa liderada por Pópovich y Markel Beltza. En el equipo local solamente los veteranos Diego y Fernando paraban ligeramente la sangría. César Pérez reemplazaba a Díaz en la meta local, pero recién incorporado Lancina en una acción fulgurante colocaba el 13-19 (min. 07:19). La renta de los vascos se mantuvo en estos guarismos hasta pasado el ecuador de la segunda mitad 17-23 pero en este momento llegó el punto de inflexión del partido. Una penetración fulgurante de Roberto Pérez acababa en gol y con una tarjeta roja directa a Leo Renaud-David. El francés llegó muy tarde a la ayuda y golpeó bruscamente al bravo lateral vallisoletano. La acción levantó de sus asientos al público que veía la última oportunidad para que su equipo remontase u encuentro que estaba prácticamente perdido.

A los irundarras les temblaron las piernas y en los locales cogieron la manija dos “super-clase”, Diego Camino y Fernando Hernández, que de aquí al final anotaron 8 goles entre ambos. La defensa pucelana subió un punto su intensidad y Javi Díaz volvió a la pista para cerrar la persiana. Aún con 4 goles de renta en el minuto 17, Cuétara pidió tiempo muerto tras la tercera exclusión de uno de sus baluartes defensivos, Beltza, pero aún así en un abrir y cerrar de ojos los azules igualaron el encuentro en un abrir y cerrar de ojos (25-25; min. 23:32).

El ritmo de los vallisoletanos era frenético, y frente a la solidez de la defensa local ante los lanzamientos exteriores, el recurso fueron las penetraciones de Diego y Roberto Pérez y el juego por los extremos bien culminados por Fernando Hernández y Gonzalo Vichkovich, trufado con buenos contrataques. La defensa visitante que había trabajado fantásticamente casi 50 minutos, se desarboló y solamente las acciones en ataque de Lancina les mantenían con vida. Pero el Atlético entraba en el último minuto con dos goles de renta con lo que el partido esteba casi ganado. Pese a ello los vascos no bajaron los brazos y llegaron a disponer de un lanzamiento a reloj parado para igualar el encuentro.