Volvía La Liga tras el parón de selecciones con un Derbi madrileño en el Coliseum Alfonso Pérez. Tuvieron que aparecer tres pilares capitales del conjunto merengue para poder llevarse los tres puntos del fortín azulón. Victoria del Real Madrid a domicilio por un gol a dos para seguir aumentando el récord de trece partidos consecutivos ganando a domicilio en La Liga. Tres puntos muy sufridos y trabajados. ‘El Geta’ no tiró la toalla en ningún momento, más bien dejó la toalla de Zidane empapada. Milagro en el 85 de Cristiano que se estrena como goleador en esta campaña rematando un pase más propio de la ficción que de la realidad de Francisco Alarcón.
Una visita a Getafe aparentemente fácil para el conjunto de la capital. Aparentemente solo porque los locales llevaron a cabo sus estrategias casi a la perfección: duros en defensa, rápidos al contraataque e inteligentes tácticamente. Los de Bordalás no dejaron ni un minuto de respiro. El dominio de la medular sí que estaba bajo el mando merengue, pero las ocasiones estaban más repartidas, tanto por el acierto de los atacantes azulones cuando salían a la contra, como por el fortín que tenían montado abajo con Cala, Guaita y el soldado de hierro, Djené. Vaya temporada está marcándose el togolés.
Primera parte de vaivenes donde las internadas de Achraf, las contras del Geta, la solidez defensiva y las continuas faltas tácticas eran la tónica del juego. Algunas veces Asensio, como de costumbre, sacaba la varita mágica dando pases de fábula. Pero pocas ocasiones. Salvo una preciosa dejada de Benzema a Cristiano que este no dudaba en bombardear a Guaita con un derechazo que finalmente detenía con una mano salvadora de titanio ante la potencia que el luso ponía en el disparo.
Llegados a los últimos minutos de la primera parte, se vivía una muestra pura de lo que es el gol de delantero por antonomasia. Mal saque de Cala de falta que llegaba a Cristiano Ronaldo, el portugués abría a banda para Karim y él solo se fabricaba el primer gol del encuentro. Autopase dejando atrás a Juan Cala, para luego quedarse ante Vicente Guaita y resolver de manera magnífica cruzando el balón al poste contrario y batir al meta azulón. Muestra de gran forma física por el sprint, el regate y la definición. Guaita pudo pararla pero el disparo era realmente bueno.
Comienzo de la segunda parte y la tónica de la primera se mantenía. La de la primera parte, y la de esta liga de momento para el Madrid. Partido trabado donde la defensa contraria está imperial y no dejan pasar apenas el balón. El Madrid no es capaz de traspasar la línea rival y finalmente es sorprendido atrás. Esta vez el artífice de poner bajo las cuerdas a los blancos fue uno del mismo conjunto. Fayçal Fajr llegaba a un lateral del área, centraba y , tratando de despejar, Llorente ponía las tablas. Gol que no tuvo que subir al marcador porque Jorge Molina estaba en claro fuera de juego e intervenía en la jugada.
Con el empate, Cristiano pudo adelantarse en el minuto 73 pero, ante la incredulidad de todo el mundo, él también, fallaba a portería vacía. Entonces, daba Zidane entrada a Theo e Isco, y tenía que ser el malagueño, poniendo un balón digno de enseñar en escuelas, el que asistía al astro luso que ponía el balón en las mallas con un remate inapelable que no dejaba opción a Guaita de ser atajado.
Victoria muy sufrida del equipo de Zinedine Zidane, que cada vez le cuesta más encontrar la manera de cerrar los partidos. Por el momento se acerca más al líder, que se medirá en el Wanda Metropolitano ante otro coloso de La Liga.
Isco y Cristiano, Cristiano e Isco. Inamovibles.
Imagen principal vía La Vanguardia,
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