Crónicas Tenis

Nadal nos brinda otro domingo de gloria

8 de Octubre de 2017, otro domingo cualquiera. El día de mañana se ha repetido en 110 ocasiones, 9 de ellas en este año. ¿Por qué? Porque nuestro Nadal está en otra final. Los domingos son suyos y, gracias a él, nuestros. No hay nada que nos guste más a un español que tirarnos en nuestro sofá la jornada dominical y ver pasar la tarde. Si ya juega tu equipo de fútbol, del sofá no nos levanta ni el hambre. Sin embargo, seamos del equipo que seamos, casi todos los domingos hay algo que nos une durante unas horas, Rafael Nadal.

El número uno del mundo se ha impuesto 6-3, 4-6 y 6-1 ante el búlgaro Grigor Dimitrov, octava raqueta, en la semifinal del ATP de Pekín en más de dos horas de partido. Luchará por morder su sexto título del año. El manacorí sigue sacando brillo a este fabuloso 2017 en el que se ha vuelvo a sentir el rey del circuito. Dimitrov, su verdugo la campaña pasada en este mismo escenario, luchó como un jabato, pero la lucha es un terreno donde Nadal es quien decide. Su rival será el australiano Nick Kyrgios que ha derrotado  por 6-3 y 7-5 al alemán Alexander Zverev, en una hora y dieciocho minutos de partido.

Primer set, el del espectáculo.

Si Nadal gana el 83% de sus primeros saques y el 86% de sus segundos, quiere decir que todo va sobre ruedas. Estos porcentajes son del primer parcial, donde arrasó. En el segundo turno de saque del búlgaro, quebró. A partir de aquí sólo tuvo que salvar un par de bolas de break antes de hacerse con la primera manga, en apenas treinta y cinco minutos.

Segundo set, el del resurgir.

Se repuso el búlgaro a una situación ‘in-extremis’. El español le rompió el servicio en el primer juego del segundo set y parecía que iba a ser un paseo triunfal. Sin embargo, cuando Grigor igualó el luminoso a tres, se abrió una ventana donde entraban ventiscas procedente de Bulgaría. Perdió el lugar Nadal tras esta situación inesperada y cometió una cifra de locura para él en cuanto a errores no forzados se refiere, 17. Se llevó el segundo set Dimitrov, tras cincuenta y nueve minutos, e igualó lo que parecía inigualable.

Tercer set, el de la vuelta a la normalidad.

La última manga se iniciaría otro break inicial para Nadal. Apretó los dientes y no dejó que se repitiese la historia del segundo parcial. Arrolló. El español le ha superado ya por novena vez, contando ésta, en diez enfrentamientos. El encuentro estaba siendo fantástico, como las dos rondas anteriores de Rafa, pero parece que siempre quiere hacernos sufrir. Al no concretar dos bolas de rotura para ponerse con un marcador de 3-0 a favor en el segundo set, hemos tenido que permanecer frente a la pantalla unos minutos extra. Si sigue ganando, nosotros sufrimos lo que nos echen.

Foto: Getty Images

El tenis es una pasada. Es un deporte tan individual y tan mental, que un punto en concreto puede ser el inicio de algo histórico. El martes, podría haber estado en Shanghái, pero estamos a sábado y Rafael sigue en Pekin. Todo gracias a dos puntos concretos. Los que tuvo que salvar para sobrevivir. El francés Lucas Pouille tuvo dos bolas para ganar el encuentro en el ‘tie-break’ del segundo set (6-4) y se achantó. Nadal, ‘sin hacer nada del otro mundo’,  hizo que Lucas fallara una derecha a media pista que no había fallado en todo el partido. Es lo que tiene ser una figura llamada Rafael Nadal Parera, que impone y transmite un miedo por su cabeza asociada a su capacidad de remontada, que es capaz de ‘hechizar’ al rival y hacerle fallar la pelota clave. De estar fuerísima, ¿a campeón del torneo?

Rafa Nadal, con sus 31 años, sigue siendo más número uno mundial aún porque no para de sumar. Si gana mañana, le sacará otros 500 puntos más a Roger. Ya se encuentra por encima de los 2.000 puntos con respecto al suizo. El balear podría certificar la semana que viene en Shanghái su condición de número uno de 2017 sin necesidad de sumar puntos en Basilea, París-Bercy o la Copa de Maestros.

El ‘head-to-head’ con el ‘aussie’ Kyrgios está igualado a dos (2-2) Perdió recientemente en Cincinnati.

Recuerdo que no debemos caer en la ‘rutinafael’. Lo malacostumbrado que Rafael nos tiene a los españoles de convertir sus triunfos en rutina. Bendita rutina para Rafa en este 2017, en el que nadie tiene más victorias que él (60) y está teniendo una regularidad que hace que este concepto cada vez sea más infranqueable.

Fotos vía: Getty Images

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