El FC Barcelona ha conseguido 3 puntos esta noche frente al Sporting de Portugal, 0-1 tras un rebote de cabeza de Coates. Valverde ha conseguido su octava victoria consecutiva y sigue líder indiscutible en Liga y Champions League con el sistema 4-4-2 dejando hoy a Deulofeu en la grada.
No es la primera vez que al FC Barcelona se le complica un partido fuera de casa y tampoco será la última, pero el conjunto azulgrana se está convirtiendo en experto en sobreponerse a las adversidades. Y está contando con un aliado especial, porque contra el Sporting de Portugal también fue un gol en propia puerta el encargado de abrir el marcador. A pesar de la buena imagen de un rival crecido ante su afición, la paciencia y la insistencia de los azulgranas fue clave, certificando tres puntos que significan el liderato en solitario del Grupo D.
La intención de Ernesto Valverde quedó clara desde el inicio, y es que el técnico ha señalado que en las salidas hay que estar preparados para sufrir. Quizá sin hacer el mejor juego pero con máxima efectividad desde su llegada, los catalanes volvieron a dar la cara con una 4-4-2 que frenó su poderío ofensivo pero ayudó a dar equilibrio defensivo, al menos durante gran parte del encuentro. Salió el equipo de casa muy atrevido y sus rugidos se escucharon durante los 90 minutos, jugando de poder a poder contra uno de los aspirantes a la Champions.
La primera parte empezaba el Barça tirando de paciencia para aguantar las embestidas del Sporting de Portugal, esperando unas oportunidades que llegaban con las combinaciones entre el incansable Jordi Alba, un Luis Suárez participativo y un Leo Messi que siempre está. Con el catalán y el uruguayo buscando las rendijas en una poderosa defensa local, de las botas del argentino salieron algunas de las jugadas más brillantes que se vieron en el césped del José Alvalade. Mucho ruido y pocas ocasiones de peligro real hubo en el primer tiempo, con Jérémy Mathieu y Fabio Coentrao convertidos en jugadores intocables y los porteros interviniendo cuando tocaba y sin hacer demasiados alardes. Los visitantes percutían sobre la muralla portuguesa esperando que se agotara su físico, mientras que los incansables ‘Leões’ lo intentaban espoleados por un público que protestó toda acción con energía.
En la segunda parte, como se ha acostumbrado a hacer el Barça en sus últimos partidos, el marcador se abrió con otro gol en propia meta, al poco de empezar el segundo tiempo y tras un rechace que peleó como siempre Suárez. Parecieron animarse los culés tras el tanto, y dos oportunidades consecutivas amenazaban con pintar el partido de otro color, pero sólo duró unos minutos, porque lo que vino después fue un temporal que costó mucho de capear.
No se rindió un Sporting que se lanzó al ataque con peligro, aunque su efusividad la controlaron sin demasiados problemas los catalanes. Pero dejándose dominar casi hubo tiempo para lamentaciones, porque en algunos despistes defensivos a punto estuvo de llegar el empate. Cuando tocó, como siempre, apareció otro que nunca se va, Marc-André Ter Stegen, últimamente tan indiscutible como el propio Leo Messi. Costó que los hombres de Ernesto Valverde durmieran un partido que no se cerró hasta el pitido del árbitro, y el preparador sacó más músculo para contrarrestar a un adversario que no desfallecía.
Apurando los cambios hasta el final salió Paulinho por Iniesta, y la última cobertura la puso Aleix Vidal a Suárez después de certificar que para André Gomes sí hay esperanza. Con más sufrir del necesario el partido acabó como siempre en las últimas semanas: Victoria del FC Barcelona y liderato, con la sensación de que para ganar la Champions aún queda mucho a madurar. De momento, los azulgrana jugaron con fuego frente a los ‘Leões’, pero viviendo en el alambre les bastó con lo justo para ganar.
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Fuente vía de la foto principal: rfef.com
