En este mundo del fútbol, a veces tan frívolo, son muchos los que tienen poca memoria. Con el mal inicio de curso que está viviendo el Pontevedra, algunas voces piden la cabeza de Luisito o cuestionan su trabajo. Sin duda, no se le puede dar una palmadita en la espalda a cuerpo técnico y plantilla con los resultados cosechados, pero tampoco perder la memoria.
La derrota del sábado en Fuenlabrada volvió a ser un jarro de agua fría para un equipo que vive su peor inicio de curso en lo que va de siglo con solo un punto de 15 disputados. Unos números que aún se antojan más decepcionantes si pensamos en lo vivido el curso pasado. Un curso en el que el equipo se asentó desde el principio de temporada en los puestos de Playoff.
Con estos datos sobre la mesa, muchos cuestionan a un míster que cogió al equipo desde lo más bajo y lo llevó hasta esa pelea por volver al fútbol profesional. Como él mismo aseguraba en rueda de prensa, “cuando este cuerpo técnico cogió el mando estábamos camino de Preferente, ¿mi crédito van a ser solo cinco partidos?”, Un discurso que se vio refrendado por la presidenta del club granate que quiso poner fin a todas las especulaciones sobre el futuro del entrenador.
“Sería inconcebible hablar ahora mismo de ultimátum a un entrenador que lleva tres años con nosotros”. Así de rotunda se mostró Lupe Murillo. “El primer año en Segunda B, cuando ascendimos y mantuvimos el mismo equipo sin tener garantías de casi nada, los primeros resultados no fueron fantásticos para nosotros y la tranquilidad del entrenador y del director de portivo me hicieron creer. Yo sigo creyendo en este entrenador. Hay una evolución evidente. Este equipo juega mucho mejor ahora que en el primer partido de Liga”, manifestó. Murillo aseguró que continúa creyendo en el trabajo del entrenador y en que la situación cambie. “Hay que ir partido a partido. Hay que trabajar mucho, desde luego, mejorar el juego. El Fuenlabrada nos triplica en presupuesto, también hay que decir algo del rival”.
Un apoyo claro hacia un proyecto y un entrenador que ha demostrado con creces en su carrera su valía y que ahora se enfrenta a un equipo con muchas piezas nuevas que están tardando más de lo deseado en encajar. Una plantilla que en el encuentro ante Toledo tuvo un gesto en el que quedó claro que el apoyo al míster también es claro desde el vestuario. Uno de los baluartes del equipo, David Añón, se dirigió al banquillo tras anotar ante los toledanos y acompañado por buena parte de sus compañeros se abrazó al míster.
Y es que hay que tener memoria y no olvidar en cinco partidos con resultado adverso lo que la figura de Luisito significa en Pontevedra. Sin duda míster y equipo están trabajando para que Pasarón vea este fin de semana ante la UD Sanse, que es la otra cara de la moneda en este inicio de curso, el primer triunfo de su equipo. Porque lo fácil es estar cuando todo va bien y se está invicto en Pasarón como el curso pasado, pero cuando hay que estar es ahora, cuando el equipo más necesita a su afición.
Foto: Pontevedra Viva
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