Con 22 puntos de la estrella serbia y un magnífico juego interior, los balcánicos completan el cuadro de semifinales y se enfrentarán por un puesto en la final a Rusia.
La clara superioridad en el apartado reboteador de Serbia (44-19) y en el juego interior, con Kuzmic jugando muy bien en el poste (9 puntos y 7 rebotes) y los 2’24 de Marjanovic (10 puntos y 7 rebotes) que aprovechaba los rebotes ofensivos para seguir ampliando la ventaja en el marcador. Y por supuesto la magia de Bogdanovic y sus 22 puntos que acabaron por destrozar el muro transalpino.
El partido comenzó con mucho desacierto para Serbia, que tardó casi cinco minutos en anotar su primera canasta, Bogdanovic no estaba acertado en el triple e Italia, con Melli a la cabeza se adelantaba en el marcador. Serbia comenzó a carburar en ataque cuando entraron Milosavljevic y Marjanovic y remontaron el primer cuarto, que acabó 17-18 para Serbia.
En el segundo cuarto, Kuzmic y Marjanovic hacían de las suyas en la pintura y colocaban una máxima de siete puntos en el ecuador del segundo cuarto (25-32), y gracias al acierto desde el triple de Lucic y a la maravillosa organización de Bogdanovic los serbios abrían brecha en el marcador, y la diferencia llegó a estar por encima de los diez puntos (37-48), sin embargo Datome apareció para reducir la distancia al final del segundo cuarto (33-42).
En el tercer cuarto Italia tenía serios problemas para anotar, mientras que Kuzmic hacía estragos en la pintura italiana.
A partir del minuto seis del tercer cuarto, Italia ajustó su defensa y consiguió recortar la diferencia, al final del tercer cuarto (48-59).
En el último cuarto Italia lo intentó por medio de Bellinelli y Datome, pero nunca tuvo opciones de derrotar a Serbia (67-83).
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Foto: Mundo Deportivo
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