El Villarreal sumó sus 3 primeros puntos en liga remontando frente a un Real Betis que, si bien empezó ganando y tratando de tener el control, se vio sobrepasado a raíz del empate y condenado por sus propios errores.
Saltaron al Estadio de La Cerámica dos conjuntos con dinámicas muy diferentes: el Submarino Amarillo llegaba con su casillero de puntos a 0 y malas sensaciones, mientras que el cuadro bético, después de perder en el Camp Nou, venció y convenció en casa contra el Celta. En los locales hubo bajas sensibles como Bruno, Roberto Soriano, Mario o los dos porteros, dejando a Barbosa como titular; por su parte, los andaluces, los internacionales Mandi y Guardado empezaron en el banquillo y siguen recuperándose Boudebouz y Campbell.
Así comenzó un partido donde, tras unos primeros minutos de tanteo y sin que ningún equipo asumiera el mando, se adelantaron los andaluces a los 11 minutos tras una jugada marca de la casa Setién: larga posesión donde prácticamente todos los jugadores tocan en balón, Feddal cambia el juego a la derecha y, tras una combinación de Barragán y Joaquín, el portuense centra para que Sergio León remate a gol.
Con el 0-1, los castellonenses dieron un paso adelante y se adueñaron del balón, gracias al tándem Rodri–Trigueros y a una presión alta, mientras los visitantes esperaban la posibilidad de salir a la contra, ante la imposibilidad de quitarle el balón a los amarillos. Fruto de esa presión y tras varios avisos consecutivos de sus dos delanteros, un grave error de Adán en la salida en un saque de portería le entregó el gol a un Carlos Bacca que no perdonó.
Con el empate, el cuadro de Fran Escribá apretó aún más y tuvo el 2-1 antes del descanso en un disparo fortísimo de Rodri que se estrelló en el palo, aunque se llegó con el mismo resultado al entretiempo, con un Villarreal lanzado y un Betis noqueado.
A la salida de vestuarios, la tónica del partido fue la misma: los locales controlaban el centro del campo y generaban multitud de llegadas y de centros laterales, mientras la tropa de Setién, si bien mejoró algo sus prestaciones, solo podía achicar agua. No obstante, la primera gran ocasión fue para Tello, al que un saque largo de Adán plantó solo delante de Barbosa en un mano a mano, con victoria del meta argentino; además, la mala suerte se cebó con el extremo catalán, ya que dos minutos después, una pérdida de balón suya propició el contragolpe que acabó con el golazo de Samu Castillejo, con un disparo precioso tras un desajuste de toda la defensa.
Ya con el marcador a favor y con cambios de refresco, el cuadro castellonense se dedicó a controlar aún más el esférico y esperar una salida a la contra para matar el partido, mientras los béticos se encontraban con un quiero y no puedo en ataque. De esta forma, en el minuto 77, tras un pase largo de Álvaro a la espalda de la defensa, el turco Enes Ünal, que acababa de entrar hacía unos minutos, puso el definitivo 3-1 en el marcador, con el que se llegó al final del partido sin que nadie lograse moverlo.
Foto destacada: Diario Marca.
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