El español, Rafa Nadal, derrotó la pasada madrugada del viernes al sábado al argentino Juan Martín del Potro. El resultado fue de 4-6 6-0 6-3 6-2, incluyendo la remontada. Se enfrentará a Kevin Anderson el domingo a las 22:00.
‘Rafa siempre vuelve‘, pase lo que pase, esta frase siempre se repite. No ha habido momento en sus 13 años de historia en los que no se haya repetido cuando las lesiones le han hecho caer. No importa qué suceda, siempre volverá. En 2013 la historia fue casi idéntica a la que hoy se está viviendo, pues llegó, arrasó y se colocó número uno. En esta ocasión, ha arrasado, casi antes de llegar, y ha conquistado el primero del planeta sin problemas.
Sin embargo, para poder llegar hasta este lugar, ha tenido que superar a grandes rivales, a oponentes de sobrenombre que le han complicado su travesía de lo lindo. Sí, los rivales no es que le hayan puesto las cosas sencillas, pero siempre ha podido sobreponerse a las adversidades cuando se ha esforzado al máximo.
Es por ello por lo que cuando ‘Delpo‘ se llevó el primero de los parciales por 4-6 y lo dominó durante más de media hora, tuvo una respuesta. Digamos que la vena de tenista de Rafa siempre sale cuando más se le necesita, y lo que se vivió esta pasada madrugada lo justifica con creces.
Juan fue mejor en el primero, pero después Nadal llevó la voz cantante
La primera manga, fue una de esas que son organizadas a la perfección, y que, desgraciadamente, cayeron del lado del argentino. Sus derechas fueron puro fuego, fueron pura potencia que provenía del ‘Martillo de Thor‘, y que crucificaron, junto a su servicio, a un mermado Rafa.
A partir de esos momentos, parecía que sería imposible acabar con el sudamericano. La fuerza que le imprimía a su juego y la entereza con la que jugaba, eran propias de un tenista crecido. El pánico por parte de los españoles se sintió en la Arthur Ashe, y algunos incluso creyeron que, tal vez, el nivel del nuestro era debido a que la jornada fuese nocturna.
En cambio, cuando el encuentro estaba más duro, nueve juegos consecutivos cayeron del lado de un manacorí que se metía el partido en el bolsillo sin despeinarse. Los ‘Winners‘ rompieron en dos al ‘Gigante de Tandil’ y lo obligaron a ceder.
‘Busqué su revés con demasiada insistencia. Necesitaba un cambio, moverle más para ser impredecible. Lo hice y funcionó‘, comentó el balear al término del partido. Este dio en el clavo, pues, justo cuando cambió este plan, el enfrentamiento se puso de su lado.
Un chico para la historia
El resto fue simplemente una narración de esas de la Edad Media, una canción victoriosa de uno de los mejores profesionales que el deporte español ha tenido jamás. Las 23.000 personas del estadio y las pocas que trasnocharon en territorio español, más el público que habitualmente sigue en la zona americana el torneo, aprobaron a buen seguro que la victoria debía ser suya o de nadie.
El próximo escollo llegará el domingo a las 22:00, cuando él y Kevin Anderson den el salto a la Ashe y se dispute una de las finales en las que los españoles pueden triunfar por partida doble. Y es que, si Rafa gana, su número 1 será mayor y Carreño podrá quedarse en el Top 10 durante cierto tiempo.
Imagen: Sports Illustrated.
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