Las palabras de Florentino Pérez son sagradas, son un poema para todos los aficionados madridistas, y, como letras que deben ser seguidas a rajatabla, todos las seguimos. El Larguero del pasado jueves dejó varios tramos de palabras más que interesantes, más que adecuadas para una prensa deportiva que siempre ama sacar punta de todo aquello que se mueva en el fútbol.
Sin embargo, hubo algo que interesó más que ninguna otra cosa. Manu Carreño fragmentó la entrevista de una forma más que espectacular y llegó a tocar una serie de temas que muchos deseaban que tocase, pero destacó por encima de todo un tema muy destacado como es el del independentismo. Un tema que, por suerte o por desgracia, comemos y bebemos en la sopa y en el vaso desde levantarnos hasta cerrar los ojos cada día. Sus palabras fueron claras, respondió con una frase tajante, una negativa clara a que el F.C. Barcelona abandonase algún día La Liga.
En principio, fueron simples declaraciones, pero si profundizamos un poco más y buscamos la reflexión de lo que esto esconde, limando como buenos periodistas deportivos, veremos la realidad.
El caso es que el Barcelona es un club que nos hace grandes, que nos demuestra que somos grandes, hablando desde el punto de vista madridista. Sin nuestro eterno rival, habría sido imposible llegar dónde hemos llegado. Hemos ganado Copas de Europa y las hemos disfrutado porque ellos no las han levantado. Hemos conquistado Ligas y las hemos celebrado porque ellos no las han probado. Sin embargo, el día en el que ellos no estén, ninguno de estos títulos tendrá demasiado sentido.
Duele pensar en una Liga sin ‘Clásicos’, en una competición en la que no se compita con otro conjunto de las mismas capacidades económicas, pero, a la vez, gusta ver que, por algún casual, algún día, un equipo de tabla media pueda acceder a Champions League o incluso batallarle el título al Real Madrid.
Y es que, todos sabemos a la perfección que si no es por el equipo de la Capital y por el de la Ciudad Condal, la competitividad en Primera División sería impresionante. Cualquier equipo optaría a salir victorioso, tal y como ocurre en los deportes americanos en los que el ‘Salary Cap‘ marca el límite de las plantillas. A día de hoy, eso parece ser inviable, y más, todavía, cuando existen entidades capaces de gastar en un solo fichaje diez veces lo que un club cualquiera tiene de ingresos anualmente.
Evidentemente, todo ello es una utopía. Sabiendo cómo el fútbol se las gasta actualmente, es casi imposible que veamos una competición como la nuestra sin un exponente máximo de ventas en el país. Solo con lo que un partido entre ambos deja en las arcas de las ciudades, es suficiente para darse cuenta de que es inviable.
Por suerte, soñar es gratis para los que no son madridistas. Por desgracia, al fin y al cabo, es solo soñar.
Imagen: La Vanguardia.
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