El mítico estadio de Wembley albergaba por primera vez un partido de Premier League tras una riquísima historia de fútbol, emociones y títulos. El Tottenham usará el estadio de la selección inglesa durante la temporada 2017-2018 mientras completa la construcción de su nuevo White Hart Lane al norte de Londres.
El encuentro resultó como las previsiones lo planeaban. Un Tottenham ofensivo y dominante por su tradicional fútbol de traslación y verticalidad, sello imponente de su DT Pochettino. Conte programó un partido diferente, en mente tenía el estratégico reemplazo de algunas de sus figuras estelares que no tendrían minutos por lesiones, suspensiones y otros factores. Sin Hazard, Fábregas, Costa, Matic y Cahill, el flamante campeón demostró inferioridad ante el fútbol total de los Spurs, evidenciando su necesidad urgente por fichajes de calidad.
Pochettino mandó a la cancha a un XI bastante tradicional en el que dispuso en su estructura 3-4-3 a 11 futbolistas con memoria y flexibilidad táctica. La línea defensiva con Dier – Vertonghen como stopers y Alderweireld como líbero. Wanyama – Dembele en el centro del campo; Trippier carrilero por derecha y Davies en la zurda; arriba Alli y Eriksen con responsabilidades de conducción alimentaron el fútbol hacia el forward: Kane.
Por su parte Conte ante la necesidad emergente por relevar sus ausencias debió modificar su figura táctica; salió con un 3-5-1-1, con triple pivote, William en la alimentación de fútbol hacia Morata (forward) y David Luiz como émbolo delante de Christensen (líbero). Completando la línea obstructiva en la media cancha Kante y Bakayoko; Atrás como stopers Rudiger y Azpilicueta. Los carrileros Moses y Alonso; precisamente el español protagonizó el primer gol del partido. Una ejecución magistral de tiro libre que se coló en el ángulo superior izquierdo de Lloris, haciendo estéril su volada.
Conte usufructuaba con su planteamiento genial en el que renunciaba al ataque para entregar la pelota y defender el espacio con táctica y movimiento. El arte de la guerra pasaba por entregar el esférico al rival para tratar de herir a partir de rápidas transiciones, transformando su 3-4-1-1 en un 3-2-3-2. Los carrileros incursionaron con fluidez y estrategia, ocupando el espacio y moviéndose en búsqueda de ellos cuando el rival se abroquelaba. David Luiz tuvo un partido casi perfecto desde la contención y la generación de contragolpes.
Por su parte el Tottenham fundamentó su fase ofensiva en la posesión y el movimiento para generar espacios. Obtuvo el 64 % de posesión en el primer tiempo y el 70 % durante la segunda etapa. Este dominio asfixiante fue contenido con eficacia en la doble línea de contención propuesta por el equipo blue. Conte acreditó sus raíces italianas con la implantación del catenaccio de Rappan en plena capital del fútbol mundial. El volumen del fútbol spur se tradujo en jugadas de peligro tras tiro libre de Eriksen que se fue apenas ancha; tiro cruzado de Kane que devolvió el vertical e incursión por izquierda de Vertonghen que culminó con definición displicente de Dier.
En la segunda etapa la dominancia de los locales se profundizó sin que generen jugadas de apremio en valla rival. Por su parte el Chelsea se defendió sin la pelota, contragolpeando con agresividad lo que lo condujo a contar con opciones de gol. Morata y Moses se atrevieron pero Lloris rechazó con solvencia, mientras que un tiro de larga distancia de Willian fue rechazado por el vertical. No obstante, las emociones del partido se conservaron para el final del encuentro. Tras un tiro libre de Eriksen y desvío de Batshuayi se decretaba el empate al 82′; un autogol que derrumbaba la psiquis del belga que ingresó 3 minutos antes en reemplazo de Morata.
Finalmente, el Chelsea puso la del triunfo al 88′. Momento para que aparezca Alonso, quien sepultó al Tottenham y evidenció la eficacia y vigencia del catenaccio: 2 disparos y 2 goles. El español recogió un balón abierto por Pedro en la izquierda y batió por bajo a un Lloris quien debió hacer más con impedir la anotación.
Con este resultado el Chelsea se recupera de su derrota en la primera fecha, levantando un partido clásico y especial contra el Tottenham. Este domingo desde Londres se perpetró el primer asalto a Wembley en la historia de la Premier League.
Ficha técnica:
Estadio: Wembley National Stadium Limited
Árbitro: Anthony Taylor
Alineaciones:
Tottenham: Lloris (C), Dier, Alderweireld, Vertonghen; Trippier, Wanyama, Dembele, Davies; Eriksen, Alli, Kane. (DT. Mauricio Pochettino).
Chelsea: Courtois, Azpilicueta, Christensen, Rudiger; Alonso, David Luiz, Kante, Bakayoko; Moses; Willian, Morata. (DT. Antonio Conte).
Fuente de imagen: @ChelseaFcMI
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