Análisis

¿Cantera vs Cartera?

Así titularon Mundo Deportivo y Sport hace varios años, haciendo referencia al poder económico del Real Madrid y a la potencia de la cantera barcelonista. Hoy, pasados los momentos de gloria, se invierte el ciclo.

¿Cartera o Cantera? Ese era el eterno debate que circulaba en los años en los que José Mourinho pululaba por la Liga Española dando discursos al estilo de los reyes de la Edad Media. Esa era la única preocupación que parecían tener los periodistas en unos lustros en los que los catalanes dominaban el planeta fútbol y se nutrían de títulos como si no hubiera un mañana.

Sin embargo, como dijo un sabio un día, todo tiene su final, y este parece haberle llegado a una cantera culé que vive momentos de malísima salud. Todo lo contrario le ocurre a la madridista, de la cual se han obtenido una enorme cantidad de futbolistas de extrema calidad que hacen del once una delicatessen de las que ya no quedan.

Centrarse solo en fichar, primer síntoma de decaída

Sí, en efecto, el equipo de Valverde parece necesitar como el comer el fichar a un profesional que supla la baja de Neymar. El problema es que mediáticamente y, tal vez, futbolísticamente hablando, no existe un chico con tales cualidades. Es por ello por lo que se deberán incorporar varios con distintas cualidades.

Pero claro, es entonces, cuando llega el momento de negociar, cuando también surgen las dudas, y, sobre todo el miedo. El mercado de este 2017 es el de los 100 millones, y ningún club dejará a una estrella de media o alta categoría por menos de este montante económico. Este año no es nada del otro mundo escuchar ofertas de más de 120 ‘kilos’ por Mbappé o Dembelé, chicos que hace dos años estaban estudiando su Bachillerato, o de más de 90 por Coutinho, un joven prometedor que pocos habían tenido en cuenta cuando Brendan Rodgers lo descubrió hace 4 años.

Paulinho llega y deja sin ficha a Samper, segundo síntoma de decaída

Evidentemente, no todo está en los que llegarán, sino también en los que ya han llegado. El caso es que el F.C. Barcelona ha incorporado a su plantilla a Paulinho, la estrella del centro del campo de la ‘Canarinha‘ para revestir la venda de la herida de Neymar Jr. El problema es que este jugador, en ‘Can Barça‘ no es más que un esparadrapo que se acabará rompiendo.

Esto no se debe a que sea mal futbolista ni mucho menos, sino a que no encaja en el esquema. Ya pasó lo mismo con James Rodríguez en el Real Madrid, y quedó bien claro que en un esquema de 4-2-3-1 (como el de Mourinho), era idóneo. En este caso, Paulinho está pensado para el mismo tipo de esquema, incluso para uno en el que el mediapunta sea el eje del equipo, pues este ‘Box-to-Box‘ que puede recordar a Touré Yayá, no está habituado al toque, sino a la salida potente de su equipo.

Aunque todo no queda ahí. Dado que todo cuesta algo, siempre hay terceras personas perjudicadas en cada uno de los asuntos que acontecen en la economía del fútbol. Es por ello por lo que Samper se ha marchado de la entidad catalana para dejar más espacio salarial a este brasileño.

Claramente, este es un claro síntoma de debilidad de cantera que poco a poco destruirá a los de San Juan Despí.

Por lo contrario, el Madrid vive su mejor momento

Justo al revés que los barcelonistas, los de Zidane viven un momento espléndido. Asensio, Isco, Lucas Vázquez, Vallejo, Ceballos, Theo Hernández, son los jóvenes del momento a los que se les podría añadir algún que otro chico prometedor del mercado. Pero no hay que olvidar a los Carvajal, Casilla o Nacho, salidos de ‘La Fábrica‘ y piezas importantísimas del equipo.

En sí, es un once plagado de grandes jugadores, españoles en su mayoría que están llamados a marcar una época, justo aquella que cambiará el mundo de los millones por el de los galones. Justo aquella que hará ver a los barcelonistas cómo forjarse un equipo sin necesidad de gastar tanto y no recibir nada a cambio más que disgustos.

Imagen: Futbol en AS.

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