El piloto finlandés de Mercedes se llevó una apretada victoria en el Gran Premio de Austria por delante de Sebastian Vettel y Daniel Ricciardo, en una última vuelta de infarto tras una carrera poco vistosa y con mucha estrategia. Lewis Hamilton no logró la remontada y se quedó fuera del podio. Los pilotos españoles no tuvieron suerte y no pudieron terminar en el Red Bull Ring.
El día comenzaba con amenaza de lluvia sobre el circuito austriaco situado en Spielberg. Una pista encuadrada en medio de un valle y rodeada de naturaleza donde los chubascos son habituales. Pero la lluvia no hizo acto de presencia y la carrera se desarrolló totalmente en seco. Valtteri Bottas defendía pole delante de los Ferrari y por detrás Hamilton estaba obligado a remontar saliendo desde la octava posición, penalizado por sustitución en la caja de cambios de su monoplaza. Pascal Wehrlein salía desde pit lane debido a un cambio en el turbo de su Sauber.

Cuando se apagaron los semáforos, Bottas conseguía defender la primera posición, una gran arrancada de Daniel Ricciardo le situaba tercero adelantando a Kimi Raikkonen y Vettel conservaba la segunda posición. Buena salida también de Romain Grosjean que se colocaba cuarto y de los Williams que escalaron hasta la décima (Felipe Massa) y undécima posición (Lance Stroll). Pero el “lío” vino en la parte media de la parrilla cuando Daniil Kvyat se llevaba por delante al McLaren de Fernando Alonso y este se tocaba con el Red Bull de Max Verstappen. ¿Las consecuencias? Alonso y Verstappen fuera de la carrera a las primeras de cambio. Sigue la mala racha para el holandés que suma su tercer abandono consecutivo. Kvyat recibía sanción y debía cumplir con un drive through por causar la colisión.
Hamilton comenzaba con la remontada hacia el podio y en la vuelta nueve ya se había colocado en quinta posición por detrás de Raikkonen. El finlandés intentaba frenarle sin demasiado éxito ya que el de Ferrari no daba signos de ir demasiado rápido. Buena estrategia de Mercedes que hizo un undercut parando a Hamilton en la vuelta 32. Inmediatamente reaccionó Red Bull que hizo parar en boxes a Ricciardo que se veía amenazado por el de Mercedes. Una vuelta después era Vettel el que pasaba por boxes a cambiar los neumáticos.

Carlos Sainz, que salía décimo, se encontró con muchos problemas durante la primera parte de la carrera y bajó hasta la decimoquinta posición. El piloto español tenía que retirar el coche en la vuelta 46 por problemas de fiabilidad mientras decía irónicamente por radio: “Qué gloriosa carrera”. Stoffel Vandoorne también era sancionado con un drive through por ignorar las banderas azules.
Pero la emoción real de la carrera vino en las últimas vueltas cuando Vettel se acercó peligrosamente a Bottas y amenazaba con arrebatarle la victoria. Mientras, Hamilton también se acercaba a Ricciardo intentando escalar hasta la última posición de podio. Pero ninguno de los dos, ni Vettel ni Hamilton, consiguieron llevarse el gato al agua y Bottas se hacía con su segunda victoria –la primera fue en Rusia– y Ricciardo conseguía subir al tercer cajón del podio manteniendo detrás a Hamilton en todo momento. El quinto lugar fue para Raikkonen, sexta posición para Grosjean que consigue el mejor resultado de Haas esta temporada, por detrás los Force India (Pérez, séptimo y Ocon, octavo) y los Williams completaban el Top 10 (Massa, noveno y Stroll, décimo).

Tras el Gran Premio de Austria, Sebastian Vettel es más líder y ya tiene 20 puntos de ventaja sobre Lewis Hamilton. Valtteri Bottas se afianza en la tercera plaza y no da por perdido el Mundial, quiere seguir peleando por alcanzar a los líderes. Próxima parada: Silverstone dentro de siete días donde llegaremos al ecuador de la temporada. El Gran Premio de Gran Bretaña espera al Gran Circo.
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Imagen destacada: formula1.com
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