La selección dirigida por Albert Celades cayó ante Alemania en una final que no supo controlar en ningún momento. La selección sub-21, plagada de estrellas, no encontró el juego que venía practicando durante todo el campeonato y se queda sin el quinto entorchado europeo en esta categoría, el que hubiera sido el tercero consecutivo.
El partido comenzó con los jugadores españoles muy metidos en el partido y superando en los primeros compases a los alemanes por intensidad y juego. Esto duraría apenas cinco minutos, porque los alemanes darían la vuelta a la situación y empezarían a dominar el juego. Como consecuencia de la alta presión y los continuos robos en campo contrario, los de Stefan Kuntz comenzaron a disponer de las primeras oportunidades, siendo la más clara el remate al palo de Max Meyer que se estrellaba en el poste izquierdo de la portería de Kepa.
Esta ocasión precedería a otras oportunidades que pondrían en apuros al guardameta del Athletic, en unos minutos en los que “la rojita” pasó por verdaderos apuros para mantener el marcador inicial. Además, el juego ofensivo tampoco acompañaba, ya que el centro del campo estuvo completamente desactivado por los jugadores alemanes, que impidieron cualquier conexión entre los medios españoles y los delanteros. Tan solo alguna internada de Deulofeu o Bellerín hicieron pasar algún apuro a la defensa alemana.
Como consecuencia del buen juego tanto en la faceta defensiva como en la ofensiva, Alemania acabaría encontrando su recompensa poco antes del descanso. Un centro de Jeremy Toljan desde la derecha encontraba la cabeza de Weiser, que con un excelso remate de cabeza batía a Kepa y abría el marcador. Dejando sin posible reacción a España antes del descanso.
Tras el paso por vestuarios se produjo un cambio de panorama. España salió a atacar la portería contraria, primero con varios centros de Deulofeu que supo solventar la zaga, y después con un portentoso disparo de Saúl con la pierna izquierda que lograba detener el arquero. Posteriormente, serían los alemanes los que iban a disponer de varias ocasiones para ampliar su ventaja. Una doble oportunidad que acabaría con un disparo desviado, y por último con una internada de Serge Gnabry que salvaría Kepa de forma providencial.
A falta de 15 minutos, España recuperó el dominio del juego y se volcó sobre la portería alemana buscando el gol por todos los medios posibles. Primero con un disparo de Ceballos que se marchaba rozando el palo, después con una galopada de Bellerín, que no se entendía con Iñaki Williams. También probó fortuna Deulofeu, que a banda cambiada buscaba el disparo tras un recorte dentro del área, pero se estrellaría en un defensa.
Los últimos minutos transcurrieron entre la intensidad propia de una final. España terminó colgando balones, pero la defensa y el portero alemán hicieron gala de su poderío por alto y brindaron su portería para llevarse su segundo europeo sub-21. España, que venía de hacer un campeonato impoluto, se quedó a un paso de lograr su tercer europeo consecutivo, después de los logrados en 2011 y 2013.
FICHA TÉCNICA
Alemania. Pollersbeck; Toljan, Stark, Kempf, Gerhardt; Haberer (Kohr 82′), Weiser, Meyer, Arnold, Gnabry (Amiri 81′) y; Philipp (Öztunali)
España: Kepa; Bellerín, Meré, Vallejo, Jonny (Gayá 51′); Saúl, Llorente (Mayoral 83′), Ceballos; Asensio, Sandro (Williams 71′) y Deulofeu.
Árbitro: Benolt Bastien (Francia): Amonestó a Saúl 43′, Haberer 50′, Stark 52′, Llorente 54′, Meyer 78′
Goles: 1-0 Weiser 39′
Fuente de imagen: Mundo Deportivo
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