Pellegrini vuelve a casa, tal y como dijo tras quedar eliminado del Europeo sub 21 con Italia, “Volveré a la Roma para ser uno de los protagonistas. Ahora voy al hotel y firmo el contrato”. Dicho y hecho, Lorenzo Pellegrini (Roma, Italia, 19/06/96) se convierte en el tercer fichaje de la era Monchi por 10 millones de euros.
Dos años después de su marcha, Pellegrini podrá demostrar la madurez que ha adquirido con Di Francesco, quien le ha dado la continuidad necesaria para que sea una pieza importante del sorprendente Sassuolo que se clasificó a Europa League la pasada campaña y ésta, siendo ya un jugador consolidado en la Serie A, ha tenido oportunidad de disputar competiciones Europeas y dar un salto de calidad que le permite volver a la ciudad que le vio nacer y donde él siempre quiso estar, donde ya pudo debutar disputando 23 minutos el año de su marcha. Quería más, y es que el ambiente del coliseo Romano enamora, y más a un hijo de Roma.
Di Francesco lo tenía claro, juntos crecieron en la Serie A e hicieron crecer al club de la Emilia Romagna y el ya jugador de la Roma, es perfecto para apuntalar un equipo con el que se pretende competir gracias a una mezcla de juventud y veteranía, en una media que la compondrían en el ya habitual 4-3-3 del técnico Italiano, Pellegrini – De Rossi – Strootman. Dos Romanos en un centro del campo al que no le faltará corazón ni caracter.
Lucirá el número 7 y se espera que tenga una influencia importante en la medular siendo un jugador que se siente cómodo conduciendo el balón desde el centro del campo y llegando hacía zonas de 3 / 4, donde hace daño con su potente disparo con cualquiera de las dos piernas o bien dando un último pase, y es que Pellegrini es un centrocampista con potencia y envergadura ( 1, 86 m), pero que se sabe asociar muy bien con sus compañeros en estático y tiene un buen desplazamiento en largo, siendo un centrocampista muy completo que además ayuda mucho en la presión del equipo, teniendo mucha influencia en diferentes zonas del campo.
Podríamos decir que es un jugador algo anárquico, recuerda a Cesc en algunos detalles. Pero tiene algo claro, quiere el balón y quiere dominar al rival.
Podría reunirse pronto con Berardi, con quien ya hizo diabluras en el Sassuolo, que de momento se siguen plantando en 50 millones para desprenderse de su jugador estrella. Menos dificultades pondría el Lyon en el fichaje de su capitán, Gonalons, que podriá unirse pronto al equipo de Di Francesco, aportando estabilidad y experiencia.
Monchi ya tiene el jugador que quería. Corazón y calidad.
Imagen destacada: Marca
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