El corazón del deporte Opinión Reportajes

Un día como readaptador

El día comienza realizando planificaciones de los jugadores lesionados del momento. Una vez planificadas las sesiones de los jugadores de forma personalizada (ya que cada patología requiere de una intervención u otra), empezamos el trabajo.

Trabajando en la recuperación de un jugador

El jugador lesionado es apartado en un primer momento del grupo para ser tratado individualmente, este es diagnosticado por nuestro médico deportivo, el cual indica las pautas a seguir.

Llega a nuestra área médica y nuestro fisioterapeuta trata la lesión. Si esta es muy aguda y aún no podemos trabajar físicamente con ella, el trabajo se realiza en camilla y en el gimnasio se aísla la zona lesionada pudiendo trabajar sin problema con el resto del cuerpo.

Está claro que el jugador no puede parar físicamente, ya que si no el proceso de incorporación al grupo se estará alargando y los plazos deben cumplirse para garantizar el rendimiento del jugador. Una vez que este puede realizar las pautas físicas determinadas para su lesión, empieza a trabajar en el gimnasio. Este “ok” es dado por el fisioterapeuta.

Cada lesión tiene su forma de trabajo, sus ejercicios específicos, al igual que su evolución, y dependerá del proceso de recuperación propio que tenga el jugador y de que este siga el cumplimiento de las pautas establecidas por el área médica para no agravar la lesión.

La clave de que el trabajo con el jugador sea positivo es la unión y coordinación del equipo médico: en todo momento la comunicación es continua y el jugador todos los días es tratado por médico y fisioterapeuta, mandando feedback al readaptador (el que planifica en mayor medida la puesta a punto del jugador según va mejorando).

La actividad se empieza en gimnasio de forma analítica, controlando la calidad de ejecución. A continuación pasamos a realizar ejercicios más globales, buscando la funcionalidad del gesto y que la transferencia sea al deporte. Si estas fases van favorables, empieza trabajo en el campo donde entra en escena el balón, todo ello sin olvidar lo anteriormente trabajado. Finalmente y de forma muy resumida, se realiza la incorporación al grupo de forma progresiva.

Mi objetivo como readaptadora es que el jugador vuelva al terreno de juego en un mejor estado físico, ya no solo con la superación de la lesión, sino además con un plus de mejora física para que la vuelta al grupo sea correcta.

Gracias a pertenecer a un área médica profesional todos estos pasos se realizan de forma adecuada, pautada y planificada.

Para finalizar, se le pauta un trabajo preventivo, que realizará antes de todo entrenamiento, el cual es guiado por mí (readaptador).

El cuerpo técnico del jugador es consciente e informado del estado de este en todo momento, lo que ayuda a que cuando vuelva a sus filas en un primer momento sea llevado con más cuidado que el resto de plantilla.

Todo lo realizado durante ese día con el jugador al finalizar el entrenamiento con él, es anotado en nuestra base de datos para que quede constancia de la planificación que se está llevando a cabo con cada uno de ellos y pueda ser revisado por cualquier miembro del área médica.

Gracias al trabajo de esta figura, el deportista lesionado vuelve al grupo con una mayor seguridad y confianza. Buscamos que no haya recaídas y que este vuelva en mejores condiciones de las que llegó.

Pilar Hueso Martos readaptadora en cantera masculina Levante .U.D

Fotos vía: @Pilarhuemart

Síganme en @pilarhuemart y sigan toda la información y actualidad deportiva en @SextoAnillo, en www.facebook.com/sextoanillo o en nuestro Instagram: sextoanillo

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *