Tremendo choque de semifinales entre Movistar Inter y Magna Gurpea que tuvo que resolverse en la prórroga, tras una remontada cargada de fe de Magna en el tiempo reglamentario, que finalmente se adjudicó el equipo interista aprovechando su mayor fondo de armario. El resultado final no refleja, en absoluto, el transcurso del partido.
El espíritu de Xota, encarnado en Imanol Arregui y transmitido a sus espartanos, volvió a aparecer en un partido de máxima tensión. Y una vez más, y ya son varias esta temporada, la suerte le iba a ser esquiva al conjunto pamplonica. El futsal, tan cruel con el equipo verde, volvería a darle en las bruces tras un encuentro tremendo en casa del líder de la liga regular y campeón los tres últimos años, que se dice pronto.
El partido comenzó con intensidad y prudencia a partes iguales. Tras un par de disparos lejanos sin aparente peligro llegaría el primer tanto local de la forma más inesperada. Un pase de Eric Martel como último hombre lo intercepta Ricardinho en línea de tres cuartos defensiva y el balón sale rechazado con tanta fuerza que sorprende a Asier y se introduce en la portería.
Casi sin quererlo, Inter se ponía 1-0 en el marcador. Con ventaja, los de Jesús Velasco comenzaron a jugar como saben, con pausa, dominando el juego y moviendo entre líneas hasta encontrar los espacios, intentando no dejar ocasiones en defensa.
Se reclamarían un par de penaltis, uno por mano a lanzamiento de Dani Saldise y otro por derribo de Rivillos cuando se había marchado de Asier para anotar a puerta vacía. Los árbitros, que habían mostrado – y mostrarían más – tarjeta por protestar, no vieron nada punible en ninguna de las jugadas. El partido entró en una fase de idas y venidas que aprovecharon los interistas para distanciarse en el marcador, primero con un tanto de Rivillos tras un rechace a tiro de Rafael Rato y segundos después de nuevo Ricardinho robaba un balón y cruzaba con fuerza a la escuadra derecha de Asier, que nada podía hacer.
Un minuto más tarde Araça acortaba distancias para el 3-1 con el que nos marchábamos al descanso. Ventaja corta para el equipo local, pero suficiente.
Suficiente contra cualquier equipo que no tenga la fe de Magna. Tras varias ocasiones casi consecutivas que acababan en la madera, obra de Araça, Rivillos y Daniel, el partido entraría en otro de esos periodos de locura en los que esta vez no tuvo fortuna el equipo de Irurtzun, que se estrelló contra el muro de Jesús Herrero en repetidas ocasiones.
Quedaban algo más de cinco minutos y Arregui hizo lo que mejor sabe: ser valiente. Optó por sacar el portero-jugador y, aunque con fortuna, el empate llegaría en dos jugadas en superioridad. Primero sería Pola quien, al tocar un tiro sin aparente peligro, despistaba a Herrero, y a falta de 20 segundos Eseverri – quién si no – aprovechaba un mal despeje de la zaga interista para establecer la igualada.
En la prórroga se erigió Gadeia como el héroe prematuro. Con solo un minuto del primer parcial, regateaba a dos rivales desde la banda izquierda hacia el centro y anotaba de potente derechazo el 4-3. Inmediatamente Arregui ordenaba el juego de cinco, pero el cansancio de sus jugadores hizo mella. Hubo ocasiones en las que fue muy patente cómo Eseverri, Martel y compañía se veían superados en velocidad sin poder hacer nada más que perseguir sombras. Así llegarían los últimos tres goles del partido, en ataques de 5v4 donde un robo y un balón largo eran suficientes para anotar.
La victoria por 7-3 fue tan injusta que nadie, de uno u otro bando, puso reparos en reconocer que había sido un choque de tremenda igualdad en el que el marcador era lo de menos. Quizá Inter mereció ganar, quizá no. Pero venció, porque tiene una segunda unidad sana y en plena forma.
De ahí a quien piense que la eliminatoria está decidida, pobre de él. O ha vivido en un búnker o ha cometido el error de volver a menospreciar la capacidad de Xota de reponerse a las adversidades. Porque si algo hemos aprendido este año es que nunca, nunca, se puede dar por muerto al equipo capitaneado por Javi Eseverri.
Imagen destacada vía Sandra Santiago / Movistar Inter.
Ficha técnica
Movistar Inter: Herrero, Ortiz, Daniel, Rivillos y Ricardinho. También jugaron: Lolo, Pola, Borja, Darlan, Rafael y Gadeia. Entrenador: Jesús Velasco.
Magna Gurpea: Asier, Araça, Eseverri, Saldise y Rafa Usín. También jugaron: Yoshikawa, Víctor, Alvarito, Martil y Eric Martel. Entrenador: Imanol Arregui.
Goles: 1-0 Ricardinho min5. 2-0 Rivillos, min 17. 3-0 Ricardinho, min 18. 3-1 Araça, min 18. 3-2 Pola (pp), min 36. 3-3 Eseverri, min 40. 4-3 Gadeia, min 41. 5-3 Gadeia, min 42. 6-3 Rafael, min 43. 7-3 Ricardinho, min 46.
Incidencias. Primer partido de semifinal de una serie al mejor de tres, disputado en el pabellón Jorge Garbajosa de Torrejón de Ardoz ante 2.500 espectadores. Arbitraron García Morón y Sánchez Cuesta del colegio andaluz. Amonestaron a Herrero, Ortiz y Pola por los locales, a Araça, Eseverri, Saldise y Usín por los visitantes.
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