El pasado martes se confirmaba que el base del Real Madrid, Sergio Llull, era proclamado jugador más valioso de la Liga Endesa 2016-2017. Con este galardón Sergio Llull conquistaba el séptimo MVP de su carrera y lograba su repóker particular convirtiéndose en el segundo jugador español (tras Juan Carlos Navarro) que logra conquistar en su carrera todos los posibles premios de mejor jugador a nivel de clubes (a excepción del de MVP de la final de la Euroliga) en aquellos torneos que ha disputado.
Pero aquí no acaban los hitos del jugador menorquín. Y es que este premio se suma a los de MVP de la Copa del Rey del pasado febrero y al de MVP de la Euroliga que le fue otorgado el pasado sábado. Un hito, éste sí, sin precedentes en el baloncesto europeo.
Hasta la fecha ningún jugador había logrado conquistar en un mismo año, el premio a mejor jugador de la máxima competición continental y el de los dos máximos torneos nacionales. Ni Anthony Parker, ni Diamantidis, ni Kirilenko, ni Spanoulis, ni Navarro, ni Teodosic, ni Batiste, ni Papaloukas, ni Jasikevicius… ninguna de las grandes estrellas históricas de nuestro baloncesto habían logrado este hito desde que la ULEB unificara el premio de MVP de la Euroliga en 2004 (antes se otorgaba un premio por cada fase y en la etapa FIBA sólo existía al MVP de la final).
MVP de Copa, Liga y Euroliga en la misma temporada. Otro éxito sin precedentes conquistado por un Increíble Llull que poco a poco va convirtiéndose en uno de los jugadores de baloncesto más grandes de la historia de nuestro país.
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