Se pone fin a la segunda etapa de Ernesto Valverde como entrenador del Athletic Club. Así lo oficializaba el club bilbaíno, en el que ha estado entrenando las últimas cuatro temporadas. Todo hace apuntar que su destino será el FC Barcelona.
Cuatro años han sido los que ha durado la segunda etapa del entrenador extremeño en el club vasco. Cuatro temporadas de gran nivel al mando del navío zurigorri, consiguiendo una clasificación para la Champions League, donde cayeron derrotados en fase de grupos; una final de Copa del Rey, siendo vencidos por el Barcelona; unos cuartos de final de Europa League en los que la fortuna no se decantó del lado de los del botxo en las penas máximas, y una Supercopa de España que suponía el fin de una sequía de 31 años sin ganar ningún título.
Una agónica temporada llena de problemas y conflictos, con un equipo que había visto la cara y la cruz de la moneda en dos temporadas consecutivas con Marcelo Bielsa fue lo que cogió el Txingurri nada más llegar, consiguiendo un bloque sólido, adaptándolo a un fútbol más equilibrado, con grandes asociaciones y una figura emergente, Aritz Aduriz.
Asentar a un equipo como el Athletic en posiciones europeas se ha convertido en una rutina, pero para los que siguen echando la vista atrás, es una auténtica excepción. Habiendo vivido momentos complicados, al límite, y llenos de suspiros para evitar males mayores, estar luchando en competiciones europeas año tras año es un auténtico lujazo. De esto, gran parte de la culpa la tiene Ernesto Valverde, por supuesto ayudado por la base que formó Joaquín Caparrós y por la ilusión que metió en el cuerpo de todos los athleticzales el equipo de ‘El Loco’ Bielsa.
Muchos se quejarán de su apatía, de su poca expresión, e incluso considerarán que no es la mejor forma de marcharse del club, pudiendo haberlo comunicado semanas antes y habiendo sido despedido en San Mamés por toda la afición, pero también es cierto que nadie en los últimos 30 años había conseguido la regularidad que caracterizó al Athletic durante su etapa.
Entrenador con más partidos y se quedó solo a una victoria de igualar a Clemente. No hace falta decir mucho más para saber que estará por siempre en los anales de la historia de los leones.
“Me viene a la memoria el título conseguido, pero me quedo con el espíritu del grupo. Tienen un humor increíble, es un equipo con unas cualidades muy difíciles de encontrar en el fútbol”, ha reflejado en su despedida.
“Nunca he tenido la sensación de que el club o la gente me estuviera enseñando la puerta. Me he sentido, en líneas generales, muy bien reconocido por el club, pero dentro es imposible mejorarlo”, explicó con respecto al trato que se ha tenido con él.
“Siento decepcionar a toda la gente que me ha pedido que me quede, pero considero que esta decisión es la mejor para todas las partes”.
El hueco del banquillo del Athletic parece estar destinado para José Ángel ‘Cuco’ Ziganda, tras 5 años al cargo del filial rojiblanco, al cual ascendió a Segunda División. Parece una decisión con ánimos de fomentar el trabajo de cantera, pues el exentrenador de Osasuna conoce mejor que nadie Lezama, ya que gran parte de los jugadores cedidos y ahora en el primer equipo han pasado por sus manos.
Son muchas las alegrías que ha aportado Ernesto a la parroquia rojiblanca, y muchos serán los recuerdos en los que aparecerá como protagonista. Las despedidas de grandes jugadores como Iraola, Gurpegui o Iraizoz marcan el fin de una época para comenzar la transición hacia otra nueva, con el propósito de igualar o mejorar la del extremeño.
Agur eta eskerrik asko, Ernesto!
Imagen destacada: RTVE.es
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