Fitness, ese término que está hoy en día en la boca de todo el mundo pero, ¿Qué significa realmente fitness? Podemos entender fitness como la comprensión de la vida alcanzando un nivel adecuado de salud a través de un estilo de vida equilibrado, en el que el ejercicio físico moderado, personalizado y continuado será el protagonista, aunque complementándolo con otros hábitos que potenciarán los beneficios que éste aporta. Dentro del fitness existen una serie de componentes que engloban su práctica como son la resistencia, la fuerza, la flexibilidad, la velocidad y la composición corporal.
Aunque es un término actual, la práctica de actividad física en relación al desarrollo de las capacidades físicas como la fuerza y la resistencia se ha realizado desde hace millones de años. El Homo Erectus (1,9 millones-70.000 años) ya realizaba actividad física para cubrir las necesidades primarias: correr, saltar trepar, lanzar… El Neandhertalensis (500.000-150.000 años a.C.) practicaba lanzamientos de forma continuada, lo que conllevo a una modificación morfológica del omóplato. El Homo Sapiens (100.000-40.000 años a.C. )realizaba diferentes cultos a fuerzas naturales que observaban a diario como el sol, la lluvia o el viento. Pensaban que las endorfinas que liberaban mediante el ejercicio eran regalos de dioses.
En Egipto, ya existían diferentes juegos, deportes y danzas como es el caso de la gimnasia de torso, en la cual daban gran importancia a la flexibilidad. Había juegos por equipos, de pelota, tiro de cuerda, esgrima con bastones (este último con carácter religioso). Disponían de torneos acuáticos, de levantamiento de pesos y múltiples actividad físicas lúdicas. Las fuentes primarias que hay representa a la figura humana llena de vitalidad: hombros fuertes, erguidos, pecho ancho, cintura estrecha y piernas esbeltas.
En la Grecia Clásica surgen dos grandes tendencias acerca de la actividad física: la de Atenas donde había una valoración del cuerpo como elemento estético y una búsqueda del equilibrio en el desarrollo de la persona. La de Esparta se enfocaba a la práctica de actividad física con la intención de preparar a la población para la guerra.
En el Imperio Romano la actividad física se asentaba en 4 pilares: el primer pilar es la educación donde la actividad física tenía un carácter militar con prácticas como la esgrima, grandes caminatas o resistencia. Otro de los pilares es la preparación para la lucha de los gladiadores. Los festejos realizados durante el Imperio Romano eran una estrategia para calmar al pueblo y desviar su atención de asuntes graves de Estado, como la falta de alimento o las continuas guerras para mantener las fronteras del Imperio. Esta práctica fue conocida como “pan y circo”. Con la influencia de la cultura griega realizaban actividades físicas lúdicas como las carreras de cuadrigas o las naumaquias. El último pilar es la tradición higiénica griega donde había una gran atención y culto al cuerpo. El valor corporal se asentaba en los placeres a través de los sentidos corporales. Hay una gran cantidad de baños públicos con piscinas o espacios de juego.
En la Edad Media con la influencia del cristianismo hay una recesión en el conocimiento físico y del cuerpo por calificarlo de pecaminoso. El hombre se educa con la idea única de la salvación del alma con lo que los juegos en la educación eran considerados peligrosos y perjudiciales para la evolución del alma. A partir del siglo XI comienza la necesidad de adiestrar para la guerra propugnada por la Iglesia para el rescate de los Santos Lugares. Surgen en este momento las justas y torneos para preparar a los caballeros para la batalla.
A partir de los siglos XV y XVI en el Renacimiento combinan los valores cristianos con la herencia de la cultura clásica, los valores estéticos corporales del mundo caballeresco pasan a los cortesanos, produciéndose una conversión de nobleza guerrera en nobleza cortesana. En esta época la actividad física tenía función higiénica, orientada al cuidado corporal. Existían juegos y “deportes” heredados de prácticas tradicionales.
Ya en el siglo XIX surgen diferentes escuelas con el objetivo de hacer deporte por el disfrute o con la intención de mejorar el estado físico. La Escuela Gimnástica Sueca, que se basaba en un sistema analítico de ejercicios que buscaba mejorar la salud corporal. Algunas de sus características principales son la artificialidad, la construcción, determinación de las fases de ejecución en posición de partida, desarrollo y fin, excesivo estatismo, orden y utilización de voces de mando. La Escuela Gimnástica Alemana se caracteriza por tener unas tablas de ejercicios en las que los alumnos hacían semanalmente natación, saltos o carreras con el fin de constatar sus progresos a través de evaluaciones periódicas. La Escuela Gimnástica Francesa se basaba en una concepción natural y utilitaria de los ejercicios físicos. Realizan ejercicios de forma global y con la intención de preparar al individuo para la vida adulta, perfeccionando sus movimientos naturales, logrando un dominio corporal en sus acciones y un cuerpo más bello. (Gónzalez, Madrera y Salguero, 2004).
Hoy en día hay muchas interpretaciones acerca de lo que es fitness. Habría que diferenciar fitness de wellness ya que son términos muy similares y que se suelen confundir. El wellness relaciona el bienestar físico, psíquico y emocional (equilibrio cuerpo-mente). Mediante la práctica de forma amena y sin generar estrés. La mayoría de los gimnasios actuales intentan promover esta tendencia con actividades colectivas como yoga o pilates.
El fitness se equipara a todo lo relacionado a tener una buena condición física, con el desarrollo de actividades que requieran utilizar el cuerpo en actividades de fuerza, resistencia, flexibilidad, agilidad, velocidad, coordinación, combinado con una buena dieta, descanso adecuado para mejorar o mantener el cuerpo en buenas condiciones. No todo lo que se realizan en los gimnasios es fitness, ya que cuando las actividades suponen un riesgo para la salud de las personas, realizando ejercicios de forma incorrecta o con mala supervisión por parte de los entrenadores, se pueden obtener objetivos contrarios a los que se han propuesto previamente.
Esta tendencia está evolucionando y gracias a las nuevas tecnologías los usuarios pueden disponer de diferentes aplicaciones que pueden ayudar a tener un estilo de vida saludable. Pese a que lo ideal es tener un plan que individualice al máximo el entrenamiento y la dieta, estas aplicaciones y tecnologías, pueden ser útiles para usuarios que quieran tener un estilo de vida saludable.
Foto vía: Historiasreales.net
Bibliografía.
Avella, R. y Medellín, J. (2012): «Conceptos y componentes de la actividad física y el fitness», En Educación Física y Deportes. Revista Digital nº 164, www.efdeportes.com.
Gonzalez, R.; Madrera, E. y Salguero, A. (2004): «Las escuelas gimnásticas y su relación con la actividad física y educación física actuales», En Educación Física y Deportes. Revista Digital nº 73, www.efdeportes.com.
MANDELL, R.D. (1986): Historia cultural del deporte. Ed. Bellaterra S.L. Barcelona.
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