Al Celta de Vigo le esperan, en los próximos diez días, dos partidos históricos. Los celestes jugarán, por primera vez, las semifinales de la Europa League y, nada más y nada menos, que ante el Manchester United.
El R.C. Celta de Vigo, en sus casi 94 años de historia, ha vivido épocas buenas y malas, importantes partidos que terminaron en momentos de alegría o de tristeza. Muchos aficionados celestes disfrutaron con el EuroCelta de principios de siglo, que logró llegar tres años consecutivos a cuartos de final de la entonces denominada UEFA.
En los últimos años, el Celta ha disputado partidos de gran importancia: el encuentro ante el Alavés en el que se salvaron del descenso a Segunda B gracias al doblete de un joven canterano llamado Iago Aspas, los play offs ante el Granada, el ansiado ascenso tras cinco años en segunda, la salvación milagrosa del 4,01%, etc.
Pero esta vez es diferente. Tras una magnífica temporada en la que el conjunto vigués ha disputado el mayor número de partidos posible, llega el que es, sin duda, uno de los partidos más importantes de la historia del club. Seguramente no de la importancia de aquellos en los que te juegas un cambio de categoría, pero sí el más importante en cuanto a ilusión se refiere.
Hay equipos acostumbrados a disputar este tipo de partidos. Hay muchos equipos que tienen numerosos títulos en sus vitrinas y que las siguen llenando año tras año. Pero hay una cosa que los aficionados de los equipos “grandes”, acostumbrados a ganar, no saben: qué se siente cuando tu equipo (un club humilde), tiene a dos pasos esa esperada final. Cuando está a tres pasos de ese ansiado título que nunca ha conseguido. A tan solo unos pasos de ese sueño, perseguido por los celtistas durante los 94 años de historia.
El Toto Berizzo ha conseguido que este equipo crea, que este grupo de 24 jugadores confíen en su fútbol y en que es posible ganarle a cualquiera. Y lo han demostrado. Ganarle dos años seguidos al Barça, eliminar al Real Madrid o al Atlético en eliminatorias a doble partido, son argumentos que lo avalan. Tal y como dijo Guidetti, de cara a la eliminatoria ante el Manchester: “en el fútbol, si se cree, pueden pasar cosas increíbles. Creo que, con la mentalidad que hemos construido aquí, nada es imposible”.
Vigo se ha vestido de gala para la ocasión. La ciudad está engalanada con motivos celestes y hasta el alcalde de la ciudad olívica y Carlos Mouriño parece que han firmado una tregua en su “lucha” por el futuro de Balaídos. Se trata de una oportunidad histórica y el celtismo quiere disfrutarla. Largas fueron las colas para conseguir entradas, tanto para Balaídos como para Old Trafford, donde habrá una gran representación de la afición celeste apoyando al equipo.
Celtistas, ¡toca disfrutar! y no olvidemos las palabras de el Toto: “Las cosas, para que sucedan, primero hay que soñarlas”. El Celta y el celtismo sueñan, así que… ¿por qué no va a ser posible?
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