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Carolina Marin, tricampeona de Europa

Tras los europeos conquistados en 2014 en Kazhan (Rusia) y en 2016 en La Roche-sur-Yon (Francia), hoy, por tercera vez consecutiva -en 2015 no se celebró el europeo- Carolina Marin ha vuelto a subir a lo alto del podio, imponiéndose, como ya hizo en 2016, a la escocesa Kirsty Gilmour en dos sets.

La escocesa venía de sufrir una lesión de la que se recuperó allá por el mes de febrero, casi sin tiempo para prepararse, ha conseguido llegar a la final de este campeonato, pero no pudo con la actual número dos del mundo, y es que Carolina, ha vuelto a demostrar que no tiene rival en Europa que le pueda disputar a día de hoy su reinado.

Esta era la quinta final desde que empezó el año 2017, en la primera de ellas, en Alemania, no la pudo disputar por una lesión, mientras que en la gira asiática perdió todas ellas. Ahora, en Kolding (Dinamarca) ha vuelto a subir a lo alto del podio, hecho que no lograba desde que consiguiese el oro olímpico.

En la primera  manga Carolina no dejó margen a su rival con un juego agresivo y al ataque, tuvo un comienzo demoledor con un 4-0, y pesar de que consiguió acercarse hasta el 5-3 no disfrutó de opción alguna para volverse a acercar, la onubense volaba en la pista al igual que el volante, se anticipaba al saque de su rival para puntuar o llevar la iniciativa y así consiguió adjudicarse el primero con un 21-14.

A pesar de que el segundo set comenzó más reñido, no lo reflejó así el marcador final, 21-12. De hecho, Gilmour tan sólo pudo ver las tablas en el electrónico con el empate a 5, a partir de ahí tan sólo pudo aspirar al oro cuando Carolina ganaba por 13-8 y una caída de la onubense al intentar llegar a un volante llevó el susto a sus aficionados, por suerte para el espectáculo y para los intereses españoles la española pudo seguir el encuentro para ganarlo, consiguiendo así la triple corona europea, hecho que tan sólo lo había logrado la danesa Camille Martin (1995, 1998 y 2000).

La anécdota graciosa llegó en el podio, tras sonar el himno español, la finalista Gilmour se disponía a hacerse un selfie con sus compañeras cuando se dio cuenta de que su medalla era la de bronce, por error la de plata se la habían puesto a su rival en semifinales la suiza Sabrina Jaquet, intercambiados los metales por las propias jugadoras, procedieron a hacerse la foto de rigor.

Carolina Marin en lo alto del podio. Fuente: as.com

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Fuente vía de la foto: marca.com

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